jueves, 10 de diciembre de 2015

Recordando días de lluvia

Se nos sigue atragantando la comida. LLueve un día de cada cuarenta, y no nos damos cuenta de ese privilegio. Y nos quejamos. De vicio. El infierno sigue siendo una cosa muy personal y sigue mucho imbécil suelto y, también, en sus casas.

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