martes, 17 de septiembre de 2019

Dimisión naranja

Había alerta, pero no era naranja. Aunque el color era más fuerte, más otoñal aunque veraniego, el tipo, Mr. 112 decidió ir al teatro. Compromiso familiar. No era un entierro, no era la firma de un divorcio, no era la apertura testamental de una posible futura herencia. No. No. Era AG, era un domingo por la tarde en la BBC, una noche en la ITV, un lunes en BT viendo la liga inglesa femenina. No. Tocaba ir al teatro. Ahora toca ejercer la misma exigencia política (dimisión/cese/exilio del extinto reino valcarcil) que se hizo con gaviotas y rosas. Y nosotros, el resto, los que pagamos impuestos, podremos ir tranquilamente al teatro. Al jodido teatro. Coda: Se cumple otra vez el Principio de Peter (PRP), por el cual todo el mundo asciende hasta su máximo nivel de incompetencia, y da igual (o no) que te parezcas a CV-N. Y todo lo demás, también.

4 comentarios:

jm dijo...

Se le hubiese perdonado si se hubiese ido a la opera. Como castigo a recoger atunes a La Manga.

rakel dijo...

Sólo fueron 2 horas y se durmió en la representación.....atunes o escoba para el barro....no se va uno de Su puesto de trabajo cuándo más complicada está la situación..no.
A dormir.... al Romea.

alfonso dijo...

Le ha pasado por pasarse de listo. No saben ni ser jefes.

supersalvajuan dijo...

Sois exigentes con el señor. Todos tenemos un sueño en un teatro, en un concierto, en un SOS...