martes, 31 de diciembre de 2013

La famosa cuerda (la de la mediocridad)

¿Para cuándo alguien que dimita?

lunes, 30 de diciembre de 2013

Cloacas de paz

El himno del día nos llega directamente de Medievo. Himno no solo del día.

La sala del día

Producción, producción

Producción, producción.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Pedro Fernández, uno de los 20 murcianos del año

Ahí lo tenéis, con flor o sin ella, luchando por la huerta. Don Importante es uno de los 20 murcianos del año por su labor en Huermur, aunque más de uno lo vaya amenazando por ahí en lugares públicos y privados. Pues nada, a seguir con la lucha. Coda: hay que recuperar el programa de radio. Ya.

¿Cómo lleváis la dieta?

Seguid, seguid, que yo me comeré las tortas de Pascua por vosotros, y los bocatas de riñones de cordero con jamón, también. Seguid, seguid, que mientras yo seguiré con Radiohead. Y todo lo demás.

Distintos tipos de pirañas

Las pirañas, las buenas, antes o después de Bayona son las buenas. Las demás, peligrosas.

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Será por kilómetros

Los que no estoy haciendo este año. Por los trenes que no cojo y los kilómetros que no cuentan este curso. Y todo lo demás.

Discursos reales

Nadie dijo nada al respecto. Todos permanecieron en silencio. Todo era mentira.

martes, 24 de diciembre de 2013

Himno largo del día

A falta de buenas intenciones, de esas de las que está lleno el infierno, siempre nos queda siestas escuchando a BRMC. Y todo lo demás.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Violines y Spurs

Como cada lunes, tito Paul no falta a la cita y hoy nos recuerda el bendito aburrimiento de los Spurs, ese equipo que el otro día se lo explico a quien yo me sé sin Duncan, Ginobili y Parker. ¿También lo multarán ahora?

Todos bajo palio

nuevo amanecer from Antonina Obrador Ramis on Vimeo.

Ahora que andamos metidos entre tortas y Pascuas, nada como amanecer antes de romper la báscula del ganado. Y todo lo demás.

Peladillas para todos

¿Cordiales de Beniel?

Degüello

Hoy toca cortar. Gargantas. O desear cortar gargantas de esos politicuchos mediocres. Hoy toca algún cambio cualitativo, algún fallecimiento colectivo en la sede de algún partido de la oposición o del gobierno. O algo químico que les pase a esos profesionales de la visita al Belén en el Estado de las autonomías y de la subvención. Quiero escuchar ataúdes, quiero escuchar voces de ventorrillos abiertos desde 1870. La voluntad y todo lo demás. Una ronda demente, una ronda en el cementerio a la salud de los gusanos que van a acabar con estos pajilleros de la voluntad (ajena) y que despilfarran lo que nos roban en los impuestos. A esta mugre animal solo les toca una: un instrumento afilado, preferiblemente albaceteño, que toque a degüello. Guillotina, guillotina, en plan TAB. Estos sinvergüenzas, que han pagado putas y trompas con nuestro dinero, denigrantes hijos de puta, se merecen una muerte a la altura del principio peteriano. Esta extorsión colectiva se merece la ruina total. Y punto.

El tango de verdad

Ajedrez, coreografía y todo lo demás.

domingo, 22 de diciembre de 2013

El precio de la lealtad

Entrevista de la gran Pepa Fernández de RNE a Arturo Pérez-Reverte, un clásico de los sábados que antes me recordaba Maribel desde Alhama pero ya no lo hace.

sábado, 21 de diciembre de 2013

La gran ilusión

Hay aspectos que no son agradables en la lectura de La gran ilusión. El final de la amistad, la decepción asumida y los años que no pasan de vacío. Y no todo es cine en la vida. No todo es quedar con los amigos en el café o ante la pantalla. Y cuando todo se acaba piensas en lo que fue o en lo que parecía. En las mentiras de la amistad. Los amigos no existen siempre digo yo en primera persona del singular. Tenemos personal, tenemos gente con la que pasamos ratos. Miguel Sánchez-Ostiz la barniza entre mentiras, realidades y medias verdades. ¿Nos podemos creer lo que un desconocido nos puede contar de una tercera persona? ¿Son esas terceras personas tan lejanas? ¿No tendremos todos relaciones de sangre? Hay días en que no hay ganas de saber la verdad pero la responsabilidad epistemólogica está por encima de todo. Y, como en Las pirañas, también hay aquí un amigo, "nuestro hombre", que se pierde por el camino de al lado, o por el de más allá. La gran ilusión, premiada hace casi veinte años, también es investigación, indagación. No se trata de resucitar a Herodoto. No. Hay veces que en el entrecejo se nos mete algo y lo tenemos hasta que nos meten en una caja de pino y con los pies por delante. ¿En qué basamos nuestra supuesta amistad con personas tan diferentes a nosotros? Quizás ahí esté la respuesta a todos esos peros que no pone la vida por delante. Como la primera vez, cada vez que quieres poseer algo. O quieres poseer a alguien. Y no es solo cuestión de madurez. En este caso, la raíz de esa supuesta amistad, de ese lazo invisible con otra personas tiene una explicación cinématográfica. Tres individuos, Gabriel Echenoz, Luis Armando Orbiac y David Lawstein, pudriéndose poco a poco en una ciudad pequeña, pudriéndose en esa caja de pino todavía con los pies envueltos en zapatos de distinto precio y calidad. Y siempre hay uno que da el primer paso y abandona la pequeña caja de cerillas que es esa ciudad que puede llegar a aburrir y a enloquecer, a querer y odiar al mismo tiempo. A esa espantada, sin avisar, le sigue otra. Le sigue la desaparición, le sigue el desencanto y el parcial reencuentro. Cada uno con su derrotero: uno a través de la perversión y la mera subsistencia; otro, a través del éxito y la opulencia; el último, cumpliendo un sueño a medias, comprando un cine, y viendo tramos peliculeros como el de La gran ilusión. ¿Pero tan frágiles son las amistades? ¿Dónde está el límite entre la voluntad y el deseo? ¿Cuál fue el motivo de la decepción y el odio? ¿Rencor? ¿Locura? Y qué más da con un novelón así.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Un poquito de navidad

Desde la residencia catastral, aquí la ahijada os ilustra el villancico de rigor. Y todo lo demás.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Güiquén

Después de ver el paseo militar blanco por Turquía, y sufrir con el Unicaja (tiene cojones la cosa), vuelvo a reitarme que la enfermedad del basket es irremediable. Absolutamente irremediable. Y lo de Granger muy grande.

Desaparezca aquí

Ruido. Hoy me despierto con ruido. Mucho ruido. El concejal de Urbanismo, amigo de sus amigos, casi todos constructores (curioso, que no casual, que las casualidades no existen), decide periódicamente cambiar aceras aunque no haga falta. Y qué más da que haga falta o no. Qué pijo. La crisis y todo lo demás se lo pasan por el forro de los caprichos. De los mismísimos caprichos.

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Peaky Blinders. Primera temporada

Son muchas las comparaciones que se han hecho de Peaky Blinders con Boardwalk Empire. Y antes, siempre que sale la palabra mafia con Los Soprano. Muchas comparaciones en muy pocas palabras, con la diferencia de que en Peaky Blinders están sonando continuamente las voces de Jack White, solo y con los White Stripes. Pero es mucho más. Es 1919, después de una guerra asquerosa, la primera en la que Europa se quita el yugo germánico del cuello. Y la familia por encima de todo. Y un Carlitos sin barba pero hijo de ideas sindicalistas como El Capital manda. Y hermanos y hermanas que honrar y padres que olvidar y tías que adorar. Y caballos, y barrios chinos, y pimentón del bueno, y todo es mentira bajo los ojos del Señor, y gitanos, y bodas arregladas, y putas sin honor y espías que no pensaban que tenían corazón, y el policía incorruptible con un anillo que nunca pondrá, y el puto IRA jodiendo la marrana y todo lo demás.

martes, 17 de diciembre de 2013

Cada vez

Hay días en que las canciones, torcidas o no, son himnos ilustrativos del ¿Y ahora qué? de un descenso al pozo infernal. Cada vez, también.

La vuelta de Kobe

Hay vueltas que se transforman en dramas. Otras en cohetes y fuegos artificiales. La de Kobe según el gran Shirley está aquí.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Don Andrés felicita

Don Andrés, como es costumbre, nos felicita la Navidad, como Dios manda, y nos recuerda navidades al lado del emigrado a tierras de Susana (aunque nos considere amigos de serie B, aunque no seamos sus amigos de verdad cuando sale de África y vuelve a Europa), y recuerda andanzas nocheviejales en El Cuervo y en Marathon, allá hace casi una década, cuando todo parecía distinto. Muchas gracias, don Andrés.
Y todo lo demás, también.

sábado, 14 de diciembre de 2013

El sueño valcarcil

Érase una vez un presidente autonómico, amigo. Un figura, de buena familia, con padre cronista. Érase una región tomatera y pimentonera, panochística y hortofrutícola, pero honrada. Sin concejales sociatas mafiosos ni ucedeístas engominados ni aliazapopuleros amenazantes. Aquí se pueden señalar con nombres y apellidos, pero el personal de turno no denunciaba. Tenía miedo. Miedo hay en muchos sitios. O quedar bien, que al final alguien te puede subvencionar algo. Es como en Crematorio (hablo de la serie, que el libro no lo he tocado por miedo a que me miren mal en el reino valcarcil), que no se cita ni una sola vez ni al PP ni al PSOE, ni a ningún partido conocido. Curioso, que no casual, que las casualidades no existen. Pues eso, voy a rascarme la barriga, que aunque no cobre el PER me merezco un vermú a la hora del vermú aunque no sepa que hora es. Y todo lo demás.

viernes, 13 de diciembre de 2013

Curioso, que no casual

En el capítulo 14 de la tercera temporada de El ala oeste de la Casa Blanca, un periodista estadounidense es secuestrado en un país africano, si no me falla la memoria en el Congo. C.J. se pone manos a la obra, pero no había nada que hacer. Y dicen varios de los protagonistas de la conversación, mientras Burlett está con el psiquiatra, que "los quince primeros minutos de un secuestro son fundamentales". Esa temporada estaba ambientada en el curso 2001-2002. Acababa de pasar lo de las torres gemelas, que algunos progres proárabes han olvidado, por cierto. Pero no me quiero meter en jardines que me está esperando el dueño de la residencia catastral con una bolsa de tierra y piedras para poner un nacimiento y otros misterios. El desarrollo de Internet no era el actual, pero si se buscaba algo se encontraba. No sé si vale de algo, saber más, saber menos. Parece que los que deberían saberlo todo no son los adecuados. O al revés. Por eso, aunque no sé si la relación es buena o mala, me ha gustado el artículo de Arcadi Espada sobre el secuestro de Javier Espinosa. Y no, no me gusta que a los niños solo les enseñen el Corán y no Geografía e Historia. Será por la barba de chivo que llevo. O tal vez no.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Amnistía

Qué invento las leyes de amnistías, las leyes del olvido y el mirar para otro lado. Algo así como lo ocurrido en Montejurra. Y todo lo demás.

martes, 10 de diciembre de 2013

Prófugos. Segunda temporada

Daños de proporciones bíblicas. Escándalos, carreras, sangre, mucho Antiguo Testamento. Rozando lo grotesco y lo mágico a la vez, creíble por momentos y poniéndole imaginación en otros. Notable para esta segunda temporada de Prófugos, con caídas al cementerio desde el primer capítulo y un final a lo Terrence Malick. Mucho juego da esta huída, aunque se mete, otra vez, en muchos jardines políticos, en plan corrupción total (aunque para esto no hace falta citar a Chile, en cualquier concejalía de Urbanismo de cualquier pueblucho hay más, seguro). Muy recomendable para aquellos que deseen escapar y no se fíen de nadie. O de casi nadie. Y todo lo demás.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Boardwalk Empire. Cuarta temporada

Pasan los capítulos de Boardwalk Empire y siguen enterrando muertos al más puro estilo Soprano. Cosecha de 1924, para ser exactos. Todo tiene un límite, menos la pólvora. Y todos los que siguen a la altura del 48, supervivientes de canciones que engatusan, de chulos y rufianes, de los límites de la relación entre padres e hijos y Tampa en el horizonte, y Cuba y todo lo demás. Como las tres anteriores, con sus momentos de lucidez y los reflejos de la sordidez, con Italia en plan cabrona, con cárceles y heroína, con engaños y muertes varias, con jodiendas con vistas a Atlantic City en las que poder morir en paz.

La vuelta del Marqués de Santo Ángel

Aquí os dejo el último aliento desde la Calle del Cuartel a los súbditos gaviotiles (dentro y fuera del reino valcarcil, que la Geografía nunca es un obstáculo e incluso a algunos nos da de comer). Pues eso.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Los sujetapuertas decimonónicos

Cada día soy más transigente con muchas cosas, pero hay un asunto con el que no trago. No trago, y cuando me han obligado a leerlos a algunos los he odiado. Me refiero a los ladrillos del siglo XIX, a esos ladrillos infumables que la crítica (la de antes, la de ahora, la de después) pone por la putas nubes. A nubes con vuelos de bajo coste mandaba yo a la crítica. En fin, que estoy muy muy de acuerdo con Kiko Amat en su apunte sobre este tema. Lo dicho. Que no me sale de los cojones leerlos por mucho que me miren raro cuando lo digo en voz alto los zanahorios líricos del la literatura post-poética. Y todo lo demás.

La Historia y los juicios de valor

Hoy toca reflexión sobre los juicios de valor. Y no solo en Historia. La historia siempre es el pretexto. O casi siempre. No podemos reducirlo todo a un chiste ambulante, a un me da igual arre que só. O tal vez si. Muy difícil el tema de los juicios de valor. Todavía recuerdo los trabajos que hice en la carrera a la profesora Ana Guerra y siempre me recalcaba que todo ellos estaban llenos de juicios de valor. Yo le decía siempre que sí, pero que dónde estaba el problema. Pensaba decirle dónde estaba el jodido problema, el puto problema. Pero, como casi siempre, no tuve huevos, no tuve los cojones suficientes. Pues eso, juicios de valor. Y todo lo demás.

viernes, 6 de diciembre de 2013

¿Qué fue del manto protector?

A falta de mantos protectores, versiones más o menos tribales en mitad del mareo de perdiz. Mientras nuestros mierdas de políticos celebran una farsa, llamada constitución, prostituida por una transición aún más cretina y canalla, nada cambia. Los canallas llenan el Parlamento, aforados a su riqueza y patrimonio personal. Les da igual el populacho, esa chusma que no quieren ver ni en pintura. Esos mierdas (y esas, señora ministra de Igualdad, que tampoco me olvido de usted) busca el calor del pecho de amante de turno, mientras llevan a la prójima o al prójimo un día a los Madriles como antes iban a la Casa de Campo o al Parque de Atracciones. Y soda, por favor. Sifón, agua de Seltz o como se diga, que se nos pasa la hora del vermú.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Despiporre

Hay días que es mejor no leer la prensa después de ver a Nucky y la tropa de Atlantic City. Vaya tela.

Lenin y la CCCP

Menudo chiringuito tenían montado. Primero Lenin, que abrazó el valle profundo pronto, pero sus secuaces si que montaron bien. El espíritu estalinista del aquí te mato y punto tuvo seguidores en media Europa de desprecio muto, de virtud peregrina en barba marxista. Y daba igual lo que pasara a este y oeste de los Urales, las tinieblas son iguales con bigotes alemanes o rusos, todos hemos probado a dejar sin comida a un pobre desgraciado pez en su pequeña pecera. Y pasa lo que pasa. Todo menos que se convierta en boquerón italiano, ni sin vinagre, ni en matrimonio en la plaza floreada del atraco continuo. Cada uno busca su taberna, o su comunismo particular, como buenamente puede. Nada de sociedades fabianas a esta altura de la película, ni ludismo ni ley Chapelier que se tercie en botellines de 33 centilitros. En fin, que así quedaron todos con el cerebrito del Refugio hecho uvas de Alhama. Y en sus rostros, media Europa a base de vodka y Pacto de Varsovia, y COMECOM y toda su puta madre. Menudo potaje montaron, joder. Menudas alcachofas.

Tragando veneno un ratito

En este reino valcarcil, foralidad de integral mierda, ahora se habla de sucesión y de la chica de Algezares, de la tribu antes fraternal y ahora cainita, de confusión feroz en cuanto la fotocopiadora, ahogada y mortecina, ya no puede soportar la tuerca bernalística. Y es ahí, en mitad de la lucha entre los que se creían hermanos, cuando se demuestra quién tiene buche para pegar hachazos al que hace un rato sólo le daba abrazos. La teoría del final juliocesarístico, siempre igual, siempre bíblica, siempre reflejo de la cuadrilla, siempre garramponeando, siempre ejemplo del Tío Saín, siempre el tío del saco, siempre ferial en mitad del páramos. Y cuando las cuchillas de Albacete salen a relucir (otro día hablaremos de las de la ciudad autónoma) empezamos a medírnoslas. Sí, a medir las panzas del gánster de turno, cual carpintero al servicio de una Carmela Soprano que quiere cambiar la cocina como se cambia el tamaño y el barniz de sus uñas de diseño. Y, las manos, consejeriles o no, empiezan a gritar nombre y apellido: Chalky White. La segunda vez el grito fue aún mayor: Chalky White. Y esas manos, pedáneas o no, arrecifes de cristal en mitad de la tormenta, recuerdan también a gritos a Omar Little. La segunda vez, otra vez, gaznate de putiferio aún mayor: Omar Little. Y no acabó la fiesta así. Entre recorte y austeridad, el puticlub seguía abierto. Ya no hay políticos como mi exjefe, pensé yo. Esta patética pandilla no le llega ni a la suela de las botas antiguamente comunistas. Pero todo trago tiene su resaca y su mañana tequilística. Pero eso será mañana, esperad, esperad, no tengáis prisa que el hijo de Santa Claus nos ilustra con palabras y sonidos y catanas el fin del califato valcarcil. Y todo lo demás.

¿Por qué no me gusta el Pacharán?

Los jueves de mercado son días de preguntas estadísticas, esas preguntas que van de la cuna al panteón, y tiro porque me toca, y las tiendo con pinzas de madera, y recuerdo el sector agropecuario durante el reinado de Felipe III en mitad de la bruma, en mitad del contrabando de El Algar, y, llega el momento, la paz angelical, la desidia querubinal, y te das cuenta de que no hay quien llegue a Luxemburgo, y al clan sin televisión, y llegan los integristas, los valcarciles de año y vez, de esos que no tienen bastante con ser ganado porcino. Pero, gracias a Dios, siempre nos quedará la música. Y todo lo demás.

Resaca, cerveza, gintonics, amor y desamor

El orden lo pones tú. De todos esos elementos, con una importancia que difiere según el día, la hora, el frío polar o el agosto esquimal de turno.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Meditar

Como vengo ilustrado de pasar el rato con mi PCPI, os dejo la meditativa música de un exalumno sin perfil PCPI como Ugo Fellone. Y todo lo demás.

Ánimo

No me queda otra cosa que dar mucho ánimo a Consuelo y a los maestros y profesores que como ella están enfermos y siguen preocupándose por sus alumnos.

martes, 3 de diciembre de 2013

El francotirador paciente

Tengo una relación complicada con el grafiti. La verdad. No es que sea un fanático pero tampoco soy un seguidor fiel. Pero en mis correo la fotografía de perfil es el saltador de pértiga de Bansky. Y a Banksy llegué a través de Exit Through the Gift Shop, y de esas locuras que uno ve, afortunadamente por la televisión. No es El tango de la guardia vieja que leí ahora hace un año más o menos. El francotirador paciente no es una obra menor aunque se lea en un ratito, ya que es grande en sus reflexiones. ¿Por qué en sus reflexiones? No soy yo historiador del arte para hablar de sí lo es el grafiti. No lo sé. Leed y luego me contáis, pero el grafiti me lleva los años noventas (en plural, siempre en plural) a la capital del reino valcarcil, a esa Murcia decadente, al barrio de San Basilio y a Leví, compañero de Villa Desmadre y grafitero, subido a los contenedores de basura mientras ilustraba las tapias del Instituto Miguel de Cervantes. Eran otros tiempos, y los grafiteros eran de los pocos que le ponían huevos al asunto para hacerle frente a los gilipollas cabezas rapadas que por aquellos adorados noventas jodían mañanas, tardes y noches en la capital del reino valcarcil. En clase de inglés, con la profesora Carlota (lo recuerdo cómo si fuera ayer), Leví nos dio una sesión/charla sobre "el arte del grafiti". Él si lo consideraba arte, le tenía estima, lo amaba. No sé si abusaba del grafiti o de algo más, pero para los que entonces nos daba igual arre que só, nos llamó la atención. Esa fue mi primera aproximación al grafiti, allí por el curso académico 1993-1994. Como si fuera ayer, lo repito. Me gusta el personaje de Lex. Bueno, me gusta Tánger Soto, la tengo en un altar. Después de ella, todo fue distinto. Segunda aproximación al grafiti. Año 2000. Viaje con quienes me siguen acogiendo en su residencia catastral a Sevilla, y con nosotros y sus padres sustentadores, el gran Héctor Páez, que con su cámara de fotos lo único que fotografiaba eran grafitis. Un adolescente absolutamente colgado de ellos. Le hablé de las FARC pero no me prestaba atención. No entendía como un jovenzuelo tenía ese jodido interés en el tema. Y ahora no sé si lo entendería. Y ahí surgía el concepto de vandalismo. El jodido concepto de vandalismo. Y la tercera relación con el grafiti me lleva al tema 55 de esas oposiciones que haré en junio por séptima vez. Tema 55, el mismo. Teoría y función del arte. Análisis e interpretación de la obra del arte. En el segundo punto, iluso de mí (la soberbia de la juventud y esos motivos sin motivo), escribiendo sobre el concepto de arte y el valor artístico el menda, en primera persona masculino singular, habla del grafiti. Tal que sí. Hablo del grafiti porque es un acto realizado por el hombre para que la materia o lo visible exprese lo inmaterial o lo invisible utilizando la imaginación, usando un tag, con o sin calaveras mejicanas (otra jota, otro recuerdo al profesor Andreo García). Podemos meternos en jardines, podemos citar a Mikel Dufrenne, o Dino Formaggio o al futuro inventor de la fórmula del agua en polvo. De lo que queráis. Pero yo me quedo con Lex en su periplo italiano. Y, cuando beatifiquen a Rafa Benítez en Nápoles, también. Y todo lo demás. Coda: ¿Y a quién no le apetece ver a Kate Moss con semejante billete en semejante sitio?

lunes, 2 de diciembre de 2013

Los himnos de hace 12 años

Hoy toca mandar las orejas doce años atrás, escuchando El Bulevar, ración doble de lucidez taciturna, y recordar a BRMC y su B.R.M.C. Momentos de crueldad, de desocupados en el estudio, de funcionarios futuros que nunca llegarían a serlo, como es de esta primera persona masculino singular. En mitad del residuo, en mitad del cero al cuadrado, desde el reducto de la residencia catastral y con una escalera peligrosa, mirando a Jesucristo y a Curro Jiménez, mirada estúpida la mía, sin copas ni vermú. Así pasaban los días, y pasan ahora, con granujas (que no mormones) que llaman al timbre sin un motivo aparente. Sigamos con la costumbre. Y todo lo demás.