Hace 24 minutos
viernes, 2 de julio de 2010
Gravity. Primera temporada.
Responde hoy Fran Fernández en su blog a la pregunta sobre la canción que sonaría en su funeral. Y lo tendría jodido escoger sólo una. Podría decir un partido de fútbol para poner una ilustración visula, o uno de basket, o quizás un libro. Pero una canción, sólo una, dificilísimo. Quizás el Roads de Portishead o la Caja del Diablo planetaria. Pero este no es el tema del día.
El tema del día es la primera temporada de Gravity. Estos capítulos cuentan la historia de una serie de personas que van a un grupo de terapia tras resultar fallidos sus respectivos intentos de suicidio. Ya sé que hay más uno al que no le hace gracia que salgan a relucir por aquí tipos como Ian Curtis o como David Foster Wallace. Evidentemente, como diría el Maestro de Gramática, don José Perona, nos recordó alguna vez que "no hemos sido educados en la altivez del suicidio". Lástima, añado yo. La vista es un chiste pero el final no tiene gracia. O tal vez si.
Lo que cuenta Gravity es el antes y el después de esos intentos de suicidio; también cuenta los vínculos afectivos que se crean entre los miembros del grupo de terapia; las sensaciones de los familiares de los protagonistas ante la "la nueva vida" que tienen las personas con las que comparten material genético. No sé, no sé. Momentos cómicos y momentos trágicos hay en la vida, en la muerte y en los intentos fallidos de suicidio.
A ellos se une un pseudopolicía que es la sombra de más de un personaje que tiene problemas con el juego y con su propia vida. No sé cual sería la banda sonora de mi entierro, ni la banda sonora de un grupo de suicidas, tampoco es que me quite el sueño. Lo único que sé es que merece la pena ver esta primera temporada de Gravity para pensar antes de juzgar a las personas que lo hicieron y tuvieron éxito, a aquellos que no lo tuvieron.
¿Por qué? ¿Hace falta preguntárselo? ¿Hace falta un martirio emocional para llegar a la catarsis? ¿Y si luego acabas convirtiéndote en un jodido apóstol converso? No he sido, ni seré, profesor de Ética, ni de Ciudadanía, pero no sabría que responder ante este tema a un niño de 4º o de 2º de ESO. Tema complejo, pero lo que destaco de Gravity es el tratamiento que se hace de dicho tema. La vida ya es lo suficientemente complicada, no está mal poner la tel y ver de vez en cuando algo decente. Y punto.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Buenísima selección de música.
Publicar un comentario