jueves, 4 de abril de 2013

Drive

Drive es una peli de silencios y, a la vez, de una banda sonora de las que no se olvidan. El señor Ryan Goslin, repeinado y grasiento, dulce y asesino, como cuando era profe de historia rodeado de negros en Half Nelson. Silencios que hacen esperar, mafiosos de pacotilla que necesitan una muerte soprana. Goslin, el chico, y una Carey Mulligan que parece mayor de lo que es, ojerosa, madre y tierna como casi siempre. Pero entre la sangre y la grasa, todo se tuerce. Y, además, con un W.W. cojo y tontín, al final todo son líos. Pero líos con buenas música.

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