martes, 19 de octubre de 2021
Megacuarenteno en La Gran Batalla por Murcia (II)
Dice el amigo Jesús al inicio de Megacuarenteno en la Gran Batalla por Mucia que “todos tenemos algo que contar de aquellos días”. Y pone las palabras angustia, incertidumbre y preocupación en el alambre. Habla de personicas y de superhéroes. En la primera parte, Murcia ciudad abierta ya te encuentras con catedrales y tanques, habla de imágenes espeluznantes, te encuentras a La Menina entre imperios y ejércitos covidianos. Nos muestra, como yo haré esta noche y muchas noches, al pastel de carne como valor esencial. Recuerdo que poco antes de esa mitad de marzo de 2020, cuando todo cambió, ver con los alumnos de 3º la serie Chernobyl a la que se refiere Jesús, y charlé con los alumnos (y les encantó la serie) de los efectos secundarios de muchas cosas. Pero no todo es capital, que también existe Cartagena y el submarino y las “cepas sibaríticas” a las que se refiere Jesús. Y un asiático para todos, y la señalización camino de Aljucer, o de Bullas y La Manga, y la parroquia de Los Belones como fuerte betiano, y la capital monteagudiana… En la segunda parte, Necesitamos un superhéroe, no hay ojos para los que mandan, hechos bolas, entre pinchos y montaditos. Y la araña Marlene, y los ánimos y las transiciones entre covientierros… O algo así, que me falla la memoria. En la tercera parte, al servicio del ciudadano, mientras la gente trabajaba, otros (los políticos) bostezaban o, directamente, dormían. Mientras revisitaba La Gran Batalla por Murcia estaba leyendo Contra la España vacía, donde Sergio del Molino subraya con boli rojo la incapacidad inicial de nuestros políticos para conseguir material sanitario las primeras semanas del asunto… ¿Qué hicieron nuestros políticos? ¿Siguen en la fase REM? Y las imágenes del Comisario Bruno (no sé si con el botón de la casaca abrochado… pidiendo ayuda a Megacuarenteno). Y la araña y el oráculo, el sabio del Cabezo, y los errores de la Historia, y la gripe española… En la cuarta parte, Asalto al laboratorio del General Covidius, siguiendo los pasos garrigosianos del sabio, Megacuarenteno va por el laboratorio secreto, siendo Monteagudo la auténtica Coviliandia, y a aparece la Hermandad Secreta, y el efecto limón, y la jefa impartiendo… En la quinta parte, Cara a Cara, aparece la circulasísima plaza y sus 47 grados, y camino dirección al Lugar de Don Juan, y la Iglesia de Aljucer con caretos conocidos y el cadenicas soltando perlas: “he disfrutado a tutiplén como algunos políticos”. Y planes de evacuación y bases secretas y todo lo demás. Cohetes para todos. Para acabar, la sexta y última parte, Extinción o victoria, una especie de Casa habitada por murciélagos, con portaaviones y San Ginés de la Jara, y un cartel, como si del 7 de octubre se tratara, con el lema “El Mar Menor os necesita, por favor no lo contaminéis”. Y la famosa Hipocampa, y La Fuensanta y los globos y todo lo demás.
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