lunes, 14 de enero de 2019

Ray Donovan. Sexta temporada.

En ese camino tortuoso, de saltos al vacío para no volver, es imprescindible no recaer en Ray Donovan. Otra vez. En la familia Donovan, todo es posible. Cualquier asunto imaginable entra en la órbita Donovan. Atracos, politiqueo, cambio de escenarios, policías corruptos, tías locas, dinero que va y viene, asaltos sin motivo aparente, pasado recalcitrante, actores locos, magnates del cine con pantalones y todo lo demás. Todo tiene un precio en la sexta temporada de Ray Donovan. Siempre hay que pagar el precio: boxeo ilegal, candidatas marionetas, perineo con escucha y suicidas que vuelven. Siempre vuelven los Donovan. Siempre, en el peor de los momentos, saltan y encienden la tensión. Y el cambio de escenario le sienta de perlas. Renovarse o bajar la persiana. Y los puntos suspensivos dejando el Infierno en el horizonte. Y punto.

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