lunes, 30 de marzo de 2020
Cobra. Primera temporada.
Es fácil hacer comparaciones, viendo la primera temporada de Cobra, con la gestión gubernamental del gobierno español con la crisis del coronavirus. ¿Imprevisión? ¿Tozudez en el 8M? ¿Por qué no hay España un gobierno técnico en vez de una pandilla de patanes en su mayoría? Lo dicho, vas viendo escenas y vas comparando, una tras otra, incompetente por incompetente. El drama familiar y el drama estatal; la paronia familiar y salir impune de asesinatos; muertes globales y muertes particulares. ¿Por qué no vemos los centenares e ataúdes del Palacio de Hielo madrileño? ¿Se puede frivolizar en risas con una Mascletá en un plena rueda de prensa ministerial? Empieza Cobra con una escena en la Universidad de Liverpool cuando el Primer Ministro es señalado como "escoria fascista". Ya se sabe que el comodín "facha" o "fascista" vale para casi todo. Para casi todo, aquí en y en la Pérfida Albión. Putos comodines. La situación de crisis, por una tormenta solar (que nos recuerda a El gran apagón) que deja sin luz eléctrica, sin suministros y con cortes de carretera muchos territorios británicos. Y de ahí, al desastre, a la deriva de "mandarnos a la mudanza". ¿Qué hace un gabinete de crisis en una crisis? ¿Podemos fiarnos de los políticos o solo de los militares? Cuenta Cobra como dentro del gobierno británico hay un sector que pretende sacar rédito político a costa del Primer Ministro. ¿Nos sueña? ¿Nos suena, verdad? "Una semana puede ser mucho tiempo en política". No dice Cobra, con flema británica, "que no se pueden hacer chistes sobre veganos ni sobre trans". El Partido Conservador se pasa al lado oscuro, poniendo un impuesto a las grandes fortunas cual podemismo ilustrado. Siempre buscando el aplauso fácil, la crítica al zarismo orteguiano. Da miedo pensar las reuniones ministeriales, las de Cobra y las de España en tiempos del coronavirus. ¿De verdad no prohibir el 8M fue una gestión recomendable? ¿Qué decimos del doble guante de la ministra vasca del gobierno español? ¿Por qué el gobierno en Cobra no admite sus errores? ¿Por qué el gobierno español de Sánchez no admite sus errores? ¿Por qué el gobierno de Rajoy se bajó los pantalones en el tema del 1-O y no admitió sus errores? Plante Cobra el asunto de la moción de censura la primera temporada de Cobra, aunque el PM, antes metido en jaleos trainspotianos, decide convocar elecciones. Los señores votantes del PP deben recordar que este gobierno llegó al gobierno gracias a la no dimisión del peor presidente de la historia de España, Mariano Rajoy. Se habla mucho del olvido de la UE en tiempos de crisis de los gobiernos del Sur. A lo mejor, nosotros, con nuestra mierda institucional y multiplicidad de entes y gobiernos, nos hemos olvidado de Europa. En una discusión en el gobierno brexitiano, se dice: "Votaste por dejar la UE, o la raza humana". Quizás sea el momento de dejar la UE y volver a la cultura del barbecho español cuando todo esto pase. O no. ¿Cuáles son los valores superiores de los valores occidentales? ¿Podrá resucitar un Estado después de una crisis? ¿Podrá España recuperarse en esta década de este sindiós? ¿Cómo aprender a estar sin agua y comida? Dice hoy Alsina en su monólogo que el gobierno Sánchez calculó mal y que hay que poner nombre a los "expertos" que proponen... y no ocultar los errores del gobierno. Y en ese drama personal, el cansancio se nota. ¿Cómo afecta el drama personal de tener una esposa con corornavirus, una madre con coronavirus, un suegro con coronavirus, un médico personal con coronavirus?. "La gente cansada toma malas decisiones", se escucha en Cobra. Malas decisiones. Muchas malas decisiones. Si quitamos a fuerzas de seguridad, al Ejército, a los sanitarios, a supermercados... se salvan. El gobierno, no. Su gestión, utilizando terminología franquista (¿ya no se habla de Franco?), es "manifiestamente mejorable". Muy mejorable. Infinitamente mejorable. Siempre tarde, como un central lento y gordo en un equipo de Arrigo o de Paco Jémez. Pero Jémez no se cortaba en hacer cambios en el minuto 25. Aquí parece que no hay arrestos para cambiar al Illa de turno, o eliminar el Ministerio de Igualdad o el de Transición Ecológica. ¿Cuántas camas de UCI se podrían tener con el presupuesto de estos dos ministerios absolutamente prescindibles? Pues eso, miremos a Europa, que Europa tiene la culpa de todo. Y Cobra tiene el valor de mezclar las mafias extranjeras en tierras de Gran Bretaña, las violaciones de manadas extranjeros con la situación del país. No es incompatible. No. Hay que tener valor para subrayar lo subrayable aún en las peores situaciones. Olaf el Vikingo, no tenía miedo. No. Nosotros no debemos tener miedo para decir los asuntos más feos en voz alta. No. Y si hay que recordar Colonia, como yo hago en clase, se recuerda. A mis alumnas les recuerdo esa Nochevieja del 2015 cuando andamos por diciembre en clase y hablan de sus fiestas y sus vacaciones. Otra frase que deja Cobra: "Prefiero que me odien a que me olviden". ¿Alguien podrá olvidar la pésima gestión del gobierno Sánchez en la crisis del coronavirus? ¿Alguien? ¿Nadie? ¿Vida inteligente? A lo mejor si se le critica cuando nos quedemos sin agua embotellada, pero no desde los medios de comunicación comprados con publicidad institucional. Esos, de crítica, cero. No se pongan las imágenes de ataúdes, no; del perro ebolístico, Excalibur, todas y cada una. Todas y cada una. Aparece abalísticamente en Cobra un líder en la zona roja, en la zona donde no hay luz, que deja también frases suburbiales hasta que se lo quitan de circulación: "No le importamos a nadie salvo si hay elecciones y necesitan nuestro voto".
Aprovechad el tiempo, no vaya a ser que no tengamos futuro y seamos carne de incineración y nos pierdan en mitad de un cementerio. Aprovechad, no vaya a ser que nos quedemos sin tiempo de ser infelices. "Una semana es mucho tiempo en una emergencia nacional". Nosotros llevamos más de 15 días y esto es un cachondeo. Nadie se acuerda del 11M y de aquel 13M, y del manido "no nos merecemos un gobierno que nos mienta". No. Ahora es tarde, debemos asumir nuestra fragilidad, la inutilidad de muchos políticos, los malos presagios de los murciélagos ("¿por qué están más protegidos los murciélagos que los códigos nucleares?") y de pensar en la dificultad de leer a Tolstoi. Muy difícil. Y quizás, la frase que lo resume todo y que en Cobra se repita: "La gente muere por su gobierno". Pero, a lo mejor, no somos lo suficientemente adultos para hacernos esa pregunta. Y tampoco "nadie lo quiere dejar después de un mandato tan breve".
Coda :"Las niñas pijas ricas no deben ir a la cárcel". No sé el motivo de apuntar esa frase de Cobra. No lo sé. Veremos si con el tiempo alguna niña pija rica tiene que ir a la cárcel por su incomptencia.
Coda 2: Como tenemos poca memoria, Cobra nos recuerda las matanzas de Visegrad, que fueron anteayer, aquí en Europa, en Los Balcanes, en Bosnia, en el verano de 1992.
Coda 3: ¿Alguien vio a la ministra de asuntos laborales españoles en la rueda de prensa del domingo? Aquí dejó Luis Alcázar un apunte importante. Solo uno, uno de tantos que estos días nos sorprenden.
Coda 4: Estamos incinerando a casi mil muertos diarios por coronavirus y aquí no dimite nadie. Nadie es responsable. Quizás, después de lo votado, habrá que recordar a EHDLCV y las frases míticas en mitad de la 301: "Cada uno tiene el diablo que se merece".
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