Bernalismos (I)

Antes de que el desempleo me alcance de nuevo dentro de dos meses y 28 días (sin zombies), empiezo mi sesión (con mucho retraso) de bernalismos, de entradas dedicadas a nuestro consejero especial, ese amigo de las tormentas. Me da envidia, la verdad. Yo tampoco lo haría público. Mi patrimonio, digo. Ni mis ingresos, con MAYÚSCULAS. Ni las hipotecas. Me da vergüenza que la gente sepa que me voy al paro en menos de tres meses, en que no sé si voy a volver a trabajar, en que no sé si para entonces quedará algo para subsidio de desempleo mientras Montoro y Marhuenda hacen gracias sobre las décimas y un pino. No quiero que sepan que como su jefe de los 122 euros en el banco, todo es mentira. Una puta mentira cochina. No voy a hablar del incidente sutiliano del bando. Me quedo con la sesión bernalística del día, con las canciones que iluminan y muy poquito más. Muy poquito más.