sábado, 20 de agosto de 2022

Sigue respirando. Primera temporada.

La estela de Robinson Crusoe es alargada. Saque una idea, copie una idea, adáptela a la postmodernidad y busque sombras en el pasado de la protagonista. Esta Robinsona Crusoea, la protagonista de Sigue respirando, tiene un pasado difícil: una madre pintora bohemia con problemas mentales, un padre filósofo y profesor, un medio novio que la adora pero que no es correspondido como debe, un trabajo que la absorbe, un bar donde se desfoga, un pasado que vuelve a cada momento. Y no llega a una playa, llega tras accidente de avión (Wilson, vuelve) a un valle con su río, sus compañeros muertos de avioneta, sus bolsas con dinero, su kit particular de supervivencia, sus fantasmas presentes a todas horas. A su favor tiene la duración de los capítulos, la intensidad, el desvelo continuo; en su contra, que a veces se pasa de drama, de gritos, de problemas continuados. Quizás es exagerado su éxito inmediato en el streaming, pero la balanza de los gustos no es extrapolable a nada. Un buen producto para un verano que llenar con estelas que, si se repiten en exceso, nos recuerdan demasiado a otras ficciones.

No hay comentarios: