lunes, 4 de diciembre de 2017

Ley y Orden True Crime: El Caso Menéndez.

No. No toca hablar de O.J. No. Aunque se solaparon en el tiempo, y eran ricos, y se cruzaron por la cárcel del condado, no toca hablar de O.J. Hoy toca hablar de Ley y Orden True Crime: El Caso Menéndez. Sí. Le pongo la tilde por mis arrestos. Porque, de momento, y con el adviento y las velas de colores por delante, seguimos en España. Y si escribimos Méjico con jota, escribimos Menéndez con tilde. ¿Motivos para verla? Edie Falco. ¿Hacen falta más motivos después de la primera de Oz, después de Los Soprano o después de Nurse Jackie? No. Son motivos suficientes. Pero la historia es buena, no hace falta meter(se) con su peinado. No. Familias de ricachones de BH con problemas traumáticos: niños que sufren abusos de parte de sus padres que se hacen adolescentes y siguen sufriendo el abuso de sus padres y que se quieren marchar de casa y siguen sufriendo el abuso de sus padres. ¿Y qué hacen? Coger las de VillaDiego y tirar por el camino más traumático y coger las escopetas. Y matar a sus padres. Por hijoputas. Y ahí empieza el lío. ¿Está justificado esa medida drástica? A favor, en contra, ni si ni no sino todo lo contrario, mi opinión es que no tengo opinión. Traumas para superar traumas, adopciones, abusos que vienen de generaciones anteriores, jueces malparidos, la televisión metiendo cizaña, mierda sobre mierda y, encima, televisada. Buen intento, aunque con lagunas, el de Ley y Orden True Crime: El Caso Menéndez.