martes, 11 de marzo de 2008

Desdicha, julays y subvencionados


Frase del día, de Borges: “Si el amor no sirve para la felicidad, nunca debe ser fuente de desdicha”, recogida por Adolfo Bioy Casares en su Borges (de Ediciones Destino, Barcelona, 2006), a fecha de 31 de diciembre de 1963.

Julio Ruiz recomienda en sus 10 canciones del mes a La Bien Querida. Él dice que son canciones infelices. Son tristonas, pero están bien.

La reflexión del día es del Maestro de Gramática, Don José Perona, que en un artículo publicado el martes 23 de mayo de 1995, titulado Tiempo de reflexión, aseguraba: “El problema actual es que de la tradición sólo quedan las piedras y la historia oficial y estaban desapareciendo las propiedades agrarias que fundamentaban los mitos rurales que han construido Occidente. Que muchos diputados europeos hereden el escaño, la concejalía o la representación popular es buena muestra de que ha desaparecido el nexo que unía la filosofía con la producción agraria. En la ciudad, al menos en las grandes, la única tradición es el Metro. Nadie puede bañarse 2 veces en el mismo río, porque está contaminado o seco. Todo lo demás sobrevive porque está subvencionado”. Pues eso, que Estado, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos sigan subvencionando a gilipollas, imbéciles, robapiedras (gremio de los que roban no sólo piedras, sino monedas y todo lo que encuentran en tierra y agua) y todo tipo de julays. Julays subvencionados por julays subvencionadores. Los julays al poder.

Houston, Houston (a pesar de que no está el chino, [pero si os fijáis en los resúmenes de los partidos sigue saliendo toda la publicidad contratada por los chinos de la que diría el del triunfo electoral]), tenemos racha. Cohetes lanzados, pero ¿hasta dónde?. Tenemos racha.

Los okupas encuentran un muerto. Vaya susto se llevaría el pobre muerto con la pinta de los otros.

Cualquier nos obligan a juran en borbolandia. Orgullo nacional.

1 comentario:

Eme (Nada que ver con eme dj)) dijo...

Pues a mí, ni me parecen infelices, ni tristonas, más bien me trasmiten todo lo contrario.
Me recuerdan un poco a La Buena Vida y si dice sólo, que están bien se queda corto