sábado, 1 de marzo de 2014

La parte española del Ebro

¿Quién dijo miedo? La vergüenza del rajosorayismo es cada día más patética. Siempre hemos hablado por aquí de que en los últimos gobiernos de la mal llamada democracia (y en los primeros) el principio de Peter estaba muy bien representado. Desde don Adolfo, jactándose de no terminar un libro, a la actualidad, donde los "gabinetes" de comunicación y los secuaces de senadores, ministros, congresistas y falseadores de ceuves varios, muestran su incompetencia a la velocidad de la luz. De la mismísima luz. En fin, que alcanzando el nivel del peor alumno de PCPI, hoy toca hablar del Ebro. De la parte española del Ebro. Ni más ni menos. Se dice pronto. La parte española del Ebro. La siguente pregunta (no, no hablamos del Tajo, ni del Duero, que Portugal fue un regalo a Alfonso de Borgoña en el siglo XII o cuando fuera) nos lleva a la parte no española del Ebro. ¿La revillística Cantabria? ¿Castilla y León llena de castellanos sin castillo como diría Olmos? ¿La Rioja del vino? ¿La Navarra de Barcina? ¿El Aragón del chófer de Drácula o el de Alfono I El Batallador? ¿País Vasco? ¿Cataluña? Vaya usted a saber, joder. Y todo lo demás.