
sábado, 30 de agosto de 2008
Bayoneta y corazón.

Cuestión de hígados.

viernes, 29 de agosto de 2008
La luz nocturna.

No suelo comprar poesía. Pero esta vez si. La Antología poética, 1923-1977, reunida por Jorge Luis Borges en 1980 sobre su extensa obra propia. Multitud de temas y conclusiones sacadas. El ocio vespertino es una opción veraniega como otra cualquiera. La poesía hay que leerla y sentirla, es inútil analizarla. Pasa como con Verlaine. Esta poesía es la memoria de la cuarta dimensión, es tiempo, sangre y sueño, es el sueño como muerte, es la más llamativa simbología, es la inoperancia del ocaso en nuestros días, es el abismo presente, es la música como evasión, es el luminaria paso de los siglos, es el Last Nite y es Carmensita, es todo eso y todo lo demás. Y punto.
jueves, 28 de agosto de 2008
¿Revolución española?

Acaba de decir hace 20 minutos Tomás Fernando Flores que le han cambiado el horario. A partir del lunes, a partir de las 13 horas. Veremos la parrilla oficial de Radio 3 muy prontito. Veremos.
Me da miedo el instituto al que vaya. Cada vez las están haciendo mejores.
¿Será posible la revolución española? Y no me estoy refiriendo a un nuevo reality de esas cadenas generalistas que dan tanto asco. Ya veremos.
miércoles, 27 de agosto de 2008
Asco.
He procurado hablar poco de las Olimpiadas. No me gusta hablar de eventos ocurridos en las fronteras dictatoriales. Pero es que, desde otra dictadura, el espectro de Fidel, o cualquiera de sus secuaces, ha hecho su particular análisis de la participación cubana en el Pekín olímpico. Los abuelos de barba abundante, Federico Engels y Carlos Marx, en su Manifiesto nos decían lo siguiente: "Libres y esclavos, patricios y plebeyos, barones y siervos de la gleba, maestros y oficiales; en una palabra, opresores y oprimidos, frente a frente siempre, empeñados en una lucha ininterrumpida, velada unas veces, y otras franca y abierta, en una lucha que conduce en cada etapa a la transformación revolucionaria de todo el régimen social o al exterminio de ambas clases beligerantes". Qué pena lo de Cuba. Mister Castro, o cualquiera de sus secuaces, ha sacado en su particular parte, su visión. No dejad (imperativo) de leer sus opiniones sobre Europa, y Londres, y todo lo demás. Las dictaduras, como siempre, justificando lo injustificable. En fin, es lo que hay. Lo que no hay en Cuba es libertad ni derechos humanos.
Veintisiete noventa.
Todo es posible en el siglo XXI. Como dijo Homero (Simpson), viva la televisión. Y el siglo XXI. This village is diferent. España se va a la mierda, a la putísima mierda, y, mientras la gente mira la tele en vez, de, por ejemplo, leer al Maestro de Gramática. Una de las miles de cosas que nos ha enseñado el Maestro es que "las tradiciones son modas envejecidas". Todo envejece, todo se va a la mierda. Y los putos palurdos mirando para otro lado. Y los mismos políticos, aún más palurdos, mirando a su yate, a su chalecito en la sierra, a su adosado en el valle, a su piscina con agua trasvasada o desalinizada. Y, nosotros, que somos más gilipollas, los seguimos votando. Habría que desenterrar a Bakunin a ver que para ponía. Que más da de donde venga el agua. La cuestión es gastarla. Y punto. Y que suenen violines. O lo que tenga que sonar. No sé si será la sagrada familia, la caída la foto, esa chica de vestido azul, ese tronco caído, esas medias aún, todavía, más caídas ¿Y por qué la gente da la lata en los conciertos? Si no sabes comportarte quédate en tu maldita casa, o vuelve al reformatorio al que nunca te mandaron, imbécil. ¿Por qué te suena el reloj en mitad del concierto, gilipollas? No se hizo la electricidad para el Homo Antecesor. Y punto.
martes, 26 de agosto de 2008
El último adios.
Acabo de ver que ha muerto Kevin Duckworth. Para todos los que amamos el basket, la imagen de Kevin Duckworth es inolvidable, aquel pivot enorme de la época heroica de Portland. Día de luto para los que hemos pasado noches y noches viendo baloncesto. Descanse en paz.
Gotas de miel.
Viendo anoche Corazones solitarios, volví a reafirmar uno de los grandes axiomas del juego existencial: “Las personas no saben estar solas”. O no quieren, o rieniegan de la soledad, o simplemente son incapaces de vivir en un mundo solas. Situación del film, Usa algunos años después de la II Guerra Mundial. Polis investigando a una parejita que consigue a señuelas a través de revistas de “corazones solitarios”. Se conocen, y si pueden, roban a la “pardilla de turno”.
No hay que volver la vista a la postguerra en EEUU. Olvidando el asesinato, el timo, la engañina, todos hicieron sus trapicheos. Todos conocemos, en un ámbito privado, en un ámbito local o comarcal más o menos cercano, relaciones de conveniencia (sin asesinatos, ni robos de por medio, que quede claro). Donde vivo como residente catastral, todos conocemos estos matrimonios (todos los que queremos darnos cuenta, por supuesto), de gente que ha casado a primos hermanos entre sí [todo queda en casa], tío con sobrina, sobrino con tía, y un largo etcétera, con el firme propósito de las tierras queden en familia. Por cuestiones económicas, simplemente por dinero. Todo es cuestionable. El problema es el producto de esas uniones. De lo que conozco en primera persona masculino singular hablo, claro está. Matrimonios con ocho, diez, los hijos que hicieran falta (sin contar los que se morían por el camino). Vaya un negocio. En fin, que me he salido del tema de la peli, pero ya es lo de menos. Sigamos fomentando el negocio de la unión, que por algo somos una nación avanzada. Toma avance y toma siglo XXI. Y me encanta el azul. Otro día hablaré de la peli, que con Jared Leto me ha hecho recordar las andanzas de Jordan Catalano y de Angela Chase en Es mi vida. Como pasa el tiempo. Como pasa el tiempo. Y todo lo demás.
No hay que volver la vista a la postguerra en EEUU. Olvidando el asesinato, el timo, la engañina, todos hicieron sus trapicheos. Todos conocemos, en un ámbito privado, en un ámbito local o comarcal más o menos cercano, relaciones de conveniencia (sin asesinatos, ni robos de por medio, que quede claro). Donde vivo como residente catastral, todos conocemos estos matrimonios (todos los que queremos darnos cuenta, por supuesto), de gente que ha casado a primos hermanos entre sí [todo queda en casa], tío con sobrina, sobrino con tía, y un largo etcétera, con el firme propósito de las tierras queden en familia. Por cuestiones económicas, simplemente por dinero. Todo es cuestionable. El problema es el producto de esas uniones. De lo que conozco en primera persona masculino singular hablo, claro está. Matrimonios con ocho, diez, los hijos que hicieran falta (sin contar los que se morían por el camino). Vaya un negocio. En fin, que me he salido del tema de la peli, pero ya es lo de menos. Sigamos fomentando el negocio de la unión, que por algo somos una nación avanzada. Toma avance y toma siglo XXI. Y me encanta el azul. Otro día hablaré de la peli, que con Jared Leto me ha hecho recordar las andanzas de Jordan Catalano y de Angela Chase en Es mi vida. Como pasa el tiempo. Como pasa el tiempo. Y todo lo demás.
Las coronas rotas.
Creo que voy a dejar de leer la prensa. Hay días que es mejor no leerla (joder, con los libros que hay y yo perdiendo el tiempo). Pero en fin, es lo que hay. Para muestra, ya que desde el 2 de enero no me sacan sangre, leucocitos al poder:
- La del arzobispo que seguro que va a ir al infierno, por las cosas que dice.
- ¿Me lo dices o me lo cuentas? En tres clases de 31 alumnos como tenía yo en el curso 06-07 mandaba yo a más de uno.
- Lo pongo en duda, y si no, hay tienes a Eudald Carbonell, con ese manual buenísimo. A ver si leemos un poco.
- Partidazo.
Aunque siempre nos quedará un Rey sol que nos ilumine la mañana. Pues eso. Cosas de martes.
- La del arzobispo que seguro que va a ir al infierno, por las cosas que dice.
- ¿Me lo dices o me lo cuentas? En tres clases de 31 alumnos como tenía yo en el curso 06-07 mandaba yo a más de uno.
- Lo pongo en duda, y si no, hay tienes a Eudald Carbonell, con ese manual buenísimo. A ver si leemos un poco.
- Partidazo.
Aunque siempre nos quedará un Rey sol que nos ilumine la mañana. Pues eso. Cosas de martes.
lunes, 25 de agosto de 2008
Jesús y los apóstoles.
Acabo de deuvedear una buena propuesta, la de Ríos de color púrpura 2: Los ángeles del Apocalipsis. No, no estamos hablando del otro Apocalipsis. Con las pelis serias de Jean Reno me pasa lo mismo que con las de Harvey Keitel, que son un sinónimo de calidad. Aquí, mister Reno le toca investigar sacrificios apostólicos, buscadores de tesoros vaticanos, atravesar pasadizos de la II Guerra Mundial y todo lo demás. Una buena peli, con dos momentos Stooges: el No fun, y la archiadorada I wanna be your dog. Pues eso, a ladrar se ha dicho.
Pasteles de crema.
Ante la imposibilidad de muchas cosas, estoy releyendo A los hombres de buena voluntad, de Sergio Algora. La gente lo definía como “surrealista” en muchas críticas, sobre todo musicales. Si esto es surrealismo, es que estamos todos locos. Sergio Algora no era sólo música, era mucha música, pero también mucha literatura. En el relato Vacaciones en Italia, inmerson en ALHDBB, escribe lo siguiente: “A Manuel le encantaba leer biografías de gente no muy conocida para encontrar puntos en común con su absurda existencia. El punto en el que más le gustaba coincidir con los protagonistas era ese: que soportaran, como él, una absurda existencia. Si gente que había merecido una biografía o un libro para que su vida fuera relatada, resultaba ser tan torpe, tan estúpida, tan inmerecidamente desgraciada, tan maltratada por el destino (Manuel creía en la divina providencia) él podía sentirse aliviado y obtener algunas fuerzas para continuar acarreando su vida”. No sé, con estúpidos nos cruzamos a cada minuto, con palurdos impenitentes, con chusma con mayúscula y chusma con minúscula, gentuza a toda luz de neón. Quizás sea el verano, o que nunca llega ese día tan ansiado por The Cure, el último día de verano. Hay tardes para todo, para absolutamente todo. El problema es que todos no tenemos la capacidad creativa de Sergio Algora, ni decimos lo que pensamos. Azúcar para disimular la destrucción, canela para que pase lo que no tragamos. La fábula postmodernista siempre tiene razón, todo es copiado, todo es mentira. Tanto que a veces sólo nos queda la música.
Camino del infierno.
He visto en Xtrm una peli sencilla pero creíble, Camino del Infierno. Si alguien se pone a verla y ve al principio a Meat Loaf que siga viendo. Los pedazos de carne son siempre pedazos de carne. Un asesino en serie que arranca corazones sigue una carretera interestatal yanki, desde Chicago a no se sabe muy bien dónde. Mientras realiza su viaje escucha una emisora en la que un dj pincha country y soul desvariando al personal y haciendo juicios de valor cómo sólo puede hacer un tipo al micrófono. Eso da envidia sana, un locutor que dice lo que quiere en antena. A ver si aprende en este país a hacer radio de verdad, que salvo honrosas excepciones la cosita está muy mal (si Cebrián levantara la cabeza). Personajes raros (payasos cornudos y despedidos, indias en busca del mar, hermanas distanciadas al entierro del padre que las desheredó), excentricidad estadounidense, pluralidad distante. La música como recuerdo del pasado. Y de vez en cuando joyitas, frases sueltas que hacen pensar. “¿Por qué trabajan los panaderos 70 horas a la semana? Un conductor de camión que llora la muerte de una esposa atropellada por un borracho. Y otra vez la música como catarsis, y el Jack Daniel’s como emblema. Y frases no tan hechas, no tan recalcitrantes, sobre el racismo y el gobierno (“marioneta de las grandes empresas”). Y deja en el aire otras preguntas, puntos suspensivos en medio de ninguna parte, porque tú que prefieres: ¿Qué buscamos una vida más fácil o una vida mejor? Qué no lo es lo mismo, la maldita retórica de la izquierda sobre la clase que verdaderamente trabaja (porque muchos políticos ya han dejado de trabajar, a ver si valoramos a los políticos que siguen en sus trabajos). En fin, peli sin pretensiones que muestra el verdadero vacío de muchas vidas. El páramo neuronal tantas veces repetido. El maldito vacío. Y punto. Porque al final, siempre acabas haciéndote la misma pregunta: “Si esta bien…”. Y todo lo demás.
domingo, 24 de agosto de 2008
Si la noche te persigue...
Esta tarde, intentando no ver el espectáculo que ha montado la dictadura china para que los teóricos Estados democráticos aplaudan el totalitarismo, me he puesto a escuchar la banda sonora de Ocean’s Eleven de David Holmes (el señor Word lo cambia automáticamente por Colmes) y me he cogido La rebelión de las masas de Ortega y Gasset. En el capítulo titulado El mayor peligro, el Estado, indicaba el maestro: "La espontaneidad social quedará violentada una vez y otra por la intervención del Estado; ninguna nueva simiente podrá fructificar. La sociedad tendrá que vivir poara el Estado; el hombre, para la máquina del gobierno. Y como a la postre no es sino una máquina cuya existencia y mantenimiento dependen de la vitalidad circundante que la mantenga, el Estado, después de chupar el tuétano a la sociedad, se quedará hético, esquelético, muerto con esa muerte herrumbrosa de la máquina, mucho más cadavérica que la del organismo vivo”. Vaya con aplaudir a las dictaduras, a los pinochos y castros chinos por parte de Occidente. De lo último visto últimamente, personal que sabe expresarse mejor que yo, enlazo a Elogio del individuo hablando de la politización de los juegos. Vaya vergüenza!!! A veces no sé si es bueno recordar, joder, aunque siempre nos queda PJ Harvey.
Que crezcan las flores.
Agüita de colores. El color lo pones tú. Ayer vi esto en Escolar.net. Y el enlace a un artículo, que no quiero calificarlo. ¿Cómo? No entiendo nada. Sigo escuchando el Fuck forever de Pete y sus secuaces, por no poner ninguna barbaridad. ¿Qué tendrá que ver que gobierne A o B para que ocurran desgracias? ¿De verdad estamos en el siglo XXI? A ver si llueve un poco y se va todo este olor a mierda. O a mares.
sábado, 23 de agosto de 2008
Grand canyon.
Ayer programaron en Cinestar una gran peli, Grand Canyon, antítesis de ese “cine de autor” que todos odiamos tanto. Una peli que te impide levantarte de la silla siempre y cuando no tengas problemas de próstata. Y para empezar ponen imágenes de un Lakers-Magic, con Johnson y Skiles de bases de ambos equipos, y con la música de James Newton Howard que en España hicieron famosa Montes y Daimiel al principio de sus retransmisiones en el plus. Diálogos realistas y situaciones encontradas. El final de los 80’s mostró lo que en realidad era la falsedad del gran mito americano. La generación que antecede a la del grunge y que es hermana pequeña de aquellos hippies del final de los 60’s. Y esa es la situación que todos vivimos ahora en las ciudades de nuestro expaís, como dice Pedrulo. Guetos, calles peligrosas y gente que vive pendiente de lo que le viene por delante y por la espalda. Trata los temas que nos afectan a todos, y ante los que cerramos los ojos. Las instituciones han perdido la credibilidad, se abandonan niños en mitad de ningún sitio y el desamor está presente en todos los ámbitos de la vida. Muestra la desconfianza matrimonial. Muestra la gentuza que nos dirige, y nos propone la moda reinante, a través de un productor de cine, chusma que dice ahora el pantalón campana sí, ahora el pantalón campana no. El problema de darse cuenta de que nuestra historia genética, nuestra parentela, nuestra familia, es todo accidental, no siempre cómo querríamos. La falsedad en general, los sentimientos mal entendidos. Una peli para reflexionar bajo el aire acondicionado. Porque siempre hay un policía que te puede detener sin motivo. Porque siempre hay un hijoputa que te atraca cuándo menos te lo esperas. Porque siempre puedes encontrar algo maravilloso en mitad de la jungla. Somos bestias, pero no todos mononeuronales. Y cada uno que busque su réquiem particular. Y punto.
Infravalorado.
Escribía Daimiel hace un par de días lo infravalorado que está Pau Gasol. Después del anuncio, que se puede ver en su web, creo que ha cambiado algo la cosa. A ver si juzgamos sólo a los deportistas, a los artistas, por lo que hacen en su profesión. Dice que darlo todo por nuestro país es cosa de todos. Eso dice. Yo me quedo con el partido. Y punto. Simplemente hazlo.
viernes, 22 de agosto de 2008
La foto del día.
Bueno, no es de hoy. Es del 26 de junio. Lo he visto en el diario Público. Y vuelvo a decir lo que he comentado con la gente más cercana: asquerosos lo de la tele el día del accidente. Lamentable. Juzgad vosotros.
Los videos del día.
Acabo de ver este video en elmundo.es y no dejo de sorprenderme. El atleta enojado por los comentarios del periodista.¿Es que no se puede hacer ya crítica en este país? Después de los últimos juicios a periodistas en este país, la cosa se está poniendo muy difícil. Y yo que pensaba matricularme de Periodismo en 2º ciclo este año. Me parece que lo voy a dejar para otra vida. Ah, por cierto, ¿no decían desde la federación de atletismo que entre 12 y 8 medallas? Menos mal. Aunque para videos, el del accidente y la voz de Susana, también del mismo medio. Dramática voz de Antonio y dramático el llanto de Susana.
La ofensa.
Esta insomne noche he leído La ofensa, de Rodrigo Menéndez Salmón. La derrota como meta. Caminos tortuosos y mentalidad taciturna. La guerra como horizonte. Antes, durante y después. Descripciones precisas de movimientos militares. El poder de la (des)memoria. La pérdida total de humanidad. El olvido como culminación vital. La inoperancia del ser humano. El horror y la crueldad. La estética del temor. Al principio del libro, dice RMS que “el infierno es un lugar lleno de vivos”. No hay que mirar mucho más allá en el periódico. Siempre hay una Osetia particular en guerra. La ofensa tiene la virtud de lo conciso. Cuenta lo que tiene que contra. Y punto. Y todo ello utilizando imágenes ilustrativas que están al alcance de muy pocos. Es verdad que todos cambiamos, que, antes o después, todos mostramos nuestra falsedad. La ofensa es la historia de un superviviente reinventado a cada paso, de un amante de la Tempestad de Beethoven y de Las memorias de ultratumba de Chateubriand. Un viaje a la profundidad del infierno en el que la única opción es olvidar. Y todo lo demás.
jueves, 21 de agosto de 2008
Dormir al sol.

La camiseta absurda.


miércoles, 20 de agosto de 2008
Borges oral.
Al aire fresco, bajo el palmito, leí el viernes Borges oral de Jorge Luis Borges. Se trata de 5 conferencias que dio el maestro de maestros en la Universidad de Belgrano. 5 temas, casi todos conocidos. Bueno, todos no. El libro, la inmortalidad, el cuento policial y el tiempo, estos 4, si que lo son. Del que no tenía ni idea es de Emanuel Swedenborg. Iré por orden cronológico, como diría Fernand Braudel. La primera de las conferencias, ofrecida el 24 de mayo de 1978, hace referencia al libro, al que ya en el prólogo lo une indefectiblemente a su vida, el más asombroso de los inventos para Borges. Citando a Shaw, habla del libro como memoria de la humanidad y como imaginación. El libro, ante todo, con la función diferenciadora entre sueños y pasados. Cita la Decadencia de Occidente, de Spengler, por lo que alguno seguro que dejó de leer este libro. Ellos se lo pierden. En este librazo de Spengler, según JLB, se encuentran las mejores páginas sobre la historia del libro. Desde aquí hace un repaso a diversas opiniones acerca del libro vertidas por Pitágoras, Nietzsche, San Agustín, Shakespeare, Goethe, Platón, Heine, Sócrates, Séneca, Montaigne o Heráclito. También de clásicos de clásicos (Biblia, Corán, El Quijote, Ilíada, Odisea). Y otra vez la opinión de GBS, hablando de la virtud de los libros que deben ser releídos. En esto coincido; lo importante es releer; muchas veces perdemos el tiempo leyendo tonterías, auténticas gilipolleces, ejercicios de futilidad de gente que no sólo se hacen pajas mentales, sino que escriben mamarrachadas y encima las publican. Pero el problema ya es nuestro por seguir leyendo, que entonces los gilipollas somos nosotros. Por otra parte, habla de libro como posible obra divina. Conclusiones, demasiadas. La más importante, nunca mejor dicho, la importancia del culto del libro (algo perdido pasados 39 años de estas palabras de JLB). El libro, entre sagrado y divino, como fuente de sabiduría. Y punto.
La segunda de las conferencias hace referencia a la inmortalidad. Otra vez recurre a voces privilegiadas, citando a Miguel de Unamuno, William James, Max Brod, Platón, Locke, Hume, Santo Tomás de Aquino, Goethe, Tácito, Pascal, John Donne, Schopenhauer, Shaw, o Bergson. Y desde el principio expresa un deseo, encontrar la muerte total del cuerpo y alma. Y desde ahí pasa al problema de la transmigración de las almas (aquí me pierdo, de Filosofía, como buen alumno LOGSE, ni zorra idea). Habó el maestro de que no se debe decir “pienso, luego existo”, sino “se piensa, luego algo existe”. Y el problema es que muchos nos creemos inmortales. De lo leído me quedo con la frase de Santo Tomás, “la inteligencia desea naturalmente ser eterna”. Borges creía, o por lo menos eso dijo aquel 5 de junio de 1978, en la inmortalidad cósmica, en la inmortalidad de nuestra memoria, hechos, actitudes y actos, que ya forman parte de la universal historia que tanto nos maravilla y encandila.
La tercera hace referencia a Swedenborg, un figura que hablaba que los fallecidos, por propia volunta, eligen el cielo y el infierno. Reconozco que desconocia por completo la existencia del figura, que fue súbdito de Carlos XII. Un figura tipo Leonardo, en diversas materias y ciencias, precursor de mucho y olvidado por muchos. Pensó que Jesús entró en su casa y que tenía que renovar la Iglesia. Y todo de un modo tranquilo. Aquí cita la Divina Comedia de Dante, La Ciudad de Dios de San Agustín, Hombre y Superhombre de Shaw, la obra de William Blake. Lo más importante del pensamiento de Swedenborg es que el hombre tiene que alcanzar la salvación a través de la inteligencia, la virtud y la justicia. Y retomando también a Blake, a través del arte.
La cuarta se refiere al cuento policial. Primero tras referirse a los pioneros (Dickinson, Melvilla, Thoreau, Emerson, James) se centra en el inventor del género, el gran Edgar Allan Poe. Al rpincipio se centra en al afirmación y generalización de la literatura policial como fenómeno estético que, a su vez, ha creado el lector específico del relato policial. Para Borges, Poe es un poeta romántico, aunque destaca más por su prosa que su verso. A un nivel similar sitúa a Walt Witman, y a un nivel más bajo a Chesterton, Dickens y Stevenson. En definitiva, en el desorden y el caos reinante, destaca el virtuosismo clásico del relato policial.
La última se refiere al problema más difícil (a mi entender) de todos: el del tiempo. Aquí estoy perdido, esencialmente perdido. Cita a Tensión, a Boileau, a Bergson. Yo me quedo con una cida que da de San Agustín: “¿Qué es el tiempo? Si no me lo preguntan, lo sé. Si me lo pregunto, lo ignoro”. Y desde aquí enlaza el problema del tiempo con la eternidad y la individualidad de la memoria, de la que deriva la tragedia del olvido. Cita a Blake: “El tiempo es la dádiva de la eternidad”. Y de ahí va a parar a las paradojas de Zenón. Y de ahí a preguntas metafísicas.
En conclusión, 99 páginas mágicas, únicas. Lo bueno de las lecturas de JLB es lo que hacen pensar. Lo bueno de las relecturas de las obras de JLB es el universo creado, del que ya no puedes salir. Menos mal, para él, que no fue inmortal: me habría vuelto más loco de lo que estoy. Maldita metafísica.
La segunda de las conferencias hace referencia a la inmortalidad. Otra vez recurre a voces privilegiadas, citando a Miguel de Unamuno, William James, Max Brod, Platón, Locke, Hume, Santo Tomás de Aquino, Goethe, Tácito, Pascal, John Donne, Schopenhauer, Shaw, o Bergson. Y desde el principio expresa un deseo, encontrar la muerte total del cuerpo y alma. Y desde ahí pasa al problema de la transmigración de las almas (aquí me pierdo, de Filosofía, como buen alumno LOGSE, ni zorra idea). Habó el maestro de que no se debe decir “pienso, luego existo”, sino “se piensa, luego algo existe”. Y el problema es que muchos nos creemos inmortales. De lo leído me quedo con la frase de Santo Tomás, “la inteligencia desea naturalmente ser eterna”. Borges creía, o por lo menos eso dijo aquel 5 de junio de 1978, en la inmortalidad cósmica, en la inmortalidad de nuestra memoria, hechos, actitudes y actos, que ya forman parte de la universal historia que tanto nos maravilla y encandila.
La tercera hace referencia a Swedenborg, un figura que hablaba que los fallecidos, por propia volunta, eligen el cielo y el infierno. Reconozco que desconocia por completo la existencia del figura, que fue súbdito de Carlos XII. Un figura tipo Leonardo, en diversas materias y ciencias, precursor de mucho y olvidado por muchos. Pensó que Jesús entró en su casa y que tenía que renovar la Iglesia. Y todo de un modo tranquilo. Aquí cita la Divina Comedia de Dante, La Ciudad de Dios de San Agustín, Hombre y Superhombre de Shaw, la obra de William Blake. Lo más importante del pensamiento de Swedenborg es que el hombre tiene que alcanzar la salvación a través de la inteligencia, la virtud y la justicia. Y retomando también a Blake, a través del arte.
La cuarta se refiere al cuento policial. Primero tras referirse a los pioneros (Dickinson, Melvilla, Thoreau, Emerson, James) se centra en el inventor del género, el gran Edgar Allan Poe. Al rpincipio se centra en al afirmación y generalización de la literatura policial como fenómeno estético que, a su vez, ha creado el lector específico del relato policial. Para Borges, Poe es un poeta romántico, aunque destaca más por su prosa que su verso. A un nivel similar sitúa a Walt Witman, y a un nivel más bajo a Chesterton, Dickens y Stevenson. En definitiva, en el desorden y el caos reinante, destaca el virtuosismo clásico del relato policial.
La última se refiere al problema más difícil (a mi entender) de todos: el del tiempo. Aquí estoy perdido, esencialmente perdido. Cita a Tensión, a Boileau, a Bergson. Yo me quedo con una cida que da de San Agustín: “¿Qué es el tiempo? Si no me lo preguntan, lo sé. Si me lo pregunto, lo ignoro”. Y desde aquí enlaza el problema del tiempo con la eternidad y la individualidad de la memoria, de la que deriva la tragedia del olvido. Cita a Blake: “El tiempo es la dádiva de la eternidad”. Y de ahí va a parar a las paradojas de Zenón. Y de ahí a preguntas metafísicas.
En conclusión, 99 páginas mágicas, únicas. Lo bueno de las lecturas de JLB es lo que hacen pensar. Lo bueno de las relecturas de las obras de JLB es el universo creado, del que ya no puedes salir. Menos mal, para él, que no fue inmortal: me habría vuelto más loco de lo que estoy. Maldita metafísica.
Más verano en la ciudad.

La antesala y los gaticos.


Tela de araña.



viernes, 15 de agosto de 2008
Una de Helmut.

Derrumbe.

Acabo de terminar de leer Derrumbe, de Ricardo Menéndez Salmón. El mundo desacelerado es el mundo de la venganza. Derrumbe es una novela de gente inadaptada que lleva a cabo actos inexplicables. La ética y la estética cosidas con hilo de pescar. La muerte y su peso, y su cambio. La aberración no es marketing, está ahí cuando cogemos la prensa por la mañana. No es sorprendente el hilo argumental de estas 189 páginas. Fascinante, sí. Y las venganzas están a la orden del día. Unas dulces, otras más agrias, pero venganzas al fin del flan que siempre hay de postre en cualquier casa decente. El orden y la aberración van muchas veces de la mano. Y las obsesiones. Cuándo se nos mete algo en la cabeza es muy complicado sacarlo. Buscad y encontraréis, dice un pasaje bíblico. El problema es que la esperanza es un valor a la baja en la Bolsa sinfónica de la vida. Pero hasta los zombies tienen sus devociones. Y las fotos solitarias son difíciles de sobrellevar. Y siempre estamos tentados de entrar a ese bar a la vuelta de la esquina, siempre abierto. Y la luminosidad de los estribillos. Y entonces caes de rodillas, y que crees que te ahogas, que te falta el aire, que te pesan los codos, que te duele el alma y te ofende la inteligencia de los demás. Las cabezas de los locos son puzzles a medio hacer, nunca sabes cuál puede ser la última. Perder la vida, la propia y la ajena, por algo intangible, por algo imposible de tener, por algo imposible de imaginar. Las conductas híbridas de la postmodernidad, en la que cabe todo, desde mezclar ginebra con bebidas de colores a tocar una barriga preñada en mitad de un autobús, en la que caben, a la vez, Kant y Kafka, y un tipo sin piernas. Derrumbe, en fin, una novela con mayúsculas, de lectura obligatoria. Y punto.
Con amor, Liza.

Hoy vi Con amor, Liza, una peli para el lucimiento personal de Philip Seymour Hoffman. El tipo que nos aseguró con rotundidad, sentado en el suelo, que no estamos en la onda, interpreta aquí a un joven profesional en ascenso en el campo de la informática que de un día para otro se queda sin vida tras la huída al otro barrio de su esposa. La corona de autodestrucción que se impone le lleva a dejar su trabajo, enfrentarse a su suegra y estar aspirando gasofa todo el día. El momento, darse cuenta de la irrealidad de su falsa felicidad, el dolor contenido sólo en ocasiones. Y una carta de despedida que se niega a abrir. Peli de las que hay que ver y poner al personal para bajarlo de su poltrona, más falsa que un billete con la cara de Bin Laden. Aunque siempre nos quedan bajadas al infierno en la tierra, cactus, buitres y caminos estrechos, tipo San Juan de la Cruz. Porque al final, o antes del final, o al principio del inicio, el sueño se acaba rodeado de una aureola de sudor. Y punto.
jueves, 14 de agosto de 2008
Coraje.
Joyita de anuncio. Coraje, se llama. Es uno de los que ha hecho Nike para las Olimpiadas. Y encima con música de The Killers. Y una letra increíble. Y de las imágenes qué decir. Momento impactante con Lance luchando contra el cáncer y contra las montañas francesas. Empieza con la talcada al aire de Lebron, y luego cientos de imágenes se suceden en 62 segundos de ensueño. Por salir, salen hasta toreros. En un momento de la canción dice que necesita la dirección a la perfección. Y también que tengo alma, pero no soy un soldado. Y que vas a desanimarte tu mismo. Pues eso, una joyita.
miércoles, 13 de agosto de 2008
El azúcar no está dulce.



Fotodenuncia.
Agosto y el miedo.

Cuánto hijo de puta.

Las manos de Lidia.

martes, 12 de agosto de 2008
Una de precios.

Próxima salida...


Me encanta la ginebra...
El mar no cesa.

sábado, 9 de agosto de 2008
Emoción y desamor.

Otra de flores.



La pregunta es: ¿Hay un después? La gente, las culpas y todo lo demás.
Contigo no, bicho.
La otra mañana hablaron de esto en la radio. Contigo no, bicho. Sin comentarios. Como dice uno de mis mandamientos, el infierno es una cosa muy personal.
Me dan miedo.





sábado, 2 de agosto de 2008
viernes, 1 de agosto de 2008
Sueños de adolescente.
Esta noche han puesto en Cinestar una peli de Jennifer Jason Leigtht, Sueños de adolescente.Imaginad el percal. Un abuelo recalcitrante, aspirante a gobernador de un estado sureño de Usa que manda lejos de su casa a su hija alocada y a su nieto inmaduro. Año 1963. En su nuevo destino, el jovenzuelo, a sus 14 años, comienza a descubir, con la anuencia materna, lo humano y lo divino. Mientras asesinan (los tejanos dicen en el film) a JFK. Y a la de tres pasan muchas cosas. Una Misha Barton, niña y sin operaciones todavía, se queda encinta, y la madre alocada sigue a lo suyo. Y la óptica de los 60 de un país lleno de contradicciones: madres ejemplares que no son tan ejemplares, clínicas abortivas en las que te encuentras con las personas menos indicadas, el sueño de Drew Barrymore, el sueño de escribir como los ángeles, un indio que se hace llamar Pies Negros. Una peli con la que llenar huecos que ahora sólo tienen puntos suspensivos.Una buena peli . Y punto (nda suspensivo).
¿Qué no tienen sexo los ángeles?


Los sábados no hay mercado.

El separatista, que no terrorista para algunos, sale mañana. José Ignacio vuelve a casa por agosto. En mimesacojea hicieron un retrato en el que se resume lo mejor del personaje. ¿Y con esto que me quieren decir?. A mi sólo me da que pensar esta justicia tan ciega y retrasada que tenemos. Sólo nos quedan las flores y las ventanas.