domingo, 26 de abril de 2015

La Murcia fecal

Aquellos socialistas que saquearon Murcia trajeron a estas gaviotas que han llevado al reino/sultanato a la quiebra más absoluta. La Murcia fecal, la que no sale siempre en la prensa es la que tenemos que ilustrar con palabras. A 28 de las elecciones municipales y autonómicas hay que denunciar delitos y faltas de nuestros políticos, corrupciones y prevaricaciones, mierdas y jodiendas con vistas a la bahía. El olor desagradable de la corrupción de la Murcia fecal llega a todas las esferas: políticos varios que no saben lo que es un cajero automático, concejales de deportes con un C.V. de portero de discoteca, concejales sin estudios, chusma variada que incluyen distintos tipos de peste pero que luego luce las mejores galas encorbatadas para ver la procesión de los Salzillos (que según un manual de una importante editorial española son valencianos). Así nos va. Pero no se puede olvidar porque si no el escarmiento será peor. Si olvidamos el saqueo socialista de los primeros años de la puta transición y los veinte largos (de honradez) gaviotil el escarmiento será peor. Harán sangre como la han estado haciendo hasta ahora. En nuestras putas caras se reirán. No hacen caso a la guardia fundada en 1844. La prensa calla ante tanto escándalo pensando en la publicidad de los partidos de aquí al día 24 de mayo. Es escandaloso, pero esos mismos periodistas que hoy callan son los que llorarán suplicando empleo como jefes de prensa del concejal de turno o del alcalde imputado de cuota cuando cierren los pocos diarios de papel que todavía podemos encontrar. Todo se fue a la mierda en la Murcia fecal pero hay que denunciarlo. Ya está bien del aplauso en mayo. Ya está bien: queremos pitos, queremos luces en mitad de la penumbra. En la patria de la corrupción hay que sobrevivir pero que no nos tomen por gilipollas. Ya está bien. Queremos condenas para los corruptos. Queremos que duerman en celdas, queremos que paguen por lo que han robado avariciosamente. Unos y otros y los de más allá, y los que hoy van de regeneracionistas ya están pensando en pactar con la X de turno para conseguir una vicepresidencia autonómica o tres concejalías importantes. La misma Murcia fecal pero con distinto collar. Y entonces, gaviotas y capullos, hablan de que vienen los malos sin experiencia. Los pozos negros de la Murcia fecal han dicho basta. Basta. Basta. Ya no podemos más. Pagad el IBI, buenos contribuyentes. Pagad y seréis sodomizados por políticos inmundos, por gentuza con concejalía o consejería, por Pizzolatos sin talento que no saben escribir sin faltas de ortografía. Removiendo la Murcia fecal ya sabemos lo que vamos a encontrar. Está claro. Pero hay que remover y publicar. Con datos y señales. Con casas y plazas para autos, con herencias recibidas y parentelas curiosas, que no casuales, que las casualidades no existen. Los cainitas de la Murcia fecal están anunciado las plagas bíblicas si hubiera la derrota que no va a ocurrir. Con el orinal en la mano y el coche público en la puerta anuncian un Apocalipsis que dejan al Evangelista San Juan en paños menores en mitad del Mar Menor. Hay que hacer caja este mes para seguir haciendo caja desde el día 24 de mayo, no vaya a ser que... Desde el coro de la catedral que nos regaló la isabelina reina hoy más de uno se santigua pensando en lo que nos deparará esa jornada electoral del penúltimo domingo del quinto. Hoy más de uno piensa en Toby Ziegler, y en una de sus frases míticas: "Que tus inseguridades sean tus silencios". Y todo lo demás. Coda: A falta de estómago para otros himnos, hoy seguimos con la letra de Motores de combustión. Algo bueno tenía que tener el domingo.
Fuiste tú quien llamó a mi móvil siete veces,
fuiste tú quien subías a escondidas a mi habitación, 
tú me dijiste que siempre estarías ahí,
me prometiste que si estaba triste estarías junto a mí, 
siempre me acuerdo del día en que te conocí, 
y no puedo dejar de pensar un momento en tí.
Fuiste tú quien dijiste que no pasaba nada, 
eras tú quien pensaba que podríamos llevarnos bien, 
yo me perdía y nunca sabía que hacer, 
tu sonreías y yo me sentía en el cielo otra vez, 
al final tienes que reconocer que yo tenía razón, 
eras tú quien iba a partirme el corazón, 
al final tienes que reconocer que yo tenía razón, 
esto solo va a servir para hacer esta canción, 
le echaste gasolina a mi coche diesel
y fui yo quien tuve que pagar la reparación. 
Coda 2: Luego nos arrepentiremos de no jugar al máximo, de no apostar al ganador, de no jugar con reglas simples y fáciles en vez de hacernos pajas mentales jugando a inventar la fórmula del agua en polvo.

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