martes, 28 de diciembre de 2021

Don't Look Up

Don't Look Up empieza de forma desconcertante, como si de una farsa se tomara… Cometas de 10 kilómetros de ancho, botellas de agua gratis y que se cobran, drogotas metidas a doctorandas, un tipo candidato a no sabes qué y que sale por la tele… ¿Y qué hace Leo? El geniecillo loco, con complejos y con mierdas varias. ¿Nos interesa más la historia o la mentira? ¿Qué pijo hace Steven Seagal en una foto con la presidenta yanki? ¿Por qué está tan gordo Leonardo? Otra película sobre el apocalipsis. Dice Leo que el cometa provocaría 1000 Hiroshimas. En la película lo llaman “destructor de planetas”. Mierda sobre mierda. ¿Las cosas pasan o se pueden evitar? ¿Tenemos que tomarnos a chufla lo que no podemos tomarnos a chufla? ¿Hay que satirizar lo que no llega a fábula? ¿Hay vida después de las redes sociales? ¿Después de Trump y de la momia hay vida inteligente en La Casa Blanca? Nos recreamos con la teoría de la conspiración, pero nunca llega. Luego te toca la puerta, te abre en canal y saludas y te ves en un marrón. La farsa vende, te subes al carro y te crees Charlton Heston haciendo el fariseo en cualquier película. Y si un hijo de la anarquía debe salvar el mundo, que Dios nos pille confesados. Y en nuestra gilipollez, cada vez más creemos en los gurús gatesizados, y el fin es la antesala del desastre. Y el dinero manda. Y nada es gratis, aunque creas que es gratis. Divide, vencerás y tendrás un móvil de puta madre. Y otro móvil nuevo cada siete meses. Y si todo es una farsa, pongamos más mierda en la palabra familia. Un pinchazo rápido, dice la enfermera cuando te pone la inyección. Pastillas para todos. Y Leo, geniecillo loco gordo transformada en estrella cuando le rapan la barba y le pintan la cara, se pone profundo y nos lo explica: “No todo tiene que sonar ingenioso, inteligente y agradable continuamente”. Basta de azúcar, de estevia, de flor del té negro, de sacarina. No queremos más. Viva la carne roja. Como todos la vamos a palmar, habrá que disfrutar de la vida, habrá que poder respirar antes del jamacuco, antes de que te tapen la cabeza y te metan en un coche gubernamental. Y se repite varias veces en No mires arriba eso de “Vamos a ponerle fuera del sistema”. Todo mentira para seguir ignorando lo real. Y luego, te mueres.

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