martes, 5 de febrero de 2019

Kingdom. Primera temporada (seis primeros capítulos)

La velocidad. Cuanto no la tienes, la añoras; cuando llegue, quieres el freno de mano y derrapar y que se pare el mundo. Eso pasa al principio con Kingdom, que mientras te sitúas y te cuentan las cuitas del reino y sus clanes, va todo muy lento. Demasiado lento. Luego, la espada, la sangre, los cuellos, el rechinar bíblico de dientes. Es una serie pantojista (en cuanto a los incisivos frontales), si que se enseñan. Bastante. Y luego, que vivan los leucocitos, blancos o rojos o del color que sean (¿o eran las plaquetas?). Da igual. El espectáculo visual no para. Derrochador. Y el gusto que da ver una serie sin teléfonos ni móviles en todas las escenas. Eso también se añora, tanto o más que la velocidad. ¿Serie tarantiniana sin tacos? Las etiquetas. Debemos olvidarnos de esas etiquetas. Y de casi todas. Hasta en los peores momentos se mantienen las distinciones sociales. ¿Tan difícil es distinguir el bien del mal? ¿Cuál es la verdad? ¿Cómo se puede despreciar a alguien diciendo que "solo sabe leer libros"? Reflexiona Kingdom sobre las ratas, las que adulan al líder y las que salen por patas cuando todo se va a la mierda. A la deriva solo se puede ir a peor salvo que aparezcan héroes, luchadores. Y luego, la imaginación, y el alba como esperanza. Pero todo puede ir a peor. Ilustra Kingdom la (in)oportunidad de ciertos aspectos de la vida: lo que no queremos hacer y lo que estamos obligados a hacer, el respeto al que te trata bien y al piensa por los demás. Y el fútbol como escape, aunque sea con una pelota de esparto. Y la injusticia del pasado como guerra, impuestos y revolución. ¿Qué revoluciones nos han dado beneficios? Se pregunta el personal que nunca ha comido carne el modo de comérsela. Pero después de la tregua, el Infierno (como asunto personal, como colectivo sin remedio). Vómitos para todos. La caza de tigres y todo lo demás. Todos tenemos alguien parecido a nosotros. Muy parecido. Pero siempre hay que posicionar(se). Siempre.

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