Hace 1 hora
viernes, 14 de agosto de 2009
Mi lucha.
Un ejemplar de Mi lucha por 24.385 euros. El personal está fatal. Muy mal. Algo hay podrido en ciertos lugares. Y hay que tener muchas ganas de calentarse el bolsillo. Y todo lo demás.
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9 comentarios:
Si aceptamos la premisa de que las cosas no tienen otro valor que aquel que convencionalmente queremos darles, un ejemplar de "Mi lucha", un rollo de papel higiénico de los estudios Apple o una deposición sólida de cierto artista conceptual pueden valer millones. Y siempre queda luego la posibilidad de revender por más millones, que ésa es otra. Por si termino ganando el premio Herralde de novela, o algún otro así, tengo en casa unos calzoncillos a los que no permito que mancille Vernel. Nunca se sabe.
Es que por esa cantidad más de uno hacemos el pino!
jajaja
Saludos
La pela es la pela...incluso para esto...
Qué asco, chico. Qué asco.
Yo lo quemaba en San Juan.
siempre podremos guardar la esperanza q el q lo haya comprado sea un rico escentrico q lo quiere para limpiarse el culo ¿no?.....pues va a ser q no
Yo me compré una edición de bolsillo un día que fui de visita a Madrid. Es una lectura fundamental. ¿Cómo si no podríamos destapar las verdaderas intenciones de sus sucesores?, ¿cómo si no íbamos a identificarlos?.
Si este libro hubiera sido obligatorio en la escuela, os aseguro que hoy día algunos de sus herederos no estarían sentados en los diferentes parlamentos de este país.
Conoce a tu enemigo.
en fin...
xa que molestarse y gastar más palabras en eso... que las mías tb son caras y hay cosas que dan ganas de vomitar
Rubén, siempre quedará Mimosín. ¿O es mejor Vernel?
Hiperión, yo no podría. Hacer el pino, digo.
Chicho, tb es verdad.
Laura, ardería demasiado rápido.
Jopo, los ricos hacen excentricidades. Puede ser.
Atila, siempre hay que (re)conocer al enemigo.
Rocío, ten una bolsa cerca.
Yo tengo uno, en alemán y letra gótica. Edición de mil novecientos cuarenta y algo o cincuenta y poco, no recuerdo. Heredado (previo pago a su legítimo heredero) con el resto de la biblioteca de mi abuelo. Sin dedicatoria, pero estoy dispuesto a ponerle unas letras delante. Lo vendo por la mitad.
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