miércoles, 12 de marzo de 2014

Satanizando el miércoles

) Entre preguntas sindicales de las oveja sin cencerro, de las de llegar al sexto infierno (con minúsculas, por supuesto), con un hambre que para qué y tirado en una silla centenaria, empieza Aute a aullar con la armónica de fondo. Con pinta de vagamundo profesional y citando a Dylan, ni mas ni menos. Y dice que anda suelto Lucifer, con su rabo picante mirando en el calendario en que cae el 30 de abril. Miércoles. ¿Será uno de sus últimos miércoles de trabajo? Y Belcebú, hecho un general, en plan corsario, hecho un Nelson con cuatro copas, con la locura en el cuerpo. Están las cosas pardas, dijo el sindicalista. Muy pardas. Brumoso está el asunto, y ya no hay consejero al que chillar, y las palabras se las lleva el viento. En una de sus Greguerías, el gran Gómez de la Serna, con lucidez pestilenta escribió que "la muerte es la abrepuertas fatal. Tiene ganzúa para todas". Entonces, en mitad de la nada, cambia la estrategia que ya estaba (mal)parida y al borde del derrumbe. Y, el alma, granuja, escurre el bulto, revisita miles de galaxias, no encuentra la fórmula, y el progreso fascista piensa de manera distinta. Y todo lo demás.

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