domingo, 30 de noviembre de 2008

¿Qué tendrá la botella?

Empatiados que estábamos, y vemos la botella de marras. En un rato no vería casi nada, pero es lo que tiene. Otro motivo para que Fernández-Mallo lo tenga en cuenta para sus próximas obras, que no todo van a ser zapatos. Lo bueno es que tú estás aquí

Almas reflejadas.


Entro por una puerta metálica. No sé muy bien si estoy en el Congo o en Burundi. Da igual. Todo es lo mismo. Esto es una especie de manicomio. Digo una especie porque la selección natural aquí es otra cosa. Si Darwin levantara la cabeza se volvía a morir. Seguro. Seguro que la palmaba. La evolución no puede ser esto, seguro que no. Repito mucho seguro porque no lo estoy. Esto es el viento hecho dolor. No sabes lo que va ocurrir diez segundos después. Es así. Es como si un predicador intentara vender algo por la tele. Inútil total. Y entonces veo la claridad. Veo los ojos más claros del mundo sobre un fondo negro. Después veo a alguien sostenido por seis personas, cogido por el cinturón. Y un plato en el suelo al lado de la mayor loca de la historia. Y un cordón haciendo su trabajo. Y los nudos hacen daño. Y unas manos esposadas. Y otro loco esposado a una tubería. El vómito, prieto o no, va a salir pronto. Y vuelvo a entrar, y veo más nudos y más negros atados. Y a uno se le cae la baba, y otros rezan, y las flores buscan su esplendor. Todo está aquí. Llevad cuidado. No se trata de perderse en la traducción, sino que el traductor te venderá. Y la cama sin hacer. ¿O está hecha? Y punto. 

sábado, 29 de noviembre de 2008

Odiando de 8 a 7.


A los tontos. Se juntan. Incluso van a por pan. Todos juntitos. ¿Se les podría pegar fuego? A la chusma, a la gentuza, a los idiotas, a esos que son orgullosos y luego huelen a perfume barato, a toda la mierda andante, a los gilipollas con polo de caballo, o caballo de polo, a esa suerte maloliente que se sube al carro de la hierbabuena, a esas agujas puntiagudas del oeste, a esos rosales que pinchan en el veneno nasal, a esas fronteras reales y macabras, a esas semanas que aceleran los calvarios, a esos llorones que estudiaron primaria con camisa de rayas rosas, a esos vinos tintos aguados, a esa velocidad sin crucero, a esos campos minados, a esos ciervos cornudos de nacimiento, a esas que dicen que llegan en 5 minutos y luego no llegan, a esos domingos que serán serán más aburridos que un lunes vespertino, a esos pañuelos estabulados, a esos espíritus de de kiosko dominguero, a esos aromas negros, al romero olvidado y a todo lo demás. Y es verdad, este sueño se me quedó corto

viernes, 28 de noviembre de 2008

Las ruinas del Imperio.




3 y cuarto de la mañana. Noto algo cerca del tomate-patata (vulgo, corazón). Palpita lo suficiente, pero no es eso. Es una maquinilla de afeitar en el bolsillo superior del pijama. Los restos del naufragio de ayer tarde, supongo. O no. Del infinito pasado. Creemos que avanzamos, pero estamos equivocadísimos. Crees que avanzas, que das pasos, pero no. Giras y giras sobre la misma piedra, sobre la misma losa de 40 x 40. Incluso retrocedes. Te ofrecen vinagre y lo rechazas. ¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Eh? En este lado de la buena suerte quizás todo sea gris. O no. Pero no avanzamos, eso seguro. Ya lo decía Braudel en “El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en tiempos de Felipe II”, que hay que “medir el tiempo por los cambios y no por la duración”. Y punto. 


jueves, 27 de noviembre de 2008

Buscando tierras bajas.


Sabes que no debes, pero lo haces. Empiezas. Con más ganas de las que deberías. Es pura inercia. Eres lo que quieres ser. Aunque las consecuencias serán fatales, no preguntas sobre teorías acerca de lo impensable. Las cosas pasan. Los ángeles también cayeron. Continúas, avanzando, entre la noche eterna que es lo que queda de supervivencia. Lo que espera es lo que menos importa. Pasar lo inevitable. La lucidez es un recuerdo de la niñez. Y la soberbia de la juventud. Y el esplendor de los eclipses. Y la elipsis vital. Y las tierras altas. Y todo lo demás.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Con Umbral o sin él.

A Antonio Lucas, periodista del diario El Mundo, se le ha concedido el X Premio Internacional de Periodismo "Manuel Alcántara", por su artículo Con Umbral o sin él. No había leído algo tan bueno en mucho tiempo. Se ve que hay calidad. Y punto.

Héroes.

Se para una vez. Y entonces empiezas a creer en la revolución tecnológica. Y en los milagros. Vuelve a caer, ya van dos. Otra vez y siempre, la misma historia. Y cómo no hay dos sin tres, pues otra. Y empiezas a ver el crepúsculo de otro color. O quizás todos los crepúsculos sean iguales. Y ya has gastado todas las oraciones rezadas y por rezar. Y una cuarta desesperante, pero late, todavía late. Y llega la quinta, quizás no la última. Quizás no, la sexta es la última. Unas horas de esperanza. Pero sólo unas horas. La historia del héroe número 45, de Pardellas en sus héroes de ébano.

martes, 25 de noviembre de 2008

Oficialmente muerto.

Metido en tantos jardines, me olvido de que estoy pisando el césped. El maldito césped. Ayer me recordaba Jose que han declarado oficialmente muerto a un exmiembro de la mejor banda que ha fusionado música y marxismo, los Manic Street Preachers. En fin, que, para muertes, las agradecidas. Y por supuesto, Jerry García. ¿Y tú te fotografiarías antes de morir? Definitely Maybe. Ya lo decían los Manic, no tolerad nada. No pasad ni una, si no vuestros hijos serán los siguientes.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Snatch. Cerdos y diamantes.

Llevaba 5. Quizás 6. Años. Sin verla, digo. Creo que es la 3ª vez que lo hago. Lo de hoy no ha sido premeditado. Hay gente que prefiere ir al psiquiatra. Yo, después de ver como Verdasco cambiaba la bandera de la patria de Bioy por una japonesa, he vuelto a verla. Que he vuelto a ver Snatch. Y digo que no la he visto más veces porque voy a comparar cualquier obra de Guy Ritchie con su obra maestra, su catarsis artística: Lock, & Stock and two smoking barrels. Snatch tiene más medios y más nombres. No todas las pelis tienen a Benicio del Toro y Brad Pitt, por ejemplo. Esta película es la búsqueda de cada rol. Cada uno de los personajes busca un lugar en la vida. Y casi ninguno de ello se gana la vida de una manera normal. Aunque quizás yo tampoco: ejerzo de pastor y muchas ovejas no me hacen ni caso. Y no tengo perro. Y digo lo del perro porque es muy importante en esta peli, por si alguien no la tiene vista. Todo ilustrable entre sangre, asesinatos y mucha imaginación. Las ilusiones se reparten entre partidas, robos y combates de boxeo (con y sin guantes). A los tirados no se les entienden. Los de Uzbekistán no saben muy bien terminar las metáforas. El mejor cuento nunca te lo van a contar porque no existe. Si Snatch hubiera sido firmada por un bestsellerista sería venerada, adorada tanto o más que una virgen hebrea. Lo bueno de estos personajes orgullosos es que muchas veces se preguntan por el después. Pero el después es casi siempre un hijo de la grandísima puta. Hay gente que se conforma con la consolación durante toda su misera existencia, en toda la mierda de vida que llevan. Y siempre hay un momento en que te dejan de coger el teléfono. E incluso queman a tu única madre en una caravana. Y el teléfono sigue sonando como yo me levanto de lunes a domingo. Y el camino es un cerdo que quizás te coma cuando seas asesinado. Eso, si tienes suerte. Si no, acabarás pensando en que tienes que asistir a este calvario diario, a este infinito madero cruzado. Y entonces te das cuenta que la vida es un diamante por el que luchamos y nunca conseguimos. Snatch, en gerundio, rozando, rozando la perfección. Y yo, que no entiendo nada, en infinito, sigo sin conciliar. El sueño, digo. Quizás porque pienso que hay mucho hijo de cerda que debería estar muerto y no lo está. Au revoir. Y todo lo demás. Así que, seguid pastando la mierda, ovejitas pluricelulares, pues como dice uno de los personajes, "eso de pensar te puede meter en líos; yo de ti, no me acostumbraba". Pues eso, a seguir pensando. En gerundio. Y punto.

domingo, 23 de noviembre de 2008

La venganza de Tulsa.



¿Cuántas veces he escuchado esta venganza? ¿Será el destino así? ¿Existe la inflación en las almas? ¿Adivinan algo los borrachos? ¿Tendrán justicia las barbaridades? ¿Quién desea más? ¿Regulamos la sensibilidad? ¿Seguro que los espejos hacen el bien? ¿Seguro que no estás en contra de la pena de muerte? ¿Perdón? ¿Cohesión inevitable? ¿Hacia dónde mira Dios en estos casos? ¿Seguro que cotizamos al alza? ¿Negociación sentimental? ¿Fuera de ningún lugar? En fin, una de las mejores canciones que se han hecho en este país en los últimos años.

El pan integral.

Ahora existen mil detalles que analizar. Y no hay que demonizar a nadie. ¿Qué se puede cambiar ahora? Respirar y analizar, siempre por este orden. No merecen medalla, necesitan apoyo. Lo de ayer fue previsible. El Nástic empezó tocando, jugando a coger ventaja y dejarse llevar. Y lo hicieron. En una jugada de tiralíneas, Jandro marcó el gol catalán. Aplaudí, lo reconozco. Y mucha gente también lo hizo. Eso es fútbol. Todo es mucho más sencillo. ¿Qué hubiera sido del Atleti de Ferrando si hubiera llegado en aquel mercado invernal Jandro? Preguntas imposibles, cómo si a mi tocara la lotería. En fin. Que la primera parte se la llevaron de calle, y dieron un par de lecciones en el juego a balón parado. Pero cometieron el error de esperar una contra y cerrarse en su portería del fondo sur. Y el Real, como siempre en casa, va a lo suyo. Parece que no juega a nada, pero mete presión y algún gol. En este caso, un tiro lejano de Iván Alonso. La inestimable ayuda del cantante contrario hizo el resto. Y en los últimos veinte minutos, con uno más, el Real Murcia se mereció algo más. Destacar a Capdevila, que por banda fue la principal amenaza ofensiva. El problema es la tabla. No la del siete, sino la clasificatoria. Aunque la del siete también tenía su miga integral. Y ya se sabe lo que ocurre cuando uno abusa del pan integral. Volvemos al pozo de las casualidades, de esos cuatros puestos en los que se desea una cosa y se siente otra, en los que falta el aire y sobra el hedor. En fin, negras intenciones y humo de guerra. Todo es cuestión de fe. Pero aquí parece que nadie cree. Y punto.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Nudos e imposibles.

¿Qué cogerías? Opción gamberra. Opción clásica. Yo, opción pi.

He visto en Público un resumen del auto de Garzón. Que cada uno diga lo que quiera. Yo recojo algunas de las frases:
- "Los hechos son los que son, y este instructor no los ha inventado"
- "En tanto no se viabilice la ubicación de las víctimas, el delito continúa cometiéndose"
- "Los pueblos, si callaran, participarían de estos crímenes; el silencio sería consentimiento"
- "Que una investigación sea difícil no significa que sea imposible"

¿Fiesta o lucha?
¿El principio del fin? Venga ya. Bendita agonía. Helter Skelter y todas las demás. Revolución, revolución fue.

Wanted (Se busca)

A veces es importante decir lo que se piensa. En muchas ocasiones es imposible. Pero de vez en cuando hay que hacerlo. El inicio de Wanted (Se busca) ilustra en imágenes la desesperación de muchos. Fiesta en la oficina. A alguien le canta el happy birthday. A varios alguien, como suelo decir. En cristiano, a una anoréxica de 150 kilos. Una gorda despreciable por fuera y más asquerosa por dentro. Tienen que seguir el ritual. La encargada es la anoréxica, la maldita jefa. Y hay que hacer el paripé durante 5 minutos. Y Wesley Gibson está desesperado. Llega un momento en el que no puede venirse atrás. Y aparecen unos individuos que le cuentan una milonga del tercer milenio. Que tiene unas aptitudes innatas para ser un asesino como el diablo manda. Y lo meten en su particular secta con el señuelo de que han matado a su padre. James McAvoy, que se salía en El último rey de Escocia, lo vuelve a hacer acuchillando y disparando a las alas de las moscas. Y jugando con las ratas. Y Angelina ilustrando al personal, iluminando las noches con su sola presencia. Y recordar que siempre habrá una anoréxica con una grapadora haciéndose la tuerta y jodiendo al personal, comiendo y pensando que sería de ella si tuviese una sola cintura. Aunque la peli tiene un fallito. En un momento, el personaje de McAvoy, el bueno de Wesley Gibson, el mismo que no obtiene resultados en Google al buscarse, le pregunta a Angelina si le gustaría ser normal. ¿Es que estás ciego, tio? Salvo este imperdonable error de guión, la peli es espectacular, mezclando enseñanzas casi zen con unas persecuciones endiabladas, porque en los entrantes y en los postres, en los tintos y en los blancos, siempre hay algo que buscar. ¿O es todo un espejismo? Quizás sí, pero la cara da nada también es un rostro que encontrar. Y punto.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Balas en busca de gentuza.

A ver, ahora que me río de los discapacitados visuales, y si este se pudre en la cárcel. . Aunque tengan que buscar en el infierno. Buscaremos la palabra precisa. La exacta: desde bienaventurados a retrasados. ¿El puto fútbol? Anda y vete un rato a cagar un rato.
Aunque siempre tenemos una canción increíble, imprescindible, maravillosa, a nuestra mano. O no.



Better day.

Alguien necesita un better day. O varios. Y una caja de pino, de esas que se pudren a los cinco días. Y por debajo, ni te digo. Mis ojitos azules hablan con conocimiento de causa.
Memoria histórica. Mi opinión es que no tengo opinión.
Cierran la Riviera. ¿Tú cerrarías El Prado? Está claro, verdad.
A alguno no se levanta en mucho tiempo.


jueves, 20 de noviembre de 2008

Santi y el Garrotín.

Aquí estoy con Fuensanta (que se vea que soy maestro, y te llamo como los maestros); espero que el examen de Historia del Mundo Contemporáneo vaya bien (¿cómo se explica eso?) Y no veas lo de Franco, que es muy aburrido. Si quieres saber algo, búscalo tú misma. Para empezar, la batalla de Teruel en fotos.



Aprovechando que el sábado es Santa Cecilia, vamos con algo de buena música. Espectacular, diría yo. El Garrotín, de Smash. Así que ya sabéis, nos vamos a Playa de Aro a montar una buena. Con una guitarra en las manos y todo lo demás. Y se demuestra lo indemostrable. Pues eso, electricidad ectoplasmática para todos. Y punto


La mansión de los mutantes.

Acabando hace unos días de leer La mansión de los mutantes, de Paco López Mengual, publicado por La Biblioteca del Tranvía, pensaban en los seres extraños. No en los deformes que ilustra este cuento, tipos que van en plan circense de un lado para otro. En freakies a la enésima potencia. En los tontos del haba sin corteza. En los gilipollas, con y sin alianza, alianzados y sin alianzar. De España a América, seres despreciables. El cuentito en cuestión está bien, pero se centra más en lo físico, en las milongas que nos venden en cuanto al físico, esa metáfora perecedera, esa corteza de naranja que se seca y se pudre. Respecto al librito, me pareció más interesante uno brevísimo que aparecía al final, La poza negra, sobre un tipo que desaparece de un día para otro y vuelve a su casa años después cuando su mujer ha rehecho su vida. Estas cosas son complicadas, por la viudedad y los instintos son como el hambre. ¿Y tú que harías si pensaras que tras estar en estado de viudedad un montón de años se produce la resurrección? Porque, al final, simplemente se trata de ver la vida pasar.

Tan necio es el amor.

Hay que decir la a la ministra que no se meta en tantos jardínes. Que con la sequía no se pueden regar. Que todos hemos buscado excusas, aunque unos mejor que otros.



Tienes razón, Ernesto. Vanexxa es real y realista. Llama a las cosas por su nombre, como todos deberíamos hacer. El sastre, los alfileres y el beso ensangrentado. Y todo lo demás.
Es demasiado temprano para hablar del 20N. Si luego tengo fuerzas, diré algo. Y punto.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

No sé ni cómo te atreves.

Me acuerdo de la primera vez que escuché el No sé ni cómo te atreves. 12 y pico de la mañana. Habitación y todo lo demás. Después de sigloveintiunear, Chema Rey nos deleitaba como cada mañana con su Bulevar. Ahora eso es imposible, pero contra los elementos no se puede hacer nada. Que se lo digan a la Invencible. Me quedé perplejo. Si yo quisiera hacer música, haría un experimento como ese. Si yo quisiera demostrar lo que sentía en ese momento, me gustaría ilustrarlo con esas palabras. Hoy buscando otra cosa, poniendo todo un poco del revés, me he encontrado con este imágenes que toman la cara b planetaria como fondo sonora, como reivindicación de lo que es la vida y la existencia, de lo que es el final y la existencia, de lo que es una planta que se seca y no encuentra la mano que la riegue. Y todo lo demás.



La letra es lo suficientemente indicativa de lo que es la agonía existencial:
"No sé ni como te atreves
a decirme esas cosas,
que como tú me estás tratando
eso no lo sabe nadie".

Pues eso. Atrevimientos, tratados. Tengo esa cara b en mi casa, original, cómo tiene que ser. El problema es que sigo teniendo mi cara serie z de siempre. Aunque también tengo la de los 4 hijodeputas de este verano, de los junios y julios. Y rezo por encontrarme con ellos. Trapos sucios tenemos todos. Pero unos más que otros. Y yo, por no saber, ni encender una puta lavadora. Espero que el hígado aguante y asistir a unos cuántos entierros. Y punto.

martes, 18 de noviembre de 2008

Estallando firmamentos.


Caraduras. Con mucho dinero. Dinero que empapelaba paredes, eso me dijeron dos fuentes distintas. A lo mejor es mentira. El tipo que hizo ese óleo y lápiz sobre lienzo está en la cárcel. No sé si eso explica algo o todo lo contrario. O vete tú a saber. Cuelga en la residencia catastral, detrás de una puerta, debajo de cientos de dedales. La dependencia. Eso nos dijo después de un café y de no conseguir dinero para meterse una heroína que vaya usted a saber de dónde procedía. El tipo con la mayor colección de camisas que he conocido. Y mira que a mí me gustan las camisas. Y los BMW, también los coleccionaba. Un magnate. Un tipo que nunca preguntaba el precio de las cosas, ni por curiosidad. Así son los ricos. Y todo lo demás.

Cazas e infidelidades.

En fin es lo que hay. Que hasta las 7 le he sido infiel a mis dos mejores amigas. A mi amiga ginebra y a mi amiga tónica. Lástima, que diría don Andrés después de una dejada mal realizada. La dejada es un recurso. Aunque siempre se puede versionar a Juan y Junior. O no. O que más (da). Y si todo da lo mismo, y todo es mentira, a mí que me den un cielo. Pero de verdad. Una sucursal del cielo en la tierra. Yo no me conformo con poco. Para lo que nos queda en el cortijo. Si a este mundo hemos venido a sufrir a mí que me pongan otra copa. Y punto. Aunque por las de esta tarde nos han timado. Volando con alas de cera, pero nos han timado. Bandera japonesa y todo lo demás.


Historias del 18. Y no de julio.

La historia de P.

Es verídica como el frío hereje que hacía esta mañana, que hace mientras escribo esto, abufandado como estoy. Ya he hablado de P. aquí, alguna vez. Buen tipo, buena persona. Compañeros de colegio, hicimos amistad en el viaje de estudios. Y luego en el instituto. Pero había algún fallo en su Matrix cerebral. Algo podrido en su Dinamarca neuronal. Y en el primer año de instituto dejó de ir. O en el segundo. Qué más da. Es la historia de mucha gente. A lo que iba, con be. 7 y 28 de la mañana. Vereda Street. Se le había olvidado el dinero para el viaje de vuelta. Llevaba el de ida y no llevaba el de vuelta. A veces, no sabes muy bien cómo funciona el sistema nervioso de las personas. Cómo personas con talento pueden vivir así, de por vida. Cómo cuentan historias sin venir a cuento. La que ha contado hoy, espectacular. Riéndonos otra vez en el bus. Su padre, octavo de un capazo de hermanos. Casa en la huerta, me la imagino en blanco y negro. Un negro muy negro. Casas inhóspitas, como el hambre que pasaba el personal. El buen samaritano hace un enganche de luz de la calle, de aquella manera podéis imaginar, y, con la “pera”, se hace la luz. Y entonces te acuerdas de la primera vez que viste una bombilla encendida en una vivienda. Y todo lo demás.


La historia del Monty

Y no hablo de los Monty Python. No, no. Hablo del Monty. El tipo con el que siempre puedes soltar unas carcajadas. De cuánta gente nos hemos podido reír juntos. Me cago en la leche, que crack. Y hoy es un responsable padre de familia. Por doble partida. Como tiene que ser. Una de las miles que contó. No sé si es real. Pero me da lo mismo. Camino huertano. Puerta de su casa. Asfalto penoso. Sin luz artificial. Lugar olvidado por el ayuntamiento, como suele ocurrir todavía. Paga impuestos para esto. Pero eso es otro cantar. Que me pierdo, vuelvo a la historia. Monty, todas las noches sale a esperar a su padre que vuelve del taller. Su padre vuelve en la Vespa, ese gran invento que Cooper nos lleva a la memoria de vez en cuando. Un día como tantos otros. Monty sale a la espera. Pero parece que su padre no frena como siempre. Simplemente, no frena. ¿Se le puede olvidar a un padre una cosa así? Yo creo que no. Es más. No se le olvidó. Monty fue atropellado por un coche con el faro izquierdo fundido. Afortunadamente, sin consecuencias graves. Y punto.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Nos vemos en 1974.

O no. Qué más. Lo importante es estar en casa, aunque sea en ninguna parte. En ninguna. Y punto.

Como yo te amo.

Como cada 17 de noviembre...Santa Isabel de Hungría. A Is, a la hora del café, algo para pasar el anís. El anís. ¿Hay un después? Qué si, que hay que soñar, y mucho. Last nite.
¿Dónde está la tarjeta de presentación?

A ver, Pepa, los billeteros, siempre llenos. Muy llenos. Llenísimos. Manolo y Genís. Pues eso, llenísimos.


No lo quieras saber. Digo. ¿Me vas a hacer pensar, otra vez?


A soñar se ha dicho.

Pues eso, Is. Sé que tú me tomas por tonto. El niño a su mañana y todo lo demás. Pero es lo que hay. Quizás sea una tontería. O no (a ver si vuelve a funcionar, el Ono, digo). Chaíto!!!

domingo, 16 de noviembre de 2008

Quemar después de leer.

Lo que he podido reirme en los últimos veintitantos minutos de Quemar después de leer. Joder, me duelen las mandíbulas. Vaya par que son los Coen. Talento al poder. Una última media hora increíble, de rizar el rizo todo lo posible. Y no se lo rizan a John Malkovich porque no pueden. Ya la había recomendado Fuensanta. Joder, que bien acabada está. Todo es confusión y todo está enredado. Al principio aparece JM y se hace esa pregunta que todos nos hemos hecho alguna vez, después de darse cuenta de que se va a la cola de lo que en Murcia llamamos Servicio de Empleo y Formación: “¿Qué yo tengo problemas con la bebida?”. Qué sarcástico. Y que envidia de armario de alcoholes, con Cointreau, Maker’s Mark y un montón de ambrosía más. El divorcio cómo excusa. La cuentacuentos más lista y más sexy del mundo. La doctora impenitente. El barquito como picadero. Después de esto, lo tengo más claro que nunca. No voy a hacer deporte en lo que me queda de vida: en un gimnasio sólo puedes encontrar problemas. El zumo zumbón. Pequeñeces, pequeñeces, pequeñeces. ¿Venezuela? A ver cuándo nos vamos a Venezuela, de visita, a ver lo que sea. Evidentemente, pero no cuesta recordarlo, nadie es inmortal. Y Frances a la altura de Fargo. Una música que engatusa desde el principio. Y Princeton. Y el sueño de escribir una novela. La relatividad de la inteligencia. Y los rollos de la CIA. Y una Tilda Swinton espectacular. Y un Pitt mitad naranjito, muy peliculero. Y correr todos los días 5200 metros. Y una máquina engendrada. Y aparca en la esquina y te la meto detrás. Y las citas por internet. Y el control. Y la alianza de los gilipollas. Y la madre que nos parió. Y todo lo demás.

Tomando fuerzas.

Sábado. Cómo siempre, día de reflexión. Prestadme un poco de atención, dejad de mirar a Andrea. Aquí estamos dándole al azul siempre al azul. Las mejores recomendaciones musicales, las suyas. En clave de sol.
Jesús sin la parte que utiliza tanto. Deja de pensar. Es una orden.


Aquí después de tequilas, de vinos, de Alhambras, de B0mbays y de todo lo demás. Incluso después de hacer una visita a la casa de Paco. Y en el Cuervo, anoche, cayó mucho José Cuervo.

Aquí dos funcionarios, con casa. El eventual soy yo. Cogiendo fuerza. Y punto



El cuadro de Fina.


El cuadro de la señorita García Pedreño fue puesto ayer en el inquilinato catastral. Que puedo hacer.

sábado, 15 de noviembre de 2008

Mesías, ángeles e incendios.

Me persiguen. A cada segundo, envejezco. La madera está más cerca. De nada sirvió Getsemaní. Rezar y rezar. ¿Y para que valió? Veo dolor y más dolor. Y no se comprende nada. Y parezco un maldito anciano, aquel mercader que mande al infierno cuando vacié el templo, aquel Lázaro que resucité, ese soldado que dentro de un rato me va a dar vinagre. ¿Podré comprender esto alguna vez, con las manos agujereadas de por vida? ¿Es esta la parte mala, verdad? Y luego, llantos y llantos, sangre y rayos, y yo en el centro. ¿Es lo que merezco?

No sé que tiene esta canción del Señor Chinarro que me encanta. ¿Seguro que no tienen? Los ángeles, digo. ¿Los querubines del Trivial tampoco? Yo no lo tengo tan seguro. Aunque siempre podemos alegrarnos en un incendio.



Pues nada. Eso es lo que hay. Que sigo sin saber nada. Muros desnudos y poco más. La foto es del inquilinato catastral. Y punto.


viernes, 14 de noviembre de 2008

In a funny way

¿De qué eres capaz? ¿Cada día lo mismo? ¿Por qué siempre pensamos lo mismo? ¿Es la hora de la hecatombe? O quizás no. Simplemente, no hacer nada. Catedrales inconclusas, luces apagadas. Y la luna que anoche brillaba mientras soñaba en su desesperación. Ilusiones cosidas en la resurrección. Y en el dolor. Y que canten los pájaros. Quejas y lamentos. Y llantos sobre una cúpula repleta de la fe de los pájaros. Ver el pasado en las monedas. Necesidades imposibles. Cargos sin conciencia. Estar bien en el añadido. En la sombra invernal. Pis, pas. Días  pasados recordando reveses y ofensas, mentiras enriquecidas por la ebriedad. Flores podridas y luces temblorosas.  Incapacidad. Flores arrancadas. Tierra estéril, riegos etéreos.Pues eso,  cultura audiovisual, siempre. Hablando de todo un poco, dos recomendaciones, dos blogs a tener en cuenta:

-          El de Eva lírica, perdón, cromática, la jefa de las jefas.

-          Y el de Maica, de todo un poco.

Pues eso, quedo como un zar de la concordia. De la puta concordia. Pasando de la tortura a la felicidad. A la felicidad. Y punto.

La Copa Davis.

La foto es de hace un rato, en El ahorcado feliz. Supongo que la raquetita, aparte de para quitar el pepino que va con el limón (no pegan en absoluto juntos) será por la Davis. Davis cup. Por cierto, nos van a dejar el culo como la bandera de Japón. Vamos a ser la capital japonesa. El maldito yen vamos a ser, joder. Hay que buscar un bulldog, aunque sea musical. La doble firma siempre haciendo de doble firme. Mira que juntar limón y pepino. ¿Estamos locos? Y sin condimento alimentario. Viva el vinagre. Vinagre forever. A ladrar se ha dicho. Ladrad, ladrad, malditos. Por cierto, por cierto, ¿sólo 8 de cada 10? Sarcasmo y buenos alimentos. Y los puntos. Es lo que hay. Esa copa es de Bombay, azul, por supuesto. Aunque siempre nos queda el Dios Oppenheimer. Aparatos y visiones. Y punto.


jueves, 13 de noviembre de 2008

Mi dios mentira.


Que sí, joder, que sí. Que todo es mentira. ¿Es que te niegas a reconocerlo? ¿Es que tanto daño hizo? ¿Tanto daño te hicieron? Estás a tiempo. A tiempo de huir. A tiempo de escaparte. De no mirar atrás, porque al final te lo encontrarás de cara. El polvo te inunda el iris. Los árboles lloran en la oscuridad. La gabardina sobra. Las sombras se repiten. El dolor es primera persona del singular. Diapositivas repetidas. Cinturones que aprietan. Todo es mentira. Absolutamente. Mi dios mentira. Y punto.

Direcciones olvidadas.


Todo es artificial, todo es más falso que un billete de Mortadelo. En la actualidad ya no pertenecemos a nada, somos tipos sin conciencia de pertenencia. La determinación inexistente en los grandes partidos políticos de este país no permite la energía social. Nada nos dirige, ni en los ayuntamientos (hablo de los lugares por los que paso, en el lugar en el que soy inquilino catastral), ni en las ceas. El Estado antes era una energía colectiva; ahora no sé lo que es. En fin, que de algo me ha servido ir a más de una veintena de conciertos de Second, de Frutos y sus secuaces, y cada día entiendo un poco mejor ese “Nada te dirige”. Ahora dicen que hay luchar contra el neoliberalismo. Es imposible un ajuste actual en este proceso de homogeneización de lo vanal, en la corrupción como vicio. Y las piernas frías. Andando sin rumbo, sin ningún rumbo, entre una niebla que da envidia y miedo a la vez, que da asco y veneración a partes iguales. Y la desesperación, y la locura, y todo lo demás. Puto postmodernismo. Y punto.

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Rapsodia en Nueva York.


Cada libro tiene una historia detrás de cada lector. La mía con Rapsodia en Nueva York, publicada por Siruela, también la tiene. Todo está enlazado. Toda vanidad queda reflejada. ¿O acaso podemos vivir sin escuchar de vez en cuando el Elephant Stone? No, no podemos vivir sin los Stone Roses, por supuesto que no. Pero ese es otro cantar. Hablaba de historias y libros. Este libro de cuidada edición me lo compré un 31 de julio de 2007. El día que elegí medio destino para el curso 07-08. Después nos entogamos. Y don Antonio y don Andrés, por su cumple, nos invitaron a comer. A los postres ya iba tibio. Y luego, pues lo de siempre. Haciendo un salto en la casa del aventurero, cruce los veinticinco metros que me separaban de la librería y entré a recoger unos encargos de la mejor pareja de hecho de la literatura universal, y me encontré con ese coche tiroteado. El libro se olvidó entre más libros, y no sé cómo en octubre empecé a leerlo. Al principio cuesta. ¿Por qué hay que investigar unos asesinatos de negros? ¿Por qué hay que investigar cualquier asesinato? Hombre, ahora, a lo mejor sí. Y la prota, después de ser tiroteada empieza a darle hilo a la madeja, a estirar el chicle. Investiga, investiga. Y ya no puedes soltarla, porque NY es un universo particular. Y te enteras de que un niño de buena familia, un niño negro de buena familia se quiere hacer rapero. Y eso no está bien, para algunos. Y todo es mentira, y Nan sigue investigando, entre alcohol y desesperación. Porque la vida es una hija de perra preñada por Satanás. Y de ahí nunca sabes lo que puede salir. Y puedes acabar perdido en un muelle. O en un cementerio. O en una furgoneta. Y los profes enrollados siempre esconden algo. O no. En fin, una novela creíble casi siempre, y fiel a la tradición policíaca. El problema es el jazz, que no me gusta el jazz. También es anhelo, una novela de anhelos en general, de deseos incumplidos, de seres escondidos debajo de una manta para no afrontar la asquerosa realidad, de relaciones rotas, de sentimientos malparidos y de muchas cosas más. Como decían por las tardes Jorge Albi y Angela Beato, “rompe tu desesperación con un salvaje cocktail y…déjate besar”. Y la niebla, cómo me decía mi colega Pozuelo bien tempranito, “se puede cortar con un cuchillo, Salva, con un cuchillo”, repetía mientras movía la mano y nos reíamos como si estuviéramos leyendo el futuro a un perro agonizante. Pues eso, que la existencia es una niebla espesa que te esconde el cuchillo que te espera a dos metros de tu asquerosa cara. Pero siempre, como le pasa a Nan, podemos quedar con nuestras dos mejores amigas, “nuestra amiga tónica y nuestra amiga ginebra”.Y cambiar el mundo. Y punto.

martes, 11 de noviembre de 2008

Rancio abolengo.

El principio del final, plan señorial. ¿El juicio final nos tratará por igual? Yo creo que no. Que siempre existieron las clases. Y los grupos. Y todo lo demás.
Hasta que me saques brillo. ¿Podrías definir el monte de las siete verdades? Como diría uno de mis colegas, es que andar es de pobres. Y el viento, queramos o no, nos va llevar.

¿Por qué no se pone la gente recta? Derecha, que diría el otro. Los viernes día de reflexión. Pues eso, canción de viernes. Muse forever, para toda la puta vida, para toda la puta agonía. A crucificar enemigos se ha dicho. En color y en blanco y negro. A la altura de la muñeca, con mucha sangre.



¿Y la aljama, y la judería, y el El Ladrillo? Esperemos que llueva. Y si no, qué más da. Sequía taciturna. Y todo lo demás. Y punto. Simplemente se trata de llegar. A los 64.


Perfiles tendenciosos.

¿Somos árbitros o jueces en esta democracia negativa? Porque todo es mentira. Entre tanto cachondo mental y tanto grosero, todo se va a la puta mierda. Que si desequilibrios mentales, que si somos súbditos de ninguna parte, que si a nadie le pasa nada por vivir con una azafata. O sí. Estoy cansado de tanto perfil tendencioso, de tanta vida licenciosa, del testimonio de la portera de enfrente. El juego es lo que es, y hay que mantenerlo abierto, heridas incluídas, hasta el final. Sólo podemos huir. Huir, huir, huir. Y, antes que después, llegará la noche.

lunes, 10 de noviembre de 2008

La chica del cementerio.

Esta vez si se pudo respirar, e, incluso, foto (hombre de poca fe). En un par de años, Champions. Que pésima es la segunda división. Lamentable.
Las que no eran lamentables eran las beers de este fin de semana. Y no es fin de semana cualquiera. Esta madrugada es noche de luto para los judíos alemanes, ya que se recuerda "la noche del cristal roto". No entiendo el uso del plural, pero tampoco soy filólogo. Demagogias aparte, aquello tuvo que ser de traca. De traca fallera.
El día que esto deje de ser noticia será un avance. De momento, sigue siendo noticia.
Ayer me pasé media mañana, antes de la hora del Ángelus, escuchando esta canción de los M83. Espectacular música y espectacular historia. Si ya se sabe, la paz de los cementerios.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Los colores y la luz.


Yo creo que sí. Que hay que juzgar a Napoleón. Madrid se merece una venganza. Venganza!!! ¿Qué se proponía realmente Felipe II? ¿Y el Homo Antecesor? ¿Y hay dos huesos iguales? Venganza!!!
Yo creo que no es estúpido. Que no. Que yo, blanquito blanquito, antítesis del sobaco de un grillo y del ala de un cuervo, dudo mucho, muchísimo, que algún día me guste el jazz. A lo mejor, si me da por la hípica y por Doña Blanca, a lo mejor sí. Pero creo que no. Y que decir del jazz-fusión. Menudos inventos postmodernistas. Se va todo a la mierda. Es como Noel haciendo de Liam, y Liam haciendo Noel, cuando lo que de verdad quieren hacer es de Paul y John, de John y Paul.
Tito Gustavo en un libro. Como cantaban los ST, “que raro soy”.
La experiencia no importa. Un tipo con 18 años puede ser mucho más útil que tres de 25. Y viceversa. Que todo es mentira, joder. Mentira.
Esta es de traca. Traca fallera. La mejor compañía, en casa. Y no molestaban.
Los de siempre queriendo molestar. Ya no saben lo que hacer.
Dice la ministra que tenemos el mejor sistema educativo de la historia. De la historia del tbo, digo yo. Menudo desconocimiento. ¿Cómo se pueden hacer estas afirmaciones y dormir por la noche tranquilamente en tu cama? En fin, es lo que hay. Y cada uno tiene el infierno que se merece. ¿Pero que broma es esta? ¿De qué estamos hablando? ¿En qué mundo vivimos? ¿Seremos felices otra vez? Pues eso, infierno.

sábado, 8 de noviembre de 2008

La última vez.

O no. Nos vamos a la Nueva Condomina. Y no precisamente a ver al Arsenal. Que envidia. Cómo juegan, y que baño le han dado a Míster Ferguson. ¿Será la última vez?

viernes, 7 de noviembre de 2008

Mitad y mitad.

¿Alguien entiende esto? Yo no. Y yo tampoco. Que no. Que la realidad es otra cosa, es un gato repetido. Y si lo dice Neo, me lo creo doblemente. Doblemente...
Esta tarde, fotos y más fotos. No sé si saldremos así. O no. Doblemente...
Aunque siempre podemos dedicarnos a la agroalimentación. Doblemente...
Siempre hay algo que celebrar. Doblemente...
Siempre hay un tampoco. Y nunca. Y un quedarte con las ganas. Y una jodienda con vistas a la bahía. Pero en la bahía no siempre hay arena blanca. Ni movediza.
Y siempre (¿doblemente?) te puedes hacer el ciego y sordomudo. ¿O no? Y luego sale el mago, y dice basta ya, chicos, basta ya. Y se va todo al carajo. Y se acaba el chiste. Y no tiene gracia. ¿Doblemente eres el único? Pues eso, tírame, tírame. Te quiero (triplemente), le dijo, antes de quitarse la tapa. De los sesos. Esos últimos días, doblados al por mayor. Y los flequillos alargados, y los pañuelos ensangrentadas, y el espumoso malentendido. O no. Y que más da. Si es todo lo mismo. Y mentira.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Los remolinos de la rebelión.

Estamos un poco saturados ya de Obama. Si en Estados Unidos siempre gana la derecha, joder, que se piensa el personal. Por eso, voy a seguir un poco con el tema. Sinceramente, no sé cuales son sus principios. No sé si va a ir a por Irán por el tema de la bomba. No sé si al final abandonarán las tropas de Usa el territorio iraquí. No sé casi nada de este tipo. No sé cuales son sus principios, he estado mucho tiempo ocupado contemplando cosas azules. Eso sí, que es un tipo con estudios y que muy pocos pueden decir que tienen “esos” estudios. Pero en fin, como dicen en la huerta, se puede ser un patán con cinco carreras y ser un gilipollas sabiendo cinco idiomas, siendo cinco veces gilipollas. Es lo que hay. En su famoso discurso durante la marcha a Washington, Martin Luther King, un 28 de agosto de 1963, decía que “No habrá ni descanso ni tranquilidad en América hasta que al Negro se le garantice sus derechos de ciudadanía. Los remolinos de la rebelión continuarán a sacudir las bases de nuestra nación hasta que surja el esplendoroso día de la justicia”. Igual que con lema. No me gustan los lemas que se repiten como si estuvieras en misa. Y mira que yo voy a misa. Que una cosa esa una cosa, y seis, media docena. He dicho esta mañana que, en parte, es una elección de raza. ¿Y eso? Pues que, afroamericanos que han votado durante toda su vida a los republicanos, el 4 de noviembre lo hicieron a los demócratas. Y me parece de puta madre, oye. Porque sí. Y punto. Por esas cosas no hay que dar explicaciones, y menos en Estados Unidos. Esta mañana le he recordado a quien ha querido escucharme lo que contaba Jesse Owens en su autobriografía. Owens. Al regresar a Estados Unidos después de sus oros en la Olimpiada de Berlín de 1936, no llegó a ser invitado a la Casa Blanca, porque míster Franklin Delano Roosevelt no lo quiso en las celebraciones, ya que había elecciones de por medio, y no sería bien visto por los sureños norteamericanso. El mismo Owens contó que en la Alemania nazi fue tratado mejor que en su país (cuenta ejemplos de los hoteles, los autobuses y muchas cosas más). En fin. Que me parece bien, que yo me alegro. Pero que esto es lo que hay, y que no se nos olvide la Historia, con mayúsculas, en blanco y en negro, en cursiva y en negrita, en azul, y, por supuesto, en azul. Porque la vida es siempre azul. Ah, por cierto, se me olvidaba. Que hace un rato, volviendo en el bus (naranja), tenían la radio (gris) puesta y el personal (lo digo como blanco, como minoría étnica que soy en los medios de comunicación y transporte públicos de este país de bandera (roja y amarilla) hablaban de curiosidades. No de casualidades, que esas cosas no existen. De curiosidades. Pues eso. Que parece ser que el hombre más importante del planeta nació un 4 de agosto. ¿A qué no sabéis quien nació también un 4 de agosto? Leed, leed, leed, leed, leed, leed. Dejad de leed. Leed (perdón, esto ha sido un fallito de mi organismo). Que hoy me ha dado por aquí, y no se muy bien cuál es la causa. Que yo siempre he preferido de América otras cuestiones más interesantes. En fin, que creo que todo el mundo sabe la respuesta, que también lo han dicho en bastatnes medios de comunicación. Veremos como va la cosa. Pues eso, que ya sabes la respuesta. Y un año de diferencia, no es nada. Me voy a ladrar un poco a otro sitio.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Siempre chivando.

Espectacular. Dedicado a los tontos del pijo por los que últimamente no veo tan bien el sol. El día que vuelen todos se hará la oscuridad universal. Siempre nos quedará la buena música. O no. Vaya usted a saber. Vivan los índices ultrarígidos. Viva el azul!!!

El verano está más cerca que ayer.

"La constitución española sólo se la han leído los nacionalistas catalanes y vascos. Pasa como con la Biblia y los protestantes". Frase escuchada en la asignatura de Derecho, hace un par de días. Risas, sarcasmos, jaja. En fin.
Toca obamitis. Cambiando la historia, dice la prensa. Pero que no se nos olvide la historia.
Y que suene música, americana, por supuesto.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Límites y corazoncillos.

Leo las noticias de hoy. En una de ellas hablan de los límites. A mí nunca me gustaron las matemáticas. Pero no son de ese tipo de límites de los que se hablan. Se hablan de los límites de los adolescentes. De esos que ya saben misa en latín. Los violines siempre se han descontrolado. En el barroco y ahora. Siempre. Pero ha habido unos límites. Impuestos o no, pero los hubo. Ahora todo se ha descontrolado. No sé, no sé. En fin, es lo que hay (ahora). Todo el mundo ha hecho alguna trastada, pero sin pasarse. O no. Y ya lo decía el pediatra al final de Abierto hasta el amanecer: "Quizás sea un cabrón, pero no soy un puto cabrón". Pues eso, límites. Y punto.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Soportando la humanidad.

Hoy si que es el día de los difuntos. De los muertos, dejémonos de eufemismos para transformar la realidad. De carne que empieza a pudrirse. De huesos y poco más. Y dando vueltas por ahí me encuentro con esto. En fin, que una cosa es una cosa y seis media docena. ¿Qué tendrá que ver una cosa con otra? En fin. Hablando del día, ayer vi un video increíble, mágico y turbador. Y el que no tenga estómago para tanto, siempre puede quedarse con el Forever de los Charlatans. Y cómo hoy me ha entrado la vena del maldito regalador de consejos, hay dejo otra, vía chófer del 26, Havalina. Noches sin dormir, me lo dices o me lo cuentas. Hace tiempo que no estoy dos días enteros sin dormir, tengo que empezar a preocuparme. Serán las goteras, que hasta nuestra amiga de sonrisa enigmática envejece. ¿Cifras o letras?.
Mañana sale el disco de Klaus&Kinski. De lo que he oído, me quedo con Crucifixión la solución. Y punto. Evocación y ensoñación. Y todo lo demás.

sábado, 1 de noviembre de 2008

El día de difuntos es mañana.

Don Cicuta metiendo miedo. Dejarse de bromas. Vio el billete y se encendió. Y menos, en tiempos de crisis. Esto era imaginación, y buen gusto. Lo de anoche, los imbéciles haciendo el imbécil en el autobús, tocando el timbre y jodiendo al personal. Hay que ser imbécil y gilipollas. Con más razón me acuerdo de vuestros familiares fallecidos. De vuestros muertos. Si los que tenías que estar pudriéndose eráis vosotros, tontos del pijo. Escoria asquerosa. Cuánta gente que debería estar muerta y no lo está. Lamentable. Y, además, sois una panda de amebas. El día de difuntos es el día 2 de noviembre. Mirad el puto calendario. Y, a cada uno de vosotros, que lo sepáis, os esperan vuestros respectivos idus de Marzo. Los idus de Marzo. Aunque a alguno habría que adelantárselo. A ver si fijáis bien las retinas, que todo se pudre. Que el que juega a ser sol, es otro. Pues eso, la escoria de siempre, pero acrecentada por una panda de papás acomplejados que permiten al personal vivir en una película. Puta escoria. Mierda sobre mierda, otra vez, cada vez, más. Y punto.

El puto pastel de manzana.

Hoy va de hígados. El de arriba es el que me voy a meter hoy. ¿De lo que se come se cría? Por cierto, dice hoy en el Abc el autor de la mejor novela histórica en español, que "la España que perdió la Guerra Civil tenía más de anticlerical que de herética". Y que hay que mirar hacia adelante. Delante o adelante, que "alante" no existe. Y se lee en dos minutos.
Restos del naufragio. Hasta se quedaron ayer sin vasos, esto parece el cine español. Mucho mono suelto haciendo el gilipollas con trajecitos haciendo el yanqui por la calle. Haciendo el yanqui. Luego van todos de pijoprogres pero llega el puto 31 de octubre, y en vez de ver El Resplandor, te pones un traje de gilipollas. Olé y olé. Pero no todos los yanquis son iguales. O eran, por lo menos. Viva Seattle.

Pero no era nada de vino. Ni albino. Y esto es verdad: cuando se hace algo, se hace. Si no, todo es una jodienda con vistas a la bahía. Y lo sé por la familia. Será que la habitación se me hace pequeña.