domingo, 9 de octubre de 2016

Braquo. Cuarta temporada

Eddy Caplan, Walter, Delgado y la marabunta de polis que nos han enganchado a Braquo vuelven con la cuarta entrega. Turcos y policías que mueren sentados, asuntos internos que intenta poner orden en el desorden. Lo de siempre: bien hecho y con ese regusto del talento hecho guión. Historias que duelen. Números marcados en la cara. Niñas atadas a una cama. Ciegas con ganas de ver la verdad. Ganas de sótanos con plan a, plan b y, si hace falta, en el plan c no matamos a nadie en el sótano. Eddy Caplan, cojones y locura hasta el suicidio. Vamos a añorar los capítulos redondos, el plan b hecho plan a, las persecuciones parisinas, la mafia marsellesa, el rosario, la aurora y todo lo demás. Los gabacho lo han vuelto a hacer. Han cuadrado el círculo. Han vuelto a rozar la perfección. Es verdad que algunas historias hacen daño, que duelen, que la derrota hecha serie es una motivación. Duele, pero bendito dolor. Frases que duelen. Barcos que saldan deudas. Hermanos con su purgatorio personal. Embarazos de redención. Facturas de la vida hechas personaje con Eddy Caplan. Viva Braquo.

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