miércoles, 8 de junio de 2016

18 días para el 26-J

Y me llega la tarjetita electoral, como si los Peaky Blinders llamaran a mi puerta. Y ahí va a parar en la embajada sueca en mi habitación, entre La broma infinita y Algo supuestamente divertido que nunca volvería a hacer de David Foster Wallace (la broma solo la llevo por la página 57, verano me queda). Y, por si fuera poco, a la derecha (¿?¡!) queda Miguel Espinosa en sus ediciones inacabadas de Escuela de Mandarines que algún día acabaré. Otra vez, curioso que no casual, asuntos que pasan en la vida. Y mientras, suenan deliciosos himnos infernales, cuitas sin joven que acabar con su vida, cables que no llevan a ningún sitio, cupones prociegos sin cobrar, relojes sin pila bautismal. Demasiados días de calor para esperar otro infierno. Otra vez. Otra.

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