sábado, 16 de febrero de 2019

Catastrophe. Cuarta temporada.

Vuelve Catastrophe en plan collarín y consecuencias alcohólicas. Vuelve Catastrophe para seguir con las mismas cuitas. Y dice la protagonista que no es Atracción fatal. ¿Por qué hay tantos pubs en Publandia? Servicios comunitarios y daños colaterales. ¿Las mujeres que ven solas Juego de tronos son pervertidas? ¿Va el personal a terapia para cagar? Catastrophe en esta cuarta temporada habla sobre el chantaje y las responsabilidades, alcohólicos anóminos y las aplicaciones de móvil que te controlan. Colmo sobre colmo. ¿Quién tiene la culpa de todo? ¿Es mejor mirar para otro lado? ¿Hay llamadas de auxilio de guardería? ¿Folklore familiar? ¿Apoyo moral en tiempos de desastre? ¿Quién se acuerda de la palabra escorbuto? ¿Dar miedo es necesario? ¿Cofia? ¿De verdad que se puede hacer gracias con la palabra cofia después de ver El cuento de la criada? ¿Está bien sentir ira? ¿Está bien enfadarse? ¿Está bien volver al pasado? ¿Está bien hacer de las responsabilidades un embudo para no meter(se) en otros asuntos? Bajo esa apariencia de comedia, Castrophe nos lleva a un sucesión de cuestiones dolorosas, a un torbellino de situaciones cotidianas de las que no vale mirar para otro lado. Y sigue ocurriendo aquello que nos decía Volpini, aquello que repetimos una y otra vez: "El Diablo es un agente doble al servicio de la Providencia". Habrá que seguir probando.

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