Hace 27 minutos
miércoles, 30 de enero de 2013
Esta noche me escandalicé
Esta noche no tuve un sueño. No tuve fundaciones, ni tuve IDEAS. No tuve un sueño. No tuve un empleo como tesorero de un partido gaviotero, ni tuve millones en la embjada de la Cruz en Suiza, ni, por tener, me encontre sobres, ni llenos ni vaciós. Esta noche no tuve un sueño. Compré ayer tres cupones, pero no me tocaron. Como no me tocaron los decimos de Navidad. No tuve esa suerte antes de ejercer de alcalde, o de hijo del alcalde, o de cuñado del hijo del alcalde anterior. Ni eso. Esta noche tampo soñé. Con la ilusión que me haría a mí inaugurar un aeropuerto de esos peatonales, de esos de 800 millones de Euros, con mayúsculas. O de mil. De mil millones. Y en vez de a la sombre, intentando soñar iba a ponerme a la umbra, pero tampoco. Eso son especulaciones, como todo el mundo sabe, la sombra es mejor. Ni intentar soñar voy a. Así, en plan indio, porque he tenido la suerte de evitar soñar que estaba en una comunidad autónoma y que me quitaban el trabajo y los consejeros de turno, y sus directores generales, y sus subdirectores regionales, y hasta el de las fotocopias, todos, estaban de putas y con coca hasta la neurina. Tampoco. Ni de coña pude soñar eso, joder. Ni pude soñar en que me indultaban, ya fuera asesinando gente en coches por España, porque yo no tengo esquizofrenia, ni otras epidemias coléricas. Ni pude soñar en inventar verbos. No pude soñar en ser creador de verbos que en el futuro estén en los diccionarios RAES, e, incluso, en los diccionarios que vendan los chinos en su China Shop. Que sí, higadillos, que se puede comprar diccionarios en los China Shop. Pero a lo que iba sin irpf, que no se pueden juntar dos impuestos en una misma frase, eso solo se puede hacer en la palabra nómina. Inventar verbos, eso era lo que yo pretendía hacer en el sueño. El otro día me soltaron uno al oído pero me costó entenderlo porque sonaban Los Acusicas de fondo en el bar y ya se sabe que Los Acusicas son sagrados, tanto o más que Míster Varela. Pues que me dijeron los nuevos verbos. Uno no me sonaba de nada: carromerizar. Ni idea. Me han dicho que por las tascas del reino valcarcil va un individuo, viernes y sábado, haciendo turismo de rallies en islas del Caribe. Que a veces pueden existir consecuencias, pero... y lo bien que te lo pasas. Tampoco pude pensarlo. Lástima, como decía don Andrés en el tenis. Lástima. Pues eso, me dejo que estoy escuchando la ópera que está preparando Davis sobre el Katrina en la tercera de Treme. Tampoco pude soñar que en la tele varcarcil, esa por la que nos sablaron y lanzaron a maestros de primaria al paro forzoso, un ideólogo y guionista hiciese una serie sobre el terremoto de Lorca del 11 eme. Pero no. Luego me desperte. No me había meado en la cama. Los Lakers estaban ganando y Gasol era suplente. Carmelo seguía enseñándonos esa noche porque debemos adorar al West Baltimore. Seguía teniendo un Curro Jiménez colgando del techo mientras mi vecino sigue teniendo la bandera de España desde el 12 de octubre de 2009 colgando de su balcón. Pues eso, que la vida sigue igual, pero yo soy más de Raphael. Y por eso, me escandalicé.
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4 comentarios:
Siempre te dije que le debías a dar a la tecla, a la pluma, al escribir, al margen del boli rojo.
Lo haces rebien.
Ah TREME...voy por el séptimo. Grandes músicas, grandes corruptelas, grandes series.
;-)
Me alegra que la Remeditos,esté mejor de su estómago.
Elena, me has adelantado con Treme...
Rakelilla, horquillas para todos.
Me das miedo cuando escribes tanto, pero esta vez la equivocada era yo. :)
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