jueves, 19 de abril de 2018

The Looming Tower

Se ha escrito mucho sobre el 11-S. Quizás no lo suficiente. Y no fue únicamente el 11-S. The Looming Tower, con saltos temporales entre el 1998 y el 2004 (investigación sobre los atentados del 11-S), nos cuenta el antes y el después, los atentados de la embajada de USA en Kenia y las ramificaciones de Al-Qaeda y las luchas intestinas entre FBI y CIA y entre asesores y generales y tipos que aquel agosto estaban de vacaciones. Tengo periódicos del 12-S, tengo grabado a fuego las palabras de Ana Blanco en un telediario, de Matías Prats en otro, recuerdo pasar a casa de Sole a ver la CNN por las tardes aquellos días y ver por la noche el programa de Máximo Pradera hablando del tema en Antena 3. Todo como si fuera ayer. Ayer mismo. The Looming Tower habla de errores y celos, de rebeldía y ocasiones perdidas, de tipos que juegan con varias barajas y no tienen ganas de volver a casa. Y de que toda aquella mierda, si muchas personas hubieran hecho su trabajo y olvidar recelos, la Historia hubiese sido otra. Quizás hubieran atentado otro día y otras instalaciones y edificios, pero el 11S, jugando a Historia Ficción, se pudo evitar. Estos días, terminando de ver con mis alumnos The State, me preguntan el motivo de que occidentales se enrolen en ISIS. Estamos educando, o intentando educar, a una generación que no tiene ni idea del 11S, del 11M, de los atentados de Londres y de tantos disparates que se han hecho mezclando religión, odio al imperialismo y cuarenta asuntos más. Podemos ayudar, aunque sea un poco, a no olvidar estas fecha, y como hace The Looming Tower, a aquellos que murieron luchando contra el terrorismo. Y punto