Hace 36 minutos
jueves, 19 de abril de 2012
Me dormí a las 23:34
Jodidos veranos. Jodidas primaveras que parecen veranos. Balas que hicieran falta para acabar con oposiciones y con gobiernos. Pies demasiado calientes, mentes calenturientas demasiado aneuronales. Dios pendiente de otras cosas. Discos olvidados que ya no suenen en ninguna gintonería. Camas con edredones de bebé. Infierno oscuro. Recuerdos. ¿Y ahora qué hago con las manos en las rodillas y con el sudor en el pecho? Todo en venta y nadie que quiera comprar. Campeones derrotadas en ciudades lluviosas. Trajes examinados por mamá. Evolution que hoy no es escuchada. Gasolineras que medio llenan depósitos. Casas repletas de mentiras. Progamas circulares en armarios empotrados. Pana para generaciones pasadas. Diversión aún más olvidados. Todos ya es imposible. Abandonos de miércoles y jueves. Éxitos que parecen del siglo pasado, o, tal vez, simplemente lo son. Noches que, sabes lo que pase, no vas a dormir. ¿Por qué no matamos a todos los psiquiatras del mundo al mismo vez? Viva la locura!!! Y, luego, las palpitaciones de la lucidez. Las terapias, para el nicho. Y el Banco de España, lleno de telarañas, con latidos de enfermo terminal. Y, a través de ese dolor, nervio enfermo hasta mover montañas con trinitrotolueno. Y, otra vez, abandonos. Pero el crujir que no falte, que siempre hay versículos bíblicos que utilizar fuera de contexto. Y fuera de todo, incluso de la Biblia. E incluso, bajo esta atmósfera asfixiante hay momentos memorables que recordar. Aquel instante entre las 17 cincuenta y cuatro y las 18 cero cero. Explorando matorrales de insatisfacción. Ideas congeladas. Soportes inconexos. Jodiendas en las que ni las bahías explican nada. Escarcha prostática. Groenlandias de imaginación para el siglo XXI. Muertes necesarias, previsibles, cíclicas, homéricas, de políticos que antes eran trabajadores y en el futuro una simple nota en wikipedia. Y más ofertas inmobiliarias que leer en twitter. El frío que siempre existió es un truco de marketing, algo intangible que nunca tocaremos más. Y cien mil ceros que no valen para nada, ni a la derecha ni a la izquierda. Y capítulos que nunca se terminan de bajar, y momentos perdidos, y todo lo demás.
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3 comentarios:
Deberías escribir más, se te da muy bien.
;-)
El problema va a ser dormir, que en 5 horitas y pico tengo que hablar/gritar en 1º de la ESO...
Como dices: el crujir que no falte.
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