jueves, 8 de diciembre de 2016

Estatuas de mármol

Empecé ayer en una clase de 1º de la ESO con 35 alumnos (viva la Escuela de los Annales, viva lo cuantitativo, viva la medición estandarizada de alumnos peculiares y singulares y únicos en su especie en cada una de sus múltiples particularidades) el tema de la civilización griega. La gran y olvidada civilización griega. Les suena a música celestial. Algunos me hablaron de la película 300. Yo empecé hablando de los Juegos Olímpicos de la Antigüedad. No había baloncesto entonces, pero si les construían a los grandes atletas estatuas de mármol en su honor. Grandes estatuas para grandes atletas. Pies de mármol para cuerpos de mármol. Ahora que se nos caen los palos del sombrajo de los futbolistas que no pagan sus impuestos, que tenemos American Crime Story (y yo sin verla), no está de mal hablar de tipos como Pau Gasol. Barbudo espigado que no es estatua de mármol en nuestro país. Muchos ni prestaron atención a un Spurs Vs Timberwolves. Muchísimos. Pero ahí, en el frío minesótico, volvió a entrar en otra selecta lista. Otra más. Puntos, rebotes, asistencias tapones. Un despiporre de datos, un despiporre cuantitativo: 19.000 por un lado, 10.000 por otro, 3.500 y todo lo demás. Gestos, rituales, momentos buenos y malos. Recuerdo el viernes tarde en el que vi la repetición del Grizzlies Vs Timberwolves (otra vez salen los fríos aullidos de MN) y aquel mate que nos dejó helados en la cara de (tenemos que hablar de) Kevin. KG. El malísimo se lo trago con patatas fritas y Andrés Montes lo narró. Que si es blando, que si no defiende, que si Phil Jackson le empujó en la eliminatoria contra unos Mavericks que luego fueron campeones. Tenemos, los que dormimos poco, muchas imágenes en nuestras retinas. A este lado del Atlántico, también. La semifinal del Europeo contra Francia y en Hollandeland, también. 40 puntos para cantar el himno francés en Vallsland: "Del cerdo se aprovecha todo, menos las uñas de los pies" (versión vía Alfredo Díaz). Ya sé que la prensa patético-franquista en muchos momentos (no sé el nombre del que acuñó "patético-franquista" pero acertó de lleno) se pasa en algunos momentos (para lo bueno y para lo malo). Pero tipos como Pau Gasol si que se merecen estatuas de mármol. Y todo lo demás, también. Coda: Malditas y benditas retinas. Coda 2: Y es una versión de aquel extraterreste, aquel bestia que nos sorprendía y nos maravillaba. Coda 3: ¿Tan mayores somos? ¿Ya no decimos Generación del 80?