lunes, 9 de mayo de 2016

El clímax de lo peyorativo

El maltrato que sufrimos por parte de nuestros políticos roza el clímax de lo peyorativo. Se dejan sin regar las plantas otro día más, y aquí como si no pasara nada. Otro día más. Cobrar, cobrar y volver a cobrar. En mitad de la parábola del insulto, sigue el robo sistemático con los impuestos, sigue esa sospecha infatigable de la ausencia de honestidad. En ese bucle inacabable, todo es mentira. No hay deseos que pedir a estos indeseables. Y todo lo demás.

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