martes, 12 de marzo de 2019
Suburra. Segunda temporada.
Vuelve Suburra. Vuelve el puerto de Ostia. Vuelve la jarana. Vuelve. ¿Se fueron alguna vez esta pandilla? No. Pero imitando a Guille, "ya están aquí". Rezar, huir, volver. Santa paciencia. Bendito lugar en el que uno dice quien puede trabajar. O no. Fútbol lazial y del otro (antes y después de Monchi). Y el problema de la inmigración (y del Estado, y de la Iglesia, y del mismísimo Dios). Vivan las elecciones en Italia. Vivan. Alcaldes y jodiendas con vista al río. ¿A cuál de ellos? ¿A qué colina? Fútbol, política y medicina, todo el mundo opina. ¿Sorpresas? ¿Quién quiere sorpresas teniendo a la mafia? Y la prensa, que tiene más influencia de la que creemos. Los voceros y sus pesebres. Viva el pesebrismo ilustrado. Todo son pirañas en esta vida. Vivan Las Pirañas. Todas. Todas Las Pirañas, da igual latitud y longitud. Confianza. Viva la confianza. La puta confianza. ¿Por qué perdonaba Julio César a los traidores? ¿El traidor puede pagar algo? Orgullo y secuestro. No. No hablamos de épocas victorianas, sino de la nueva Italia (o como decía el hombre de la camisa verde, "la penúltima nueva Italia, que mañana siempre hay otra"). Unidos por Roma, una ciudad segura, y miles de mentiras para vender otra gran mentira. En esta vida, como siempre recuerda Sergio Belmonte, "todo es mentira". De sondeo a sondeo, y el CIS de Tezanos pronosticando sobre VOX en Andalucía. O donde el tezanismo diga. ¿La Edad Media italiana en 2019? Oro sobre oro. Un político sin escrúpulos, un gitano, un poli y el jefe del puerto. Casi nada. Cambio de cromos. Siempre, con la política de fondo, se trata de cambiar cromos. Y en Italia, el cambio de cromos es deporte nacional. Derecha por izquierda, miedo por corrupción, etnia por suburbio. Será por cromos. Y venganza y sangre e intentar escapar. Pero hay veces que no hay escapatoria. Y no. Nunca. Ya lo dijo el Maestro de Gramática: "No hemos sido educados en la altivez del suicidio".
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