El concierto de Sidonie

Pretender ir de graciosos y conseguir que la gente les ría las gracias. Lo del concierto de ayer de Sidonie fue la constatación de un hecho tantas veces repetido. Un grupo con unos orígenes increíbles, con un nacimiento realmente prometedor que, no se sabe muy bien el motivo, se pierde por el camino. Si, puede que fichar por una multinacional te cambie la vida y, no lo sé, el bolsillo. Pero los Sidonie de Varanasi y sus inicios eran buenos. Los de ahora, también, pero parece que quieren hacer un híbrido de Los Rodríguez en plan “somos los que más molamos”. En fin, que el infierno, como siempre, está lleno de buenas intenciones. Y la psicodelia se quedó por el camino. Y todo lo demás.