miércoles, 30 de junio de 2010

Crónicas vampíricas. Primera temporada.


Ya sé. Ya sé que con la generación Crepúsculo todo es distinto. Que una novela vampírica sea vampirizada por cine o televisión, y ya no volverá a ser lo mismo. Pero no son comparables.

La frase de los últimos días dice que el mundo está al revés porque "todo junto se escribe separado y separado se escribe todo junto". Y a mí que!!!

Con las adpataciones cinéfilo-televisivas de historias en negro sobre blanco pasa como con el fútbol, una vez que estás en ese estadio todo cambia, hasta lo más insignificante es grandioso.

Lo primero es la comparación con True Blood habla de sus puntos en común. Yo sólo puedo replicar que al ser tan escasa la historia de los Estados Unidos, las fundaciones y las Guerras del XIX son un tema recurrente. Muy recurrente.

Aquí los saltos en el tiempo nos llevan y nos traen de 1864 a 2010, y también a algunos acontecimientos intermedios en menor medida. Los vampiros protas, los hermanos Salvatore, Stefan y Damon vuelven al pueblo de sus entretelas con intenciones varias.

Pero tanto la vida, como la muerte, como la no muerte, son complicada. Los ángeles furiosos incluso pueden endemoniarse, según cuentan las Biblias de toda la vida de Dios. Pero también hay dramas personales, juventudes interrumpidas dramáticamente, familias destrozadas, odios de institutos y hormonas disparadas excesivamente (o tal vez no, casi siempre están disparadas).

en fin, que estos 22 episodios de la primera temporada han creado adicción y buenas dosis de pensamiento. ¿Por qué lo no tenemos es idolatrado? ¿Por qué odiamos lo que tenemos? ¿Por qué no nos damos cuenta de lo privilegiados que somos y lo desgraciado que es el personal que a veces nos rodea?

Si a esos sumamos brujería, profes de historia, madres que se lían con tus compis, hermanos drogotas, padres truchas, drogas insustituibles y un montón de cosas más, hacemos de Crónicas Vampíricas una serie muy a tener en cuenta.

¿Demasiado juvenil? ¿Quién dice tu edad mental esta semana? ¿Y la que viene? Si se jugaran 3 mundiales de fútbol al año habría 2 campeones mundiales distintos como mínimo, seguro (pero no demos ideas, que igual alguien se lo piensa...)

En fin, que han sido unas horas aprovechadas, que dormir y estudiar son aburridos y una jodida pérdida de tiempo.

La verdad es que si te ofrecieran un trocito de inmortalidad, aunque fuese con muchas pegas, ¿no dudarías en meterle el diente? Yo creo que sí. Bolsas de sangre. ¿Alguien me ofrece? Por si alguien pregunta, tengo RH enebro positivo. Lo demás son pamplinas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

No he leído mucho, ni he visto ningún video. Solo tengo una pregunta y me arriesgo a que me señalen y lapiden (estoy acostumbrado, por otra parte). LA PREGUNTA ES:

_ Ganso, ¿de verdad pierdes 10 segundos con esa puta mierda de historias seudocinematrográficas?.
Tengo otra pregunta:
¿Te vienes a pescar en el Cantábrico?, podemos sacar doradas de madrugada, a la fresca.

(Joder, insultarme).

supersalvajuan dijo...

Necro, a mi me encanta perder el tiempo, pero no me gusta las doradas. Si hay cordero, lo mismo nos apuntamos.

Anónimo dijo...

Será por las espinas, ganso. Pescar doradas de noche relaja mucho.
De cualquier manera serás bienvenido a la fresca. Tq
Comienza el “verano zen”, voy a vender sardinas para salvar el invierno.
Si quieres te dejo el barco, cordero tenemos todo el año y si le apuras, dentro de poco encuentras bonitos.