viernes, 7 de enero de 2022

Landscapers. Primera temporada.

¿Cómo se puede definir Landscapers? ¿Cómo entender en pleno 2022 el universo que han creado en Landscapers? Un crimen, una familia rara de cojones, una huida y una vuelta a lo falso, a lo irreal. ¿Las cosas pasan y se va todo a la mierda? Por momentos ridícula, por momentos genial, por momentos inclasificable. Ante todo, es imaginativa: se puede contar un crimen, un enterramiento, se puede contar un drama y luego está la forma de contarlo. Un asesinato siempre es un crimen, pero los matices también importan. Hay locos y seguidores de nazis, amantes del cine, seguidores de espejos, paranoicos de una historia montada sobre naipes. Landscapers parece algo jocoso, parece una excentricidad en el caos diario de cada día. A veces es mejor no saber los detalles que rodean a un crimen, verlo desde la distancia. Podemos pensar en el exterminio de las gaviotas, pero no lo llevamos a cabo por mucho deseo que tengamos. O sí. ¿Cuál es la comparación? Landscapers muestra a personajes obsesionados con ellos mismos, personas que crean unos universos en torno a ellos y no ven más salida que el final de su propio túnel. ¿Es justa la soledad y la incomprensión? ¿Es posible aguantar el dolor infinitamente? Hay personas que crees que merecen la muerte, pero conseguirlo te mete en líos. Pero vivir en la mentira, en ocasiones, hace que la vida salte por los aires: el bien no existe, únicamente somos maldad. Todos, antes o después, mostramos nuestra fragilidad, en colores o en blanco y negro, en silencio o a grito, y se desmorona nuestro bestiario. Podemos creer, como le digo a mis alumnos, que vivimos en una película, un western o una de ciencia ficción, pero el final siempre llega y no suele acabar bien, o puede que directamente no empiece bien. Un artificio peculiar el que han montado con Landscapers.

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