Copa del Rey 2012

Haciendo un descanso, que la lectura de Rudé cansa mucho, recuerdo que hace unos días me dijo Leandro que no había puesto nada de la Copa del Rey. No podía. O no debía. Pero como una cosa es una cosa y seis media docena, voy a juntar las letras. Las suficientes. No vi todos los partidos. Pecado mortal, ya sé que estoy condenado, pero había carnavales de fuerza mayor, y el medievo es el medievo (siempre bien entendido, nada de pulpufictionadas, joder). Vi solo 3 cuartos de final. Me gusto Alicante el tiempo que aguantó contra el FCB, recordándome aquel equipo de Prigioni y Perasovic, menudos tiempos. Aguantaron lo que pudieron. El Real Madrid Vs Fuenlabrada me lo perdí entre espadas medievales y charlas con Laureano (¿le pillan los recortes a los de Religión o solo al resto de interinos?). El duelo andaluz no estuvo bien. Lamentable este Unicaja venido a menos. Y lamentable la actuación de Garbajosa ante Urtasun al final del partido. No se merece un tipo como Garbo acabar así. Pero es lo que tienen los equipos Titanic, que cuando todo se hunde, todo se hunde. Mateo es discípulo aventajado de tito italiani Sergio, y eso ya me turba (casi como a Santa Teresa [la mística, no el ron, que yo soy bezoyista de toda la vida]). Del enfrentamiento vasco, no puedo ser parcial. Cicuta Ivanovic me cansa, me aburre, me placebea hasta el sueño; por contra, soy acérrimo seguidor de Sito Alonso, gran alumno del aún más grande Alejandro García Reneses. Pese a su déficit interior, con Panko de 4 aguantando de aquella manera con faltas, tuvieron hasta el descanso al Baskonia con el miedo en el cuerpo y a Querejeta con la pastilla de los ataques cardiacos debajo de la lengua (como no tienen partido este jueves de Euroliga...). De las semis, sólo vi la primera entre FCB y Baskonia. Con dos tipos como Pascual y el señor de los Balcanes Ivanovic, tenía dos opciones: bostezar o bostezar. No entiendo que Morris no siguiera en el equipo barcelonista, y el juego de Wallace es residual; parece que Pascual no confía en Huertas en ciertos momentos. Con ese panorama de entrenadores, me di a la Estrella de Levante en plan merienda con banderillas. El duelo pesado se lo acabó llevando el FCB, con un Lampe en el Caja Laboral todavía con rémora física. Nunca entendí como el equipo vitoriano se la jugó con Seraphin, sabiendo que saldría por piernas, como tampoco lo entendí como lo hizo la Casa Blanca con Rudy e Ikea, digo, Ibaka. La segunda semifinal entra Banca Cívica/Cajasol/o como se llame ahora contra el Real Madrid no la ví, aunque Plaza (aunque esa cara oliendo raro siempre también me cansa) me caía hasta que quiso montar aquel equipo rapidillo en el Madrid sin pivots de verdad. El resacoso domingo, sólo quedaba ver al Real Madrid coronarse y laurearse en el maracanazo del Sant Jordi. Por la heroica. Seré breve, que todos hemos visto la final, y sabemos que, difícilmente, el Real Madrid difícilmente repetirá en partidos importantes esos %'s de triples. Muy difícilmente. Los triples de Llull, Mirotic y Carroll jodieron al FCB cada vez que intentaba acercarse al equipo blanco en el marcador. Llull estuvo magistral, siempre poniendo la quinta marcha (esperemos que no meta la sexta marcha vía aérea hacia Houston, que el Chacho Rodríguez es más intermitente que Aquino en el Valladolid), y eso castigó a Huertas, que jugó muy poco, y a Sada. Está claro que Navarro no tiene la confianza (defensa, defensa, defensa...) de Pascual, y, por lo que parece, juega por decreto. Eidson, grandísimo jugador pero que no sé si juega de dos o de tres, estuvo presente y sin miedo a jugársela hasta que se lisió. Vázquez estuvo bien, pero no entendí, como casi siempre, las declaraciones que hizo al final. No sé que profes tuvo en la ESO, joder. Ni lo quiero saber. Estaba en blanco éxtasis y no hice muchos balances, que con un poco de sangre en el alcohol no se puede analizar un partido de basket, pero queda en el tintero hacer un balance más concreto después de un segundo visionado. Pero será otro día. Y todo lo demás.