viernes, 22 de mayo de 2015

48 horas para pesebrizarse

Ni reflexiones ni pollas. Ya está todo el estornino en escabeche (te guste o no, es así). El límite, 48 horas. Hay que revivir el mito. Con un par. Y las fosas de las neuronas enterradas, también. La mentira institucionalizada, otra vez. Y todo lo demás en esta (des)memoria histórica.

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