Se llamaba Ficción a la suma de estimaciones cuya legitimación estaba más allá de los principios racionales , y que, por tanto, no podían someterse a crítica juiciosa. La superioridad de los mandarines resultaba una Ficción, y, también, como ejemplo, la convención de que lo eran desde el vientre materno.
Miguel Espinosa, Escuela de Mandarines
Hace 1 hora
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