viernes, 26 de noviembre de 2010

Misfits. Primera temporada


Salvo la música, el fútbol y distintos alcoholes (para las heridas, por supuesto), los british no me llaman la atención. Pero la primera temporada de Misfits es la de Dios. Seis capítulos que mezclan la risa con los dones sobrenaturales. Y si no te dejan tocar, pues te tocas.

Y es en la música de Misfits donde encuentro una de las diferencias con otras muchas series. Misfits es ilustración sonora constante.

Como los personajes, hay que ponerlos en un altar de veneración. Pero, sobre todo, Nathan.

Nathan. Menudo crack.

No intento aburrir con estas absurdas palabras. Los argumentos de Nathan se aman o se odian. Y yo soy su servidor, por supuesto.

Y todo lo demás, también.

2 comentarios:

  1. Estoy mu cansá, en cuanto pueda leere con atención, lo haré.

    ;)

    A mi me gustan la teoría del Bing Bang.

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