viernes, 10 de diciembre de 2010

El martillo rompe cristales

Depende si te abren la puerta o no. O mejor no. Mejor no le abras la puerta. Nunca. Mi sangre es tu sangre, y, tu casa es mi casa. Y punto.
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4 comentarios:

  1. Anele10 de diciembre de 2010, 13:07

    Cría cuervos y te sacarán ¡Cómo poco! los ojos.
    ;[

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  2. Felipe10 de diciembre de 2010, 13:55

    La sangre?

    Lo único que corre por las venas de algunos son litros de alcohol
    (8) ....

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  3. Anele10 de diciembre de 2010, 14:17

    Ffffffffff...

    jajaja
    ;)

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  4. Aina Rotger Vives10 de diciembre de 2010, 16:35

    Si mi casa es tu casa ¿significa que la tuya también es la mía? ¿o soy una ilusa?

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