martes, 2 de agosto de 2022

The Control Room. Primera temporada.

Ya lo decía Millán Salcedo (¿o era Josema Yuste?): “La telefónica, siempre jodiendo”. Pues en The Control Room pasa eso: que suena el teléfono y se fastidia todo y te toman el pelo y te tienes que preguntar la cuestión del millón de libras: ¿Me están utilizando? Aunque siempre nos utilizan. Siempre. The Control Room, entre pregunta y pregunta, con y sin libras, nos pone en la tesitura de encontrar al enemigo en casa, a la amiga del pasado, al árbol para esconder lo que no se puede esconder, a la llama del pasado, al padre olvidado en el drama. Esperaba más de The Control Room, pero quizás ya todo nos parece poco. O muy poco. Yo lo hubiera dejado en dos capítulos. El infierno sigue lleno de buenas intenciones.

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