España, segunda década del siglo XXI

Imaginad que llega a vosotros un bárbaro, un cabronazo con móvil, consola y cualquier aparatejo que es absolutamente prescindible. Imaginad, que, a sus doce, a sus trece, a los años que sea, le da por matar a alguien. Se puede amenazar de muerte a alguien, algunos tenemos los huevos, otros simplemente se callan para siempre y no amenazan de muerte. Con o sin razón, no me meto en eso, que la testiculina, como el infierno, es una cosa muy personal. Imaginad que uno de esos menores mata a vuestro hijo o viola a vuestra hija. O imaginad que es vuestro sobrino y un día se le abrió la cara gracias a vuestra actuación. Imaginad que en España tuviéramos políticos de verdad y no hijoputas desertores del trabajo, que limpiaran de mierda de verdad las calles. Coda: joder, que mal rato.