viernes, 17 de agosto de 2012

La (in)justicia

Antes, cuando tenía empleo, decía, por si alguien quería escuchar, que en este país no existe justicia. No existe. Es imposible. La justicia no existe. Existe un tipo que interpreta la ley. La ley no existe. Existen interpretaciones. Como el jodido fútbol. ¿El fin justifica los medios? Vaya usted a saber. Lo único que digo que tipejos como este sólo deben morir en un sitio: en una cárcel de juguete como las que tienen, con piscinita pamplonica y todo lo demás. Esas cárceles en las que brindaban cada vez que era asesinado un guardia civil, cada vez que era asesinado un policía nacional, cada vez que era asesinado un policía autonómico vasco, cada vez que un niño de meses era asesinado en una casa cuartel, brindaban, ya no sé si con champán francés o cava. Esa el la duda que tengo. En fin. Así nos luce el pelo, con cesiones como esta. ¿Qué será lo próximo? ¿Un terrorista de lehendakari? Y todo lo demás.

2 comentarios:

Atila el Huno dijo...

Bueno, no falta mucho. Ya van en coche oficial y ostentan la alcaldía de San Sebastián. Los vascones siempre obtuvieron sus prebendas gracias a la violencia...desde que aquellos 25 mil mercenarios númidas desertaron del ejército de Aníbal durante el paso de los Pirineos.
Lo que sí está claro es adonde conduce el borreguismo maqueto. Habrá que tomar nota.

supersalvajuan dijo...

Así nos va, Atila