miércoles, 30 de diciembre de 2020

Hágase querer por un James

No. No me refiero a la relación entre James Rodríguez y Carleto. No. No. Escuchaba esta mañana a Santiago González y a Rosana en ELMDF hablar sobre la concesión de la ciudadanía española a James Rhodes, icono de la nueva izquierda (ejemplo de clase trabajadora que se esloma de sol a sol en la industria española, en la construcción española, en la minería española). ¿Qué ha hecho James Rhodes para conseguirlo? ¿Es necesario? ¿A qué intereses representa el pianista (bien)peinado. ¿Cuántas personas necesitarían la nacionalidad española para salvar su vida? Pues muchas. Más de una vez he recordado por aquí los llantos de una madre de un alumno de mi tutoría, venezolanos todos, media familia allí, media familia aquí, recién llegados a Torreagüera, ayudados por el CEPAIM y por todos los dispuestos a ello, con el tema del papeleo y toda la mierda burocrática pertinente. Pero si eres amigo, fiel escudero, vasallo de unas ideas, da igual: lo consigues todo. El ejemplo de MM, rubia jotaefekiana al poder. Mejor lo resume Malpartida. Mucho mejor. Pero si te llamas Óscar Pérez, no.

No hay comentarios: