No me gusta el otoño. No me gusta el chocheo. Eso de hacerse viejo y mearse en los tobillos, menos. Y menos todavía, cuando jodes mucho a la gente. Pues a ver si se muere. Y punto.
Tío, yo creo que eres un extremista por eso te cuidas muy mucho de decir que piensas.
Me leí un libro sobre el Club Bild...me impresiono tanto que le pedí a un compiamigo que lo leyera. El tema lo he dejado en una interrogación. Al margen, si tenemos claro que que el dinero es lo que mueve al mundo y estos son los más ricos y poderosos...
El castro chochea y es que eso de que nadie nunca te lleve la contraria te debe subir la certeza de la posesión de la verdad, alto muy alto. En fin.
Estoy con Leandro. El otoño me parece, como la primavera, una auténtica mariconada: o invierno o verano, qué pijo. Aclarándonos. Calor o frío. Las medidas tintas, para los concejales, los jesuitas y gentecilla de ese calibre. Y Fidel a ver si se va a tomar por culo de una vez. Sigo esperando declaraciones así de tajante de nuestros progresistas de salón, que se ponen sandalias hippies, camisas japonesas y gafitas de diseño.
Anele, cada día más gordo es lo que estoy, aunque Castro debe marcharse ya al otro barrio. Leandro, y con tres dedos. Rakel, siempre es bueno abrigarse, tanto o más que Clara. Rubén, lo suscribo todo, palabra por palabra. Elisabeth, con los años te darás cuenta de que estás equivocada.
Tío, yo creo que eres un extremista por eso te cuidas muy mucho de decir que piensas.
ResponderEliminarMe leí un libro sobre el Club Bild...me impresiono tanto que le pedí a un compiamigo que lo leyera.
El tema lo he dejado en una interrogación.
Al margen, si tenemos claro que que el dinero es lo que mueve al mundo y estos son los más ricos y poderosos...
El castro chochea y es que eso de que nadie nunca te lleve la contraria te debe subir la certeza de la posesión de la verdad, alto muy alto. En fin.
Entrada sin música. Estás menguando.
Ey ;)
ResponderEliminarMe gusta el frío en: la cerveza, el granizado de limón con dos dedos de ron, el agua del mar y la toma de decisiones
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAbrigate.
ResponderEliminarEstoy con Leandro. El otoño me parece, como la primavera, una auténtica mariconada: o invierno o verano, qué pijo. Aclarándonos. Calor o frío. Las medidas tintas, para los concejales, los jesuitas y gentecilla de ese calibre. Y Fidel a ver si se va a tomar por culo de una vez. Sigo esperando declaraciones así de tajante de nuestros progresistas de salón, que se ponen sandalias hippies, camisas japonesas y gafitas de diseño.
ResponderEliminarA mí me gusta el invierno, pero me aburro de él, como del verano, por qué estar en uno de los extremos pudiendo andar por enmedio? :$
ResponderEliminarAnele, cada día más gordo es lo que estoy, aunque Castro debe marcharse ya al otro barrio.
ResponderEliminarLeandro, y con tres dedos.
Rakel, siempre es bueno abrigarse, tanto o más que Clara.
Rubén, lo suscribo todo, palabra por palabra.
Elisabeth, con los años te darás cuenta de que estás equivocada.