martes, 29 de enero de 2019

El reino

La expulsión del reino. El reino, aunque con su matiz cronológico (1993-2008), es extrapolable a cualquier lugar de la España Contemporánea. A casi cualquiera. Si encontráis algún político (totalmente) íntegro, mandadme su referencia. Vicesecretario autonómico (o lo que sea) que baja a los infiernos. Solo hay que leer los créditos y los agradecimientos del director (a ciertos periodistas) para hacer(se) una idea de lo que va El reino. El maldito reino. Se puede poner algún pero (Antonio de la torre) pero el retrato es bueno. Muy bueno. Quizás se excede un poco el asunto con el anapastorismo de la periodista, pero, al final, la ilustración con imágenes la tenemos demasiado cercana. Umbras y similares, lumbrerísticos auditorios y juntas y ERE's, y mi hijo tiene dinero pa asar una vaca e innumerables ejemplos. Para acabar con las Páginas Blancas, ahora que nadie tiene ya las Páginas Blancas. El maldito reino del que te expulsan, te largan y se te cae el castillo de naipes sobre el que edificaste tu vida. El maldito reino del "telediario convertido en película". El maldito reino en el que lo que pasa en el barquito se queda en el barquito hasta que es sextatizado. Antes o después, todos tenemos un Crematorio. Un maldito reino que pasa de las comilonas a las persecuciones. Ese IBEX-35, también conocido como IBEX-3, el que nos maneja y nos (des)gobierna, el que nos lleva con la correa como buenos lindos chuchos. Pero el barco, y las comilonas, y vivir por encima de nuestras posibilidades. ¿Y qué más da? ¿Qué más da? ¿Qué? Esa gran mentira en la que vivimos contrasta con la luz natural de las oficinas del partido, sol que nos ilumina y nos manda a tomar viento. Y de la comilona al drama, pero que nos quede a mano siempre un Yamazaki o un MM con la tónica por otro lado. Y los gallegos pero sin cremita y sin narco al ladito. Y las cloacas, y los fontaneros de las cloacas, y el barniz para un partido que no tiene brújula. El partido y el país. Todos a pique. El Principio de Peter, la política y la importancia del Cuarto Poder. Del peloteo al pelotazo y tiro porque me toca. Siempre hay un Pedro Jota, un David Jiménez, un Pedro Cuartango... pero todo tiene un precio al dirigir un periódico (y meter ahí a Petón). Hilando fino. Operación Amadeus. La reunión como funeral, la familia como escape diario. A veces te preguntan el motivo por el que el personal se mete en política. Rinoplastias al poder. ¿A cuánto esta semana el kilo de mierda? Deja la película buenas frases: "Cuídate de tus enemigos y, sobre todo, de tus compañeros de partido". De tus compañeros de partido, "que son peores". Decepción tras decepción. A la enésima potencia. Y cuando llega la decepción todo es cuesta abajo, y eso se nota en el bar (pasando de ser maestro a ser escoria). "¿El poder protege al poder?". Todo es mentira. Y el FIB, y recordar cada uno de los conciertos. Adolecen las adaptaciones, los comentarios, los libros en la ausencia de una situación geográfica concreta. Aquí sirven Los Planetas y los Artic Monkeys y Placebo para hacernos una idea (con y sin trajes, con y sin máquinas que destruyen el papel). Viva el desfalco, y la PAC y pasar territorio rústico a suelo urbano y todo lo demás. Y siempre hay un listado de puticlus en los que nadie estuvo. Y siempre hay una alineación del Zaragoza (o de cualquier equipo) que recordar. Y mejor no pensar, porque pensando te metes en líos y no te metes en política. Y no, hay políticos que nunca pensaron lo que hicieron. Nunca.

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