lunes, 31 de diciembre de 2018

Snatch. Segunda temporada.

Volvemos a las andadas. Vuelve la segunda temporada de Snatch, con todo más negro que los cojones de un grillo. Negro aunque todo empiece en la Costa del Sol. Y con esta pandilla, todo sale mal (casi siempre). Y para empezar, imagen patéticofranquista de la policía española, más mafiosa que feto abortado de un Corleone. Bares, armas, flamenco. Y nada más sarcástico que un camarero llamado Fanta. Y un policía llamado Carlito Blanco que deja un rastro de sangre por donde pasa. Y el Toro Osborne vigilándolo todo desde las alturas. Desde las putas alturas. Alcaldes, fueros propios en ayuntamientos más propios de Gil que de otra cosa. La segunda temporada de Snatch pone a sus protagonistas en la coyuntura de la posibilidad de elegir. "Quien lleva la corona nunca vive tranquilo", dice una de ellas. Policías encubiertos, mafia local, decisiones que te llevan al desastre o a la gloria. La tragedia convertida en broma, la mierda hecha ambrosía. Navajas que buscan venas, gusanos en busca de dolor. Y otra vez la huida, la marcha sin rumbo, la alegoría contra la metáfora. Y matar al padre. Casi nada. ¿Qué obtenemos a cambio de traicionar nuestros principios? Casi nada. ¿Pagar facturas? No sé yo. Pero al final, con el precio nuestro de todos los días, a cada cerdo le toca su cárcel en Marruecos, a cada muelle su amarre, a cada robo su factura, a cada boxeador su lona y a cada isla su escape. Y todo lo demás, también, aunque ya no tengamos chascarrillos místicos y los alcaldes sean de pacotilla. .

domingo, 30 de diciembre de 2018

Fortitude. Tercera temporada.

Siempre hay epílogos. Y se agradecen los cortos, como el de la tercera temporada de Fortitude. Aquí no vale el axioma veraniego de Murcia (en tiempo de melones, cortos los sermones) porque vivimos entre nieves. Pero los puntos suspensivos hay que acabarlos o interpretarlos de cierta manera. Procedimientos innovadores y clásicos de toda la vida, como el dolor. Viva el dolor debería ser el sobrenombre de Fortitude. Alegría, problemas en el colegios, gordas y todo lo demás. ¿Por qué no nos gustan los marginados? ¿Los delatores cumplen con su deber? ¿Quién debe acabar con los conspiradores? Y la gente no cambia. Nunca. No es posible. Fantasía, locura, magia, avispas. Farmacéuticas que mandan sobre las personas. Circunstancias, mierdas, parásitos. Líquidos cefaloraquídeos que lo solucionan todos. Donantes inoportunos. Muertes necesarias. Experiencias sobrenaturales. Este final es propio de Tarantino, del primer Tarantino, no en lo que se ha convertido ahora. Viva Fortitude. Viva Noruega. Viva.

sábado, 29 de diciembre de 2018

La mentira institucionalizada (sin pruebas)

¿Qué parte de algo es 100% cierto? ¿Qué parte de algo es 100% mentira? ¿Qué parte de algo nos podemos creer? ¿Qué parte de una víbora es veneno? ¿Qué parte de una entidad santa es beatificable? Como en Casi Famosos, hay que preguntarse: "¿Qué mitad?". Acusar, sin pruebas, es muy fácil. Y en la deriva sin control de las dos últimas temporadas de House of Cards, era inconcebible la serie sin él. Lo bueno de todo esto es que la vida es corta o larga, y siempre te encuentras en calles oscuras con tipos, tipas y tipes (aquí no distinguimos si es gentuza) con gente. Viva Frank. Viva.

Himno para el último sábado de 2018

viernes, 28 de diciembre de 2018

jueves, 27 de diciembre de 2018

Boston 1973

Vergüenza. Black Santa.

¿Hasta dónde se puede estirar un chicle? ¿Hasta dónde podemos dar(le) hilo a la cometa? ¿Hasta qué punto no debemos poner el freno al disparate? Para frenos, los de Márquez viendo a Valentino. O tal vez, no. No debamos darle freno. Lo bueno de Vergüenza, y de este Vergüenza Black Santa es que no hay límite, no hay que ser políticamente correcto, no hay que escupir en el baño porque nos atrevemos a escupir a la cara. A la puta cara. Ahora que parece que la época de lo políticamente correcto (ya era hora) parece que empieza a flaquear hay que aplaudir el intento (que no siempre el resultado) de series como Vergüenza. No tienes que mirar bien al que odias; no debes dar la mano al que desprecias; no debes dar dos besos a una víbora. No. Antes muerto que perder la vida. ¿El resultado es manifiestamente mejorable? Por supuesto. En eso, estamos de acuerdo. La repetición de ciertos chascarrillos, cansa. O puede que no. Nunca se sabe. Pero lo que si sabemos es es que el Infierno está lleno de buenas intenciones.

Las manos

miércoles, 26 de diciembre de 2018

Collateral. Primera temporada.

La cantidad de jardines que pisa en su primer episodio Collateral lleva un poco a confusión: repartidor de pizzas asiático asesinado en el sur de Londres, libanesa que hace el pedido, inmigración ilegal, políticos laboristas, mujer sacerdote lesbiana, policía embarazada, jefes corruptos, personas que hacen preguntas, buenrrollismo ilustrado, porteros de discoteca que dan palizas, encargadas de tiendas que cuidan madres, capitanas del ejército con pelo suelto y recogido, pañuelos en la cabeza y veinte cosas más. Un puzzle de demasiadas piezas. O pizzas. De demasiadas pizzas que van al suelo directamente. Viva el Líbano, viva la Iglesia, viva la Policía británica, viva el Laborismo. Bueno, el Laborismo británico no. Mejor no. ¿Qué fue de Tony Blair y aquellas veladas a las que iban los hermanos más gamberros de Manchester y del City? Hablar, que no confesar. Collateral es también un ejercicio de frustración, un ejercicio de robo de tiempo pero bajo un buen barniz. ¿Qué imagen tenemos de Dios? ¿O es Diosa? ¿La Iglesia Católica tiene mejor concepto de culpa que la Iglesia Anglicana? Ya no vale lo de la política británica es el comercio británico. Digo yo, que el Brexit cambiará algo. Los sirios muertos son un problema en Occidente, tanto o más como las violaciones de los sirios en Europa a europeas. Y el Cuarto Poder, arreglándolo todo. Y no se duerme si no se tiene que dormir. Viva el trabajo de noche, aunque trabajar de más sea una estupidez. Y meten en la coctelera hasta el acoso sexual en el trabajo. Demasiada pizza, lo dicho. Guerras lejanas que nos traemos a casa. Amigos hechos pedazos. Sangre en las retinas. Mierda de guerras que nos llevan a hacer asuntos que no queremos hacer. O meternos en jardines. O en los ingredientes de las pizzas. ¿Seguir con tu vida no es traicionar a tus muertos? No sé olvidar. Todos son sospechosos de algo. Somos capítulos aislados, dice una de las protagonistas, en la serie de otras personas. Capítulos aislados. Sueltos. Excepciones. ¿Qué haremos los próximos trescientos años? Collateral se pregunta si los muros son necesarios, si son los cambios necesarios. El laborismo es otra gran mentira dentro de la gran mentira británica. ¿Es negociable llorar por los inmigrantes iraquíes y sirios y no llorar por los compatriotas de nuestro edificio que no llegan al veinte de cada mes y pasan más hambre que un etíope en plena sequía? ¿Es Inglaterra ruin y pequeña? ¿Es Inglaterra ambigua? ¿Es peor un centro de internamiento de inmigrantes que una cárcel porque en la segunda si sabes cuando sales y en el primero no sabes cuando te deportan? ¿Tenemos al mismo diablo como compañero de trabajo? ¿Deseamos matar al jefe? ¿Por qué la chusma con quejas va trajeada? ¿Por qué tenemos que negociar con idiotas? ¿Por qué ciertas personas nos toman por idiotas? ¿Qué hacer si la guerra se te mete en la sangre? ¿Qué hacer si el sistema nos derrota? ¿Qué hacer con un cansancio que nos gana? ¿Qué hacer para conseguir el honor? ¿Qué hacer? ¿Qué? Pero todo lo bueno se acaba, antes o después. Siempre.

Westworld (4º intento)

Empiezo Westworld por cuarta vez, con la musiquilla del zanahorio y sus secuaces en el segundo capítulo, buscando respuestas a preguntas que no la tienen, después de dar el pésame a tres de los hermanos de un fallecido de 40 años. Almas de metal. Será eso. Habrá que preguntarle a Dolores. Otra vez. Y a sus padres.

Los telediarios del día de Navidad

Si habitualmente el flujo de mierda es considerable, el día de Navidad en la tele pública, en la subvencionada y en la de la concesión, es asqueroso. Cantidades industriales. Mucha mierda. Moñismo. Restaurantes, turrón, viajes, ocupación hotelera. No se habla de Andalucía, no se habla de populismo, no se habla del Kichi, no se habla de la deuda catalana, no se habla del problema del carbón. No. Todo es azúcar. Hay que estirar infinitamente el chicle de la basura, de lo políticamente correcto, de lo llamativo para los que no queremos nada llamativo. No. Estamos en contra de lo políticamente correcto. Alcemos la voz, diccionario en mano. Bien alto. Y todo lo demás, también.

martes, 25 de diciembre de 2018

Versión de la Navidad de 2018

Maniobra de evasión planetaria versionada por Chef Creador bajo los mandos al otro lado del cristal de Carlos Hernández. Hay himnos atemporales, como lo son casi todos los de Unidad de desplazamiento y Encuentro con entidades. Maniobra de evasión, bajo este barniz, sale con más ritmo, con más intensidad, con más luminosidad sonora que arregle días de desencuentro y fatalidad. Porque también los hay en Navidad. Siempre. No todo son rosas y olor a buen perfume. Ni el video que se sale después, en la reproducción automática youtubera, se corresponde con la realidad. "Lo vuelvo a intentar, te ofrezco mis mejores intenciones, y solo obtengo penas y dolores...". Himno, himno, himno. "Que no me gusta lo que pienso". Pensar te mete en líos. Siempre. Viva el fantasma de Bruce Lee. "¿Por cuánto tiempo tengo que pagarlo?".

lunes, 24 de diciembre de 2018

Deutschland 86 (continuación de Deutschland 83).

África y causas perdidas. Armas y almas perdidas. Ciudad del Cabo y Angola y dándole algo de color a la desesperación. Mentiras institucionalizadas en Deutschland 86 como las había en Deutschland 83. Ascensores para blancos y ascensores para negros. Armas robadas. Intermediarias. Tratos entre RDA y Sudáfrica. La necesidad hace extraños amigos. Todo se viene abajo. El tío de la mancha en la cabeza, las deudas de la RDA con la RFA. El hambre en los finales del comunismo. Mierda sobre mierda. ¿Objetivo? ¿La libertad? Empieza la serie dando una clase de historia entre limonadas y negros que sirven limonadas. Libros que cuentan historias sobre uno mismo. Es pequeño. El mundo. Reagan. Gorbachov. Los tableros de la Historia. Los collares en el cuello de una mujer con pecas. Tenis. Armas y más armas. Trabajo sucio e ideología socialista. ¿Cuál es el bando correcto? Y el norte de África, y Libia, y la posibilidad de grandes atentados masivos en Europa a manos de los libios, y los tratos que se seguían y el impedimento de la locura. París, atentados en clubs nocturnos que llevan a Reagan a posicionarse ante los libios y mierdas varias. Muchas mierdas varias. Socialismo real en 1986, mis cojones. Y Chernóbil, en el horizonte. Todo es mentira a ambos lados del muro, todo es una jodienda que parece no tener fin. Y lo tiene. Y el diablo sigue siendo un agente doble al servicio de la Providencia.

El la oscuro de la fuerza

No sé si debo replantear(me) los principios peronistas y pensar en el concepto de costumbre. Pero hay malas/buenas costumbres, modas envejecidas que irreparablemente seguimos repitiendo. Nochebuena: escuchar "El la oscuro de la fuerza" de Los Planetas. Recuerdo, acostumbrado en el pesebrismo de la costumbre (chupito de Cantalar por el pesebrismo del 24 de diciembre, viva la retórica), que el hombre de la camisa verde me puso del color de su camisa al escuchar esta grabación. O no entendió nada, o en su reunión de pastores, salió algo mal hace quince años. Y no sé si quiero investigar la oveja muerta (oveja vale como cualquier palabra, buscad sinónimos) de aquella Navidad del 2003. Hay personas que han escrito al respecto, y es su lectura la que hay que hacer, no la mía. Vaya usted a saber, Jiménez.

domingo, 23 de diciembre de 2018

Homecoming. Primera temporada.

No es fácil pasar de Händel a Eels. Vivan las anguilas, las medicaciones que nos cambian, el olvido y el perdón, la persistencia y los sonidos que nos transforman. No es fácil de clasificar la primera temporada de Homecoming. Infiernos pasados que se tratados para reconducirlos... y poder volver al Infierno. Al que lleva mayúsculas. O a una casa con un riachuelo cerca donde no tener prisa en terminar de construir un porche de madera. O lo que haga falta. Y si hay que escuchar a Iron and Wine antes de poner una rúbrica, se hace. El olvido siempre está ahí, pero puede llegar a su antítesis en cualquier momento. Del Infierno a la Felicidad solo se tarda lo mismo que del cero al infinito. ¿O era de la Tortura a la Felicidad? ¿Cambiamos sustantivos cuando lo necesitamos? ¿Necesitamos cambiar cuando estamos en mitad del caos? Coda: Aunque siempre habrá la comparación esmailiana con Mr. Robot, esto es otra liga distinta, otro deporte distinto. Compatibles, pero diferentes.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

No mal, lo siguiente

Recuerdo que la primera vez que escuche el nombre de Escohotado fue Sistemas Políticos Latinoamericanos, allá por el curso 1998/1999, en la voz de Don Alejandro García hablando de drogas, de Colombia y de todo lo demás. Ahora, con el paso del tiempo, las canas, los kilos y los disgustos, todo se observa distinto.

OTAN NO

"El balance de diez años de socialismo puede mirarse desde los mismos supuestos. El tebeo, las autocelebraciones, los paseíllos rodeados de la familia, las justas satisfacciones por tantos aciertos no debieran hacer olvidar que existen las ventas y los polvorientos caminos. El mañana no debe mirr tanto al pasado que deje al presente convertido en un pretexto fugaz del tiempo histórico. ¿Quién será el caballero que despierte del amodorramiento y traiga a la realidad al soñador de ayer para evitarle un brusco despertar en el realismo sucio?". José Perona, Analogías extermporáneas (jueves, 29 de octubre de 1992)

martes, 18 de diciembre de 2018

Borges, el eco y todo lo demás

"Desde la constatación de la ceguera ya próxima, Jorge Luis Borges trataba de luchar contra la pérdida progresiva de la linealidad del tiempo. Ya no leía, recordaba. En las lentas rememoraciones descubrió la verdad aterradora de la circularidad intrínseca del recuerdo que se constituía a imagen y semejanza del tiempo circular". José Perona, El Eco de Borges (sábado, 8 de enero de 1994)

Rivera se vuelve a equivocar

La penúltima de Rivera.

domingo, 16 de diciembre de 2018

sábado, 15 de diciembre de 2018

Mrs Wilson. Primera temporada.

Siempre (procuro decirle a mis alumnos que) todo es mentira. Por cada diez segundos de verdad, un día de mentiras. Con esa proporción se aplica Mrs Wilson. Cuando la batidora de mierda empieza a salir, no hay vuelta atrás. Sin límite. Y la tensión que tiene Mrs Wilson no deja descanso. Nada. Ni un segundo de mentira, ni un día de verdad. Reflexiona Mrs Wilson sobre el precio de querer saber la verdad. La verdad. La puta verdad cuando todo es mentira. Cuando la pequeñísima parte de verdad que compartimos es mejor no saberla. La mentira en primera persona, en mujeres simultáneas, en hijos paralelos, en cárceles de muerte y perversión. Guerras, informantes, espías, mentiras, el poder de la Iglesia (antagonismo protestantismo Vs. catolicismo) y vicios varios. Nocturnos juegos que siempre acaban mal. Mejor no saber, mejor no caer en la tentación de la verdad, porque ya lo cantan los Carolina Durante "que si el tiempo perdido, que si odiarse a uno mismo". Mejor no saber. Mejor no. Mejor.

viernes, 14 de diciembre de 2018

Segunda versión del día

Que no nos falten himnos nunca. Jamás. Esta tarde. Romanones todos.

La (penúltima) versión

jueves, 13 de diciembre de 2018

La chica del tambor (The Little Drummer Girl). Primera temporada

No hay Rosalindas, vayan de amarillo o no. No quedan. Por mucho que a tito Guillermo se le antojara así. La chica del tambor mete demasiados asuntos en el primer capítulo, difuso por momentos pero brillante con final acropolístico. Vivan las clases de Historia, vivan las Olimpiadas. Cuando tengo la suerte de explicar el siglo XX y hablo de Munich y sus atletas muertos y de la castración de uno de los once, el personal del pupitre me mira raro. La Guerra Fría, los daños colaterales, el ajedrez de la Historia y todo lo demás. Reflexiona La chica del tambor sobre la posibilidad de huir, de escapar, de intentar volver a un pasado que nunca volverá. O tal vez, sí. Da mucho juego pero también pone demasiada tensión. Es agridulce, como un día de dolor nocturno, como un agobio atemporal que nunca acaba. Altamente recomendable pero para no sufrir. Somos demasiado mayores para jugar a espías. Y todo lo demás, también.

miércoles, 12 de diciembre de 2018

lunes, 10 de diciembre de 2018

La chica indigerible

Hoy estaría mal visto escribir un puto himno como este que suena, pero es que es un gran himno. Ahora toca quedar bien con el feminazismo reinante, y luchar contra el heteropatriarcado y leer mierdas sobre mierdas de directoras de cine que no lo serían con testículos. Pero es lo que toca. Toca escuchar, una y otra vez, a Los Nikis.

Este país...

Ya sabemos que de aquí al 26 de mayo vamos a leer de todo. De casi todo. Incluso sobre esto. Pero este país no cambia. Da igual. Los que venían a eliminar la casta se han hecho casta. Y todo lo demás, también.

sábado, 8 de diciembre de 2018

1983. Primera temporada.

Siempre que nos vende algo con la distopía hay que poner(se) a temblar. Nunca sabes por donde irá el asunto. Ni idea. 1983 tiene un buen inicio pero quizás estira demasiado el chicle. O no. 20 años dan para mucho. Historias que se entrecruzan en un régimen polaco que pervive bajo el yugo ruso, con una Guerra Fría que no acaba nunca, con una pequeña Saigón en plena Varsovia. Distopía, distopía, distopía. Sed de justicia, sed de medicina, sed por zapatos en vez de botas, sed por unas muertes que se repiten cíclicamente. El pasado, siempre jodiendo la marrana. ¿Cómo lucharíamos contra un sistema corrupto hasta el tuétano? Ventas de armas nucleares, ministros asesinados, jueces elminados, suburbios que eliminar. Autoridad, iglesia vendida, mentiras institucionalizadas, once eses antes del once ese. Maquinitas que lo controlan todo. Niveles de autorización. Champán para casi todos. Registros de adopción perdidos. Niños que se pierden aprovechando el viento de los Urales. Policías de todos los colores y milicias de pensamiento única. Comunismo, corrupción, comunismo, corrupción, comunismo, corrupción y el resto de países al acecho para meter mano. Y en el comunismo nada es privado. CCCP y sus círculos. Sombras del pasado en la escoria del presente. El ejemplo argentino de los niños. Vaya ejemplo. Pero hay venganza. Y de las buenas. Los nuestros, los vuestros, los otros y todo lo demás. Y la Emilia Plater del siglo XXI y el recuerdo de Sobieski y una cantidad enorme de trajes con pájaros y estanques y burbujas varias. ¿El revolucionario de un país es tomado por terrorista en otros países? ¿El poder de un país está en las armas o en las almas? Cajas vacías, muertos que no son muertos, vómitos ajenos y propios. Al Gore presidente de Yankilandia tras un once ese que parece que sí ocurrió. Irak, otra gran mentira. Israel. ¿Locura o patriotismo? ¿El futuro? ¿La protección? ¿A quién defendemos realmente? Ascensores de dolor. LLantos maternos. Llantos en una Polonia en la que aguantar, guetos sin fin antes y después de los estadios abandonados. Lo dice Ofelia: "Hagamos lo que hagamos, estamos jodidos". Bien jodidos. ¿Tenemos que creer en algo? ¿Tenemos que creer? ¿Tenemos? Los límites: Distrito, Estado, dolor y eficacia, verdad y mentira infinita. Los dragones y sus casas, la suerte y sus viviendas, los disparos y las mártires en los túneles, los ojos del ministro y el olor a pólvora. Demasiada mierda para pensar en panfletos libertarios. Las ratas, los topos, el futuro del comunismo. Pero hay máquinas, y daños colaterales, y jodiendas con vistas al enemigo. Siempre. Suburbios al poder, alcantarillas al poder. ¿Los desesperados no tienen nada que perder? Imperios, mierda invisible, intagible. Promesas de libertad que son mentira. Puntos suspensivos de las grandes mentiras.

Romanones

Entre la diplomacia y todo lo demás, siempre hay que recordar la frase de Romanones, en la que un jamás y esta misma tarde se mezclan para explicar que todo es posible en política. Que las elecciones, más pronto que tarde acabarán siendo un me da igual arre que so. O no. Vaya usted a saber.

Otra (de las que le gustaba al hombre) de la camisa verde

Coda: 8 años y pico bajo tierra. Pijo.

Himno para un febril sábado de diciembre de 2018

Salvaje Oeste

En mitad de la fiebre te despiertas a eso de las dos y media y pones la tele y ves. Ves que faltan 20 minutos para el Lakers Vs Spurs de esta noche. Las espuelas, penúltimas del Oeste; los Lagos, con Lebron y sus secuaces en balance positivo y sextos en en el WWW. Y se ponen los del Rey bastante por delante pero San Antonio saca el espíritu de Don Gregorio. Y para acabar, los Clash. Coda: Siempre, siempre, siempre hay que quedar(se).

jueves, 6 de diciembre de 2018

El festín de todos los días

Hablaba el otro día en clase sobre mi barriga (mi dinero me ha costado) y recordaba al gran Manuel Alcántara en aquella Vuelta de hoja de 24 de noviembre de 2001 titulada Los nuevos inquilinos en la que acababa hablando del gran Edgar Neville: "El amigo más gordo que yo he tenido era Edgar Neville, que además era un genio. Una especie de Orson Welles antes de Orson Welles. Era habitual verle comer un gran churrasco con una guarnición absolutamente disciplinada de solomillos o comerse un pollo antes de sentarse a la mesa, como quien se come un boquerón en vinagre. Temíamos no solo que reventara, sino que nos pusiera perdidos a todos. En cualquier caso, siempre cuidó la línea interior, que es la importante". Crack. Coda: Viva Edgar Neville y Ramón Gómez de la Serna.

Diciembre

Publicaba un 20 de diciembre del año 2000 el gran Manuel Alcántara en su Vuelta de hoja titulada Espías del futuro que "Diciembre es el mes preferido por los profetas". No sé yo. En esa misma columna nos recordaba que "los griegos decían que el futuro duerme en las rodillas de los dioses". No sé si antes o después de la artroscopia de turno.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

ZTA

martes, 4 de diciembre de 2018

domingo, 2 de diciembre de 2018

Ex

Ante el bulto de disparates que se están leyendo y escuchando, hay que volver a recordar las palabras de George Harrison: "Prefiero ser un exbeatle a ser un exnazi, pero preferiría ser un exnada". Los disparates, en este país, (casi) siempre salen gratis. O muy baratos. Vale para Vox y para Podemos, vale para el PP y el PSOE, vale para lo que sea que es Ciudadanos. ¿Término medio? ¿Qué es el término medio? ¿Hay una fórmula para ese término medio? ¿Cómo era la frase de los chicos del RocknRolla? ¿Había que pensar antes de hablar? ¿Seguro? ¿Siempre?

sábado, 1 de diciembre de 2018

Arde Madrid. Primera temporada.

Garrafón. Momentos de garrafón para una camapaña de publicidad (des)proporcionada. La verdad es que nadie sabía en 1961 quien era Isabel Perón. No. Ava Gadner, sí. Pero Isabel Perón, no. Pero bajo esa apariencia de fiesta continua seguía la miseria y el oscurantismo, las tradiciones envejecidas (peronísticamente hablando) de buscar al torero o al bailarín de turno. Decepciona Arde Madrid porque tenía un abanico de posibilidades más amplio. Oportunidad (des)aprovechada. Quizás han querido contar el des(madre) y ha sido un desatino. No lo sé, pero esa es mi impresión. Arde Madrid no termina de coger llama. El intento flamígero de sacar el polvo y levantar las alfombras del franquismo se queda ahí: en intento. Joyas, generales, preñados y abortos, perros y perras que no ejercen de tales, 55 días en Pekín dos años antes de su rodaje, una cabra, gitanos con pretensiones, gitanas esposas de gitanos con pretensiones, llantos por Papá Ernesto, hijoputas que hacen lo que sea por salir adelante en la España del 61 como lo hacen ahora en 2018. Suena el Pescaílla, suena Manolo Caracol, suena Pete Rodríguez, suena Dolores Vargas y suena lo que tiene que sonar. Hay momentos de chascarrillo continuo, de piedras antiguas y diamantes desaprovechadas. ¿Por qué se tuercen las historias en un momento determinado? ¿Por qué una buena historia no se desarrolla como debería? Conferencias, llamadas telefónicas para dar disgustos, los chicos del Duque de Ahumada y gritos de Perón cabrón. No sé yo porque no utilizar el talento para buscar la perfección y no hacer aidísmos sin motivo aparente. O tal vez sea yo el equivocado, el que ha perdido el norte, el que no valora el esfuerzo que supone sacar adelante este Arde Madrid. Todo es mentira, como el franquismo, como una época que no existió, como fiestas de martes que molestan al vecino de abajo, sea o no general. Y todo lo demás, también.

¿Está en todas partes?

Ya sé que se refería Trecet al centro del universo, pero a Airbag se lo permitimos (casi) todo. Y sí: aquella camiseta, los Ramones, oferta H&M que ya no está donde estaba y todo lo demás. Coda: Camiseta de los Clash...

La víctima número 8

Tenía que llegar antes o después. También al País Vasco. El terrorismo yihadista. Todo vuelve, todo se acaba. Cómplices todos. Objetivos que nadie entiende. Familias rotas. Familias con mentiras. La víctima número 8 empieza con saltos temporales que nos llevan a historias que se cruzan, de personas que tienen dolores comunes y fracasos compartidos. La vida. La puta vida. Y las medicinas y los periodistas jodiendo la marrana. ¿Dónde está el límite de la información? ¿Dónde el respeto a las familias? ¿Dónde la desesperación para hacer disparates? Cuñados llenos de odio y desamor, de piercings y anillos perdidos, de testamentos de rencor. Cenizas cagadas. Aparte de la historia, también es importante lo que deja entrecomillado, lo que salpica, lo que ocurre y realmente no nos preguntamos y miramos hacia otra latitud. La víctima número 8 reflexiona sobre las verdaderas cloacas de Interior, lo que nos venden (bazofia) sobre lo que realmente ocurre. Y el papel (muchas veces) del cuarto poder, de una prensa que ya no es lo que era (o debería ser). Las miradas furtivas, la tentación, la mentira, el olvido, la asquerosa burguesía y sus tejemanejes. ¿Queremos saber la verdad? ¿Nos interesa saber la verdad? ¿Tenemos interés en saber la verdad? A veces, piensa uno, que es mejor mirar hacia el horizonte y vender motos. Pasa con el 11-M. Nadie se cree lo que se nos contó. Ferreras sigue ahí, pero hay cosas que no se olvidan. Calzoncillos aparte, La víctima número 8, a pesar de mezclar demasiados licores en la coctelera ("no irás ebrio a la oración") consigue un buen combinado, un intento de explicar que la mentira institucionalizada siempre triunfa. Siempre salimos perdiendo. Siempre ganan los mismos. Todo es mentira.

Kriger (El Combatiente). Primera temporada.

El pasado vuelve al presente del excombatiente y tiene que hacer un favor a la viuda de su amigo. O varios. O entrar en el puto infierno. En el más cabrón de los infiernos. Ese es la premisa de Kriger (El Combatiente). La vuelta a Dinamarca, vivir en un barco, animar a una familia a cambiar. O no. Y meterte en el infierno hijoanarquista o mayanístico de turno. Ya lo decía Volpini: "El Diablo es un agente doble al servicio de la Providencia". Pero no siempre se cumple. No siempre el Infiltrado vive en un mar de agua bendita. No es bueno buscar un ideario jacksontellerista en la península de Jutlandia, pero se agradece el intento. Se agradece, aunque no siempre sea un éxito conseguirlo. Cicatrices, chupas demasiado brillantes, cuero edulcorado, niño que culpa al mundo de todo, chandals que encriptan mensajes, muertes junto al invernadero y sangre a saco. No es una serie redonda pero el propósito de mostrar la inadaptación tras la vuelta resulta real, incluso convincente. Pero también muestra el vacío de nuestro interior, la búsqueda de un éxito que acabe con nuestra torpe frustración. Y todo lo demás, también.

Vergüenza. Segunda temporada.

Vuelve la Operación Chascarrillo. Tal que así. Con mayúsculas. Vuelve Vergüenza. Los mismos chascarrillos, las mismas miradas, las mismas tortillas, las mismas fotos de mierda con el mismo fotógrafo de mierda. Es cierto que repetir el éxito es difícil. Es muy difícil hipnotizar al personal con los mismos gestos y palabras de siempre, de antaño. Ese "bueno, bueno, bueno", está bien una vez, diez, incluso quince. Pero a veces se supera el límite. O los límites. Los 10 límites, los 15 límites, los 44 años de la protagonista. El fuet, el jamón, la serie b estigmatizada, la muda pegando gritos. Todo es una gran mentira. Y el Infierno, como siempre decía Eduardo de Vicente, está lleno de buenas intenciones.

viernes, 30 de noviembre de 2018

jueves, 29 de noviembre de 2018

lunes, 26 de noviembre de 2018

sábado, 24 de noviembre de 2018

viernes, 23 de noviembre de 2018

Discazo

Himno titularísimo

miércoles, 21 de noviembre de 2018

The Kominsky Method

Llego a The Kominsky Method por recomendación de Rosa Belmonte. Otra vez. ¿Hay alguien más racial que un negro? ¿Por qué beben los viejos? ¿Por qué tenemos las mejores conversaciones en los bares? Las conversaciones de los viejos y su vale, vale, vale. ¿De verdad existen adultos que nunca han ido a un funeral? ¿A quién no le da miedo morir de viejo? ¿Tsunamis de pavor? Los viejos siempre tienen razón. Siempre. No se puede engañar a la muerte. ¿Los narcisos son bonitos? Morir en tu casa, morir en una ambulancia, morir en un hospital. Morir. Mear en morse dice uno de los personajes. Los ataúdes y sus daños colaterales. El problema de las últimas voluntades y sus jodiendas con vistas a las cenizas. Pero la operación chascarrillo no siempre sale bien. Una cosa es ser actor y otra hacer gracietas (no siempre sin gracia). Se cumple el axioma: el Infierno está lleno de buenas intenciones.

lunes, 19 de noviembre de 2018

La penúltima de Lebron

Hay veces que no quedan epítetos. O sí. Vaya usted a saber. El reto de Lebron en los Lakers es inclasificable. El penúltimo. Veremos si llegan a postemporada. 51 puntos en su vuelta a Miami.

Narcos: Mexico. Primera temporada.

Cambia la perspectiva, el origen, pero la esencia es la misma. Y sigue teniendo, como en Narcos, un problema de sonido. La mitad de veces no se escucha bien, y no se les entiende al hablar. O seré yo. Narcos: Mexico no deja títere con cabeza. Reflexiona sobre la ambición, sobre querer más aunque no tengas en que gastarlo. Y al final, te aburres de tanto dinero. Espero verme en la tesitura algún veintitantos de diciembre. Todos quieren más, pero hay muchos filtros. Corrupción, PRI, mirar para otro lado. Los tipos que más tenían eran los que estaban más solos. No había cómo aguantarlos. Y a los que los perseguían, igual. Y todo en el año de nuestra plata: 1984. El año del mayor alijo de la historia. Y ante tanta bomba mediática, y con Nancy haciendo propaganda, se aceleró el asunto. Los mismos tipos que hicieron las campañas de publicidad en Yanquilandia eran los mismos madmen que iban de coca hasta arriba. Y todo supervisado por El Padrino, Miguel Ángel Félix Gallardo. En las previas del Mundial de fútbol, carteles incluidos, El Padrino se encargó del suministro de nieve a los gringos por tierra, mar y aire. Mucho Sauza, blanco y del otro, mucho teléfono dorado. Mucho de todo para esconder esa soledad. ¿Cuánto es suficiente? ¿Para qué trabajamos durante horas y días y años? ¿Todo para qué? Mucha foto rota, mucho cuento de Blancanieve, mucho detalle para escupir en el mar. 4 años les costó. Pero lo consiguieron. Y luego era darle hilo a la cometa. Vómito y ensoñación, querer y no poder, hierba sobre hierba. Todo tiene un precio. Y cambió, y Reagan lo aprovechó. Y todo lo demás, también. Coda: Y si tiene que sonar el Sufre mamón de Hombres G, que suene.

domingo, 18 de noviembre de 2018

jueves, 15 de noviembre de 2018

Cegado por la luz. Primera temporada.

No solo esa entrada, no solo la posibilidad de viajar, no solo la música clásica, no solo las drogas, no solo las llamadas telefónicas, no solo la mafia. Cegado por la luz se abre a lo grande. Marcando territorio. Marcando noria en mitad de un bosque de hoja caduca. Los recuerdos, los mocos tendidos, la sangre enquistada, la paranoia hecha pesadilla. Todos hemos pagado alguna vez en alfombras. Ni más ni menos. En alfombras. La obsesión por los coches. Las gangas. El ruido de las vías del tren. La pureza. Hacer la compra por Navidad. Camisetas de Rivaldo del FCB. Gorrros que no esconden lo que eres, lo que serás. Intentar escapar pero negarte a ello. Iglesias que se te caen encima. Té asqueroso que escupir. Himnos en un Varsovia llena de Papá Noel. La Varsovia católica de toda la vida convertida en chiste de perversión y lujuria. ¿Argentina no existe? ¿El Mundial del 78? No podemos huir de nosotros aunque queramos. Imposible. Cegado por la luz es una bajada a los infiernos, a todos los infiernos posibles: el familiar (ausencia), el personal (sacar los más bajos instintos), el oficial (una policía y una fiscalía dispuestos a todo). Y no deja títere con cabeza. El protagonista es un Carlito, nunca mejor dicho, atrapado por su pasado. Y por un presente hijoputa. Siempre cuesta mucho bajarse del éxito en la cresta de la hola. Mucho. Pero hay que saber hacerlo. Y no todo el mundo lo sabe hacer. Intentar escapar es imposible (casi siempre). Y luego está el protagonista de Cegado por la luz.

martes, 13 de noviembre de 2018

lunes, 12 de noviembre de 2018

Zurdos todos

¿Dónde?

Viernes 26 de marzo de 1999 (Gracias de todos modos)

"Y que, frente a las razas y a sus excrecencias ideológicas, el fascismo y el comunismo, sóo nos queda la práctica del máximo posible de las libertades democráticas, siendo una no pequeña el uso de la fuerza contra el terror disfrazado de androjos ideológicos". José Perona, Gracias de todos modos

jueves, 8 de noviembre de 2018

Mayans M.C. Primera temporada

El jacksontellerismo me lleva a la primera temporada de Mayans M.C. Esa forma de vivir que vimos en Sons of Anarchy vuelve, con prótesis y pastillas, con muros y hampa, con alcaldesas corruptas y agentes con pasado, con cárcel y carnicerías, con raptos de niños y monjas asesinados, con incomprendidos y con tipos que tienen un pasado muy brumoso. Todo tiene una explicación cuando se busca. El pasado, hecho luz fluorescente, también. Luchas fraternales, bailes para gentes malas, versículos de San Juan incompletos. La familia por encima de todo en estos asuntos de los Mayans M.C. Búsqueda del Plan B ante la imposibilidad del Plan A. Nada como saltar al vacío, nada como una hija que aparece de la nada, nada como una manta de dolor y venganza. Todos tenemos un pasado, todos tenemos hechos que nos cambiaron para mal. Siempre. Y esa manera de terminar los capítulos, dando motivos para pensar en lo que nos ocurre y en la causa de lo que nos ocurre. Muerte, pasado, cárteles, olvidados, desheredados, parias. Y, como pasaba en la previa, el espíritu de Sigmund PutiFreud siempre pasando, siempre hay una madre muerta y una madre por matar, siempre un dolor de muelas y una paliza que lo desencadena todo. Túneles, fronteras, motos, polis que juegan a varias barajas. Cenizas y mierdas varias. Siempre hay un familiar al que matar y enterrar, siempre un padre al que hacer llorar, siempre un jefe al que fallar, siempre un coche al que perseguir, siempre un hijo de la anarquía al que perseguir. El pasado, monterogleciado, siempre hay que olvidarlo o magnificarlo. Pero en uno de estos clubs, difícil olvidar ni perdonar. Y todo lo demás, también.

miércoles, 7 de noviembre de 2018

martes, 6 de noviembre de 2018

House of Cards. Sexta temporada.

Vuelve House of Cards. Vuelve cambiando trece por ocho, cambiando presidente por presidenta, cambiando el marco pero con el mismo cuadro. Testículos por ovarios, pero siguen siendo los mismos mentirosos Underwood, las mismas mentiras, el mismo grifo abierto en mitad del desierto que nunca acaba. Si House of Cards es una gran mentira, la mentira tiene un precio. Todo tiene un precio. Siempre. Panfletos institucionalizados. Pero los panfletos hay que saber venderlos. Y nada como House of Cards para vender. Vender, y vender, y volver a vender. Y una sombra de duda, una sombra de muerte. ¿Victoria? ¿Derrota? Ya lo decían en Juegos de Guerra: "La única manera de ganar es no jugar". Culpabilidades mutuas. ¿Viudas con desolación? ¿Viudas esperando el día con que iniciar la viudedad? ¿Verdad? ¿Existe? ¿Ingenuidad si queremos encontrar la verdad? ¿En qué nos convertimos para utilizar las mentiras? Y poner en juego el verbo creer. Creer, creer, creer. ¿Somos personas? ¿Qué papel desempeñamos para los demás? ¿Por qué nos empeñamos en ser inalcanzables a toda costa? Pájaros y escapes, trabajos y psiquiátricos. Y no orines en ninguna tumba, no vaya a ser que te entierren en ella. Indultos como los de toda la vida. Todo el mundo se mete en cebollas, incluso los menos pensados. Y la empresa privada jodiendo la marrana. Promesas que hay que cumplir, con y sin el muerto. Y empieza este último asalto con una lucha de ovarios (mal)intencionados. Acrónimos que no llevan a ningún sitio. 241 años de mentiras. ¿Cómo éramos con seis años? Vaya usted a saber. ¿Qué hacen los políticos por nosotros? Abortos y nombres, personas reconocibles, mujeres que ya vimos en El Ala Oeste de la Casa Blanca. O tal vez, no. Todos contra todos. Y Siria. Ni más ni menos. Siria. Ya no hay rusos ni chupitos. La América corporativa. Bazofia de pajarito hecha prensa en 140 caracteres. Voces que inundan la nada. Y el Salmo 42 siempre presente, siempre aullidos y gritos. Siempre hay un bloguero en un bar, por eso hay que lucir(se). Fuentes primarias, fuentes secundarias, fuentes anónimas. Sombras y más sombras. Y la enfermedad y el adiós, las despedidas y las ventanas abiertas, mundos concebidos en primera persona compartida. Nadie está con nadie. Únicamente con el ombligo. Pensar con claridad es peligrosos. ¿Seguro que está lo que leemos y luego está la verdad? ¿Los hijos de puta avariciosos lo saben todo? ¿Seguro? ¿Pensamos suficiente en la mortalidad? Pálpitos, acuerdos, mierda sobre mierda. ¿La autoridad gringa imperial puede evitar la III Guerra Mundial? ¿Por qué no nos atrevemos una botella de 1945? Incompetencias que no esconden dolor y mentiras. ¿Por que hay personas que son incapaces de mentir? ¿La muerte suele venir de tres en tres? Decía el hombre de la camisa verde que después de una buena noticia siempre viene una mala. O muy mala. La paz, siempre la paz. ¿Está sobrevalorada? ¿Los muertos siguen en nuestra memoria? ¿Hay todavía rusos después de los Romanoffs con complejo de Napoleón? ¿La ambigüedad es un lenguaje materno? ¿La CIA es un terrorista cultural? Viva Rusia, como dice Robin Food, como se gritaba en el norte de España ante las fuerzas de autoridad franquista. ¿La verdad? ¿El cuarto poder? ¿Vender mentiras por la supervivencia de cierta prensa? ¿Locura es hacer la misma farsa siempre y esperar un resultado distinto? Y reir de faroles ajenos, de gobiernos feministas (ríete, estornudo Sánchez), de análisis genéticos y de hijastros e hijos de puta con los días contados. Y el fax en la era de Internet como vehículo alternativo de transmisión de información. ¿La profundidad está sobrevalorada? Va a ser que no. Y si te conozco, te haré daño. O tengo más posibilidad de hacerte daño. Mucho daño. No solo hay dos casos de dolor. Hay muchos más. ¿Fama o notoriedad? ¿Conspiración? ¿Collares de perros? ¿Apuestas? ¿El azúcar es gasolina para los tumores? ¿Cuándo será la continuación del 9 de agosto de 1945? En diez años... ¿todos distraídos? Violines para todos. Teléfono rojo. Posiciones encontradas. Diarios y llamadas perdidas. Lo dicho, como decían en JFK, "la traición no prospera, porque si prospera nadie se atravería a llamarlo traición".

El show de Jamal!!!

Vaya números y vaya posición de los Nuggets en la clasificación. Salvaje Oeste al poder.

lunes, 5 de noviembre de 2018

domingo, 4 de noviembre de 2018

Il Miracolo. Primera temporada.

Pensar. Disculpar(se). Elecciones. Plebiscitos. Encuestas. Sangre. Niñas muertas. Cornejas muertas. Moscas. Manos que cogen moscas. Milagros. Sangre. Cabinas de esquiadores y turistas que caen en la nieve. Mujeres. Cuernos. Si. No. Salir de Europa. Proteccionismo. Made in Italy. ¿Mamíferos?¿Ratones? ¿Deflines? ¿Fe? ¿Estamos listos par ala crisis? Sangre, lágrimas, vírgenes de plástico, glucemia. Beberé veneno hasta inmunizarme. Me acuerdo siempre de Eddie Vedder y Dennis Rodman y de los curas que se van de putas. Curas sin vocación. Oraciones sin respuesta. Hijos y mujeres que no responden a las expectativas. La primera temporada de Il Miracolo no deja títere con cabeza. Curas y yonkis, presidentes y esposas cornudas, vómitos sobre el alzacuellos, colonias baratas sobre camisas con lamparones. Mierda sobre mierda. Y mafia. Mafia. Niñas muertas que provocan las muertes de padres. Italiaexit. Plan B. Curiosidades y casualidades. Muertes como penitencia. Palabras grabadas. Viajes en avión que nunca se harán. Da mucho juego y mucho pensamiento esta primera temporada de Il Miracolo y el que mejor lo resume es Lorenzo Mejino.

Sufrir, sufrir, sufrir

Booker sacó su fusil y en un tercer cuarto de vértigo se pudo cambiar el signo del resultado. Juárez debe mejorar y sus secuaces, también. Veremos.

Animales de corazón caliente

Himno para un domingo de escarcha mañanera.

jueves, 1 de noviembre de 2018

Los 50 puntos de Derrick Rose (31/102018)

Contaba el hombre de la camisa (y mira que lleva años muertos, casi tantos como las rodillas de Rose) que en toda agonía hay momentos de lucidez, de días de hablar antes de que se acabe todo. También decía, creo que él también, que muchas veces eran espejismo. Vimos a Rose en NY, poco lo vimos en Cleveland y ahora en estos Bulls/Wolves de TT. A todos a los que se les ha hecho el chicle agua en las redes sociales viendo el partidazo contra Utah hay que decirles que pisen el freno. Un poquito. Todos recordamos shows de tipos que luego nunca se recuperaron. ¿Las lágrimas al final del partido? No sé. ¿Show? Rose sigue vendiendo productos deportivos con su nombre como si no hubiera mañana. Pero esto es así. Dioses, ciudades del viento con unos mercados amplísimos y la venta como objeto del ocio terciarizado. En la retina tengo todavía lo que hizo Brandon Roy con los Blazers para empatar, estando cojo, la eliminatoria de postemporada contra los Mavs a 2 en Portland (unos Mavs que luego se llevaron el título en 2011). Hubo palabras de todo tipo, pero aquello desapareció como azucarillo en el café. Cuidado con los epítetos, cuidado con los adjetivos calificativos y no confundirlos con los especificativos. Tiempo al tiempo. Aquel Roy acabó retirándose de mala manera en los Wolves, ese mismo equipo en el que Butler no quiso jugar ayer. Curioso, que no casual, que las casualidades no existen. Coda: Y todo esto en la noche de los muertos vivientes. Viva Carolina Durante.

¿De clase media?

miércoles, 31 de octubre de 2018

Los 14 triples de Klay

Otro de esos partidos inolvidables y para la historia por la estadística. Ya sabemos que no debemos abusar de la estadística. Decía Steve Kerr al acabar el partido que solo se daba cuenta en el momento en el que le faltaban dos en un tiempo muerto. No sé yo.

martes, 30 de octubre de 2018

The Path. Primera temporada.

La primera temporada de The Path es una continua reflexión sobre la duda. Sobre las dudas que nos inundan. Está claro que en esta vida (en la otra, ya veremos), todo es mentira. Buena, prácticamente todo. La mayoría de los asuntos en los que nos movemos y nos preocupan, mentira; los fichajes de los últimos años de Florentino, mentira; la convocatoria de elecciones por parte de Pedro Sánchez, mentira. Mentira, mentira, mentira. Todo. Pero si a esa ecuación Todo=0 lleva implícito el concepto de secta, más mentira todavía. La gran mentira del universo. Como con el marxismo, la mayoría de sus más acérrimos seguidores acaban siendo sus mayores detractores (sobre todo, después de un viaje a las cloacas del socialismo real, a las alcantarillas de una cárcel norcoreana, o un cuartelillo de Santiago de Cuba, o de visita entre la frontera ecuatovenezolana). Todo es una gran mentira. Siempre. Pero antes o después, alguien tiene que llamar la atención. O morir. Siempre hay un Andropov, un Chernenko, un Gorbachov. Y no solo el vodka. The Path, en esta primera temporada, nos muestra, cual espejito de cuarto de baño, nuestras grandes contradicciones: carne sí, carne no; pantalón campana sí, pantalón campana no. Y con esa piececita, cualquier ejemplo nos sirve. Casi cualquiera. Casi todos. Viva la gran mentira. Caminos llenos de mentiras, de pájaros que parecen serpientes, de cáncer alargado como un Don Juan navarro. Evadir impuestos, recaídas. Todo muy bonito hasta que se va a la mierda. Viva el Cuzco, viva Perú, vivan los diarios de dolor ajeno… hasta que se hacen propios. The Path también nos muestra la utilización (des)interesada de las personas. Y también la otra utilización, la más cruel, la más hijasatánica, la de sacar los más bajos instintos. La luz y las primeras piedras que se lanzan. El perdón y el no perdón. La difamación y las heridas que no cierran. Más mentiras. Más comida china y subfusiles para todos, que ya va siendo hora de recordar a los de Albacete. Visiones, medicinas que tienen un gran alcance, mentiras visionarias. Oscuridad y luz, fuerzas que nos llevan al mal y al bien. Deseos incontrolables, conocimiento y rincones. Rincones de amargura y felicidad. Gran Teoría de la Usurpación.

La tristeza de las voces potentes

Hay veces que llega la reflexión, la huida, la búsqueda de lo que tenemos y lo que no tenemos, de lo que deseamos y de lo que nos lleva a la perdición. Y luego te salen himnos, como el que ha hecho Ángel Stanich con Qué será de mí. Tres tildes en cuatro palabras, para "este plan macabro no va a salir". O tal vez, si salga, salga el sol, se cambien los vicios, los baratos y los caros, los periódicos que no se venden en Mallorca ni en otros lugares se puedan comprar algún día. Todo mentira.

Kaepernick como síntoma

Pero no solo Kaepernick. Parece que solo nos acordamos de lo reciente. De la etiqueta más reciente. Pero antes, los que tenemos un poco de memoria recordamos la historia de Abdul-Rauf en Denver, las llamadas de la autoridad y todo lo demás. Coda: O quizás solo nos interesa el deporte y lo demás sea todo un plan B, una historia alternativa, un daño colateral. ¿Y ahora qué?

lunes, 29 de octubre de 2018

Difícil elección

Está la de Brasil (¿todavía hay alguien que se sorprenda?) y alguna más. Ante las del día de los muertos y los santos, aunque no creo que tengamos muchos santos en los cementerios, hay elecciones complicadas. Gladiolos, margaritas, claveles. Y todo lo demás, también.

¿Se aprovecharon los Rolling Stones de Ry?

Planeador de obligada escucha. Como (casi) siempre.

domingo, 28 de octubre de 2018

sábado, 27 de octubre de 2018

El penúltimo concierto (definitivo)

Todavía con el concierto de Carolina Durante en la sala REM de hace unas semanas en la retina, ahora toca recrear(se) [vivan los segmentos de ocio] con el que grabaron para los conciertos de Radio 3. Viva 2018. Viva Carolina Durante.

A Very English Scandal. Primera temporada.

De la mueca al sarcasmo pasando por la desesperación y el llanto. Tiene de todo A Very English Scandal. El Infierno es una cosa muy personal. Siempre. Y no sabes las vueltas que da la vida y los pianos que nunca tocarás. Y el señor Grant se ha hecho mayor. Muy mayor. Y lleva la línea del pelo por encima de la oreja derecha. Reflexiona A Very English Scandal sobre el uso de las apariencias y el coste que tienen los deseos. El Partido Liberal. ¿Quién se acuerda del Partido Liberal hablando de la Pérfida Albión? Casi nadie. Apenas sale doña Margarita. Apenas. Apenas una mención a una huelga. Apenas. Pero eso no importa. Importa la historia. La historia de una mentira. El papel de la mentira aumentado por la prensa. Cartas manuscritas en el periódico de la mañana. Conejitos hechos milagros. Policías e invitados, perros muertos e hijos de perra que nunca parecen morir. Amistades traicionadas. Matrimonios falsos. Más mierda, más prensa, más poder hecho añicos por la perversión. Jodiendas con vistas a la bahía. California buscando un muerto que nunca lo conseguirá. Confesiones que solo llevan al dolor. Y todo lo demás, también.

miércoles, 24 de octubre de 2018

Blake Griffin ha vuelto

A liar(la). A salir(se). Veremos si las lesiones no lo vuelven a atormentar. Y todavía no nos hemos recuperado del final de los Lakers Vs Spurs.

La penúltima (de Ramos)

Lento, fuera de forma y con unas formas que le pierden. Anteayer hizo la penúltima. Todavía sigue buscando a Kane. Veremos el domingo en Barcelona. Y todo lo demás, también.

martes, 23 de octubre de 2018

domingo, 21 de octubre de 2018

sábado, 20 de octubre de 2018

jueves, 18 de octubre de 2018

miércoles, 17 de octubre de 2018

Gigantes. Primera temporada.

Le pongo una pega a la primera temporada de Gigantes desde el principio: la falta de velocidad para contar la historia que quiere contar. Dicen los buenos narradores, los buenos periodistas deportivos que hacen análisis, que se necesita la pausa. Pero una cosa es la pausa y otra esperar sin motivo. Y fastidia porque la historia es buena. Muy buena. Hermanos irrreconciliables, padre que solo pasa una, harinas varias, Tizianos con los que blanquear esas mismas harinas, odios gitanos, desamor (mal)entendido, bares que nunca cierran, linces con orejas tiesas, gigantes que no se cansan de matar hormigas, fascistas que toman de su propia medicina, jueces y fiscales típicamente españoles, policías honrados y de los otros, periodistas que venden sus sagrados agujeros por lo que haga falta y abogados que pierden sus entrañas por buenas perras. Yo le hubiera dado, aparte de la velocidad necesaria, aún más sangre y menos diálogos que no llevan a ningún sitio. Pero a fin de cuentas, excelizados todos en una buen cuadro de naturaleza muerta, hay que sumar y el resultado es positivo. Cierto que el infierno es una cosa muy personalidad y la fraternalidad un truco de marketing. Eso no se puede negar. El odio genético es como tres puntos suspensivos, siempre está ahí y puede dar la cara en cualquier momento. Pero hay doñanear, hay que buscar refugio en el barrio y en la tribu y en las palabras de pasado. Y todo lo demás, también.

martes, 16 de octubre de 2018

Better Call Saul. Cuarta temporada.

Vuelve Better Call Saul con su cuarta temporada. Vuelve con fuego. Vuelve con duelo. Vuelve con una gran pregunta: ¿Quién quiere café? ¿Alguien? ¿Nadie? ¿Vida inteligente? ¿Quién quiere mutar? ¿Quién quiere cambiar a ciertas alturas de la vida y con media cabeza perdida? Es difícil. Muy difícil. ¿Dónde está el límite del insulto? ¿Cuándo saltas y no vuelves. ¿Cuándo dices hasta aquí? ¿Cuándo luchas por vivir por una gran mentira? ¿Cuándo logras convencerte de que todo es mentira? La cuarta temporada de Better Call Saul empieza a sacar los bajos instintos de más de uno, aunque sin llegar al nivel gris del globo azul. Un karaoke de mentiras. Antes o después debemos sacar al mentiroso que llevamos dentro y ponerlo a trabajar, ponerlo a buscar lágrimas ajenas, ponerlo a buscar objetivos por muy maquiavélicos que parezcan. También reflexiona, desde el primer capítulo, sobre las decepciones que nos llevamos con las personas que conocemos o creemos conocer. Muchas dudas antes de hacer lo que hay que hacer. Cambios frente a duración. Pura estadística, pura Escuela de los Annales. Caras reconocibles en contextos temporales diferentes que nos hacen pensar sobre futuras acciones, sobre futuras decisiones, sobre futuros errores. Cambios de nombres para volver a decidir sobre un futuro que se muestra distinto, diferente, difuso, brumoso.

Himno para un martes de lluvia en Murcia

lunes, 15 de octubre de 2018

domingo, 14 de octubre de 2018

sábado, 13 de octubre de 2018

viernes, 12 de octubre de 2018

martes, 9 de octubre de 2018

Empezando con mal pie

Lo del domingo en el Palacio de Deportes fue un querer y no poder. Imposible. Valencia es mucho equipo pese a las bajas, y con el acierto de tres que tuvieron, más difícil todavía. Veremos como se desarrolla la temporada.

lunes, 8 de octubre de 2018

¿Quién pica en esa situación?

No todos somos iguales

No todos somos iguales. Es cierto. No todos somos iguales. No. 95 euros. Casi nada.

sábado, 6 de octubre de 2018

La derrota

Concierto de Carolina Durante (5/10/18)

Fuera de los cánones. Sorpresa. Banderas convertidas en himnos y en saludos desde balcones. Noches y desamor. Se habla mucho de Carolina Durante y de lugares comunes. Creo que esos lugares comunes son citados por los que solo escuchan dos canciones. Las canciones de Carolina Durante son canciones de principios: dolor, risa, salta. Las mentiras provocan canciones, rupturas. El mérito de un concierto es el disfrute. Y con estos tipos se disfruta mucho. En las buenas y en las malas, en el estribillo y en el gallo, en el caer de una copa en el escenario y en el salto que no puedes dar porque te duele todo. El postmodernismo nos enseña que mezclamos muchas cosas. Pero hay que mezclarlas bien.
Coda: La foto es del amigo Jesús.

Estados, países, géneros

Cerrando, cerrando, cerrando.

Así que creo muchas cosas. Una de ellas, esa. Himno atemporal para un sábado que sigue con calor de octubre.

viernes, 5 de octubre de 2018

El metro de Murcia

Puestos a hacer el graciosillo en política, únicamente falta pedirle al señor de las flechas que nos ponga un metro en Murcia. Viva la política, viva el arte de lo posible. Viva el metro.

miércoles, 3 de octubre de 2018

Y tú

martes, 2 de octubre de 2018

domingo, 30 de septiembre de 2018

Maniac. Primera temporada.

Analizamos el grado de civilización por la basura de las calles. Por la mierda de perros que hay en las calles. Por la mierda que tenemos en nuestras cabezas y que no queremos evaluar. No queremos evaluar el dolor ni la necesidad de buscar huracanes interiores. Maniac es un campamento de sensaciones, un GH en busca dinero y pastillas, de ganchillo y bonsais, de humo de tabaco y de señales de dedos. ¿Solo hay caos en el universo? ¿Estamos totalmente confundidos? ¿Qué tipo de generación deja un Don Quijote en la basura? ¿Importa lo real cuando todo es mentira? Patrones, patrón, patria. ¿Sentimos placer al revivir los traumas de nuestro pasado? ¿Solución? ¿Merecemos la pérdida total? ¿Merecemos volver a lo que nunca debió ocurrir? ¿Motivos? Nada es real, pero todos tenemos malos días. O psicosis. Y cuchillos. Y gritos. Y locura, mucha locura. ¿Error del adicto al quitar(se) de la circulación? Botones, botones, botones. ¿Cuesta conservar a los que hemos perdido en nuestra vida? ¿Tiempo? ¿Lugar? ¿Ensayo/Error/Exactitud? ¿Estar perdido de verdad es peor que la muerte? Viva Cervantes, viva Lepanto, viva Felipe II. Todo lo perdido, puede volverse en nuestra contra en un callejón de Barcelona? Espejos, cajas fuertes, dedos mágicos, cócteles. Pasado del que no se puede huir. Eventos de simulación. La traición y la señal, el adiós y la vuelta masónica de los entes. ¿Qué tiene sentido en la vida? Espejos, más espejos, reflejos de una idea que no se materializa. Luisvalencianear y romanalberquear. O algo así. Lo pequeño esconde himnos imposibles de repetir. ¿Patrón o caos? Pero Maniac es la historia de una obsesión, una frase que no acaba y que degenera en puntos suspensivos, teorías con las que culpar a padres y madres, a nietos que no llegarán y bisabuelos que no murieron en la guerra. ¿La estructura de la mente es un chiste ambulante? ¿Cómo descifrar la mierda epistemológica? El atasco, los semáforos, los cortafuegos, la depresión. Mierda sobre mierda. Vivan las máquinas de escribir eléctricas, los pañuelos en el pelo, los cactus junto a la ventana. Junto a las ventanas. ¿Y quién cojones se ha leído El Quijote a los doce años? Eso debería ser anticonstitucional. Y mandarlo todo a tomar viento, familia incluida. Buscar la ciudad más importante de Utah aunque realmente no exista en el imaginario colectivo. A fin de cuentas, todo es mentira. Coda: ¿Nos preocupa el tiempo en nuestros sueños? ¿Qué pensaría Braudel viendo Maniac?

viernes, 28 de septiembre de 2018

Saulizados

jueves, 27 de septiembre de 2018

Los 100 días

Ya han pasado. El barniz ha dejado de oler y ya no luce como los primeros días. Unos fuera de órbita, otros en casa. Todo es mentira dentro de la gran mentira. Avión, helicóptero, el charco y todo lo demás. ¿Octubre? ¿Noviembre? ¿Efecto boomerang? ¿Tesis?

Bodyguard. Primera temporada.

No deja títere con cabeza. Todo queda reflejado en Bodyguard. Lo bueno, lo menos bueno, todo lo demás. El pasado, el politiqueo, las influencias, la guerra, la dialéctica mentirosa, la otra dialéctica y mil asuntos más. No habrá justicia mientras alguien siga jodiendo las vistas a la bahía. Todo está ahí. Seis capítulos repletos de intensidad y tensión, de dolor y llanto, de mentiras e influencias. La conspiración no siempre vence, pero está cerca. El terror, siempre seguirá ahí.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Aprendiendo

Champions

lunes, 24 de septiembre de 2018

domingo, 23 de septiembre de 2018

La historia del día

He ido a bastantes conciertos de La Habitación Roja. Luego, después de la música, quedan otras historias que muchas veces pasan desapercibidas. Otras, no.

sábado, 22 de septiembre de 2018

Aprovechando la cobertura

Siempre hay que aprovechar. Siempre hay que mirar si el Pisuerga pasa por el lugar concreto, sea o no lo de Cuatro Rayas. Y si hay que hacerle un Cayetano al responsable de todo, se le hace. Y todo lo demás, también.

Y si al menos...

viernes, 21 de septiembre de 2018

jueves, 20 de septiembre de 2018

Queen of the South. Tercera temporada.

Empieza la tercera temporada de Queen of the South con Teresita Mendoza por tierras mediterráneas. Francia, Malta, siempre huyendo y pasando el rato con el Pote y con camareros y con perseguidores y con gente de mal vivir. Mientras, mejicaneando con jota, los enemigos, a lo suyo: a por ella. Enemiga pública número uno. Las feminazis dirían enemiga pública número una. Pero Teresa tiene mucho rodaje. Pero todo en la vida es una carrera de supervivencia. Un maratón es un chiste comparado con la existencia de los amigos y los enemigos de TM. Todo. Aquí van cayendo como moscas. A veces es mejor retirar(se) a tiempo; otras, esconder(se). No hay termino medio en esta tercera temporada de QOFS. Tiros de todos los colores. De Malta a Arizona y tiro porque me toca saltarme la casilla de Sinaloa... hasta que vuelvo a ella. No sé lo que pensará de esta adaptación libre de La Reina del Sur el señor AP-R, pero a mí, me gusta. No podemos decaer y caer en la humillación. No hay lugar para ello. Hay que resistir de la manera que sea. Y siempre sale el sol, aquí, en Culiacán, en Phoenix y donde haga falta. Se reflexiona bastante en estos trece episodios sobre la traición, ese motivo que nos lleva a renegar lo que adoramos, lo que adorábamos, lo que adoraremos.

Se hace de noche

Vente a 2º de la ESO

lunes, 17 de septiembre de 2018

Reflexiones (post)entrevista al Doctor Sánchez

Himno para avilarizar(se)

Hay momentos en que los primos pasan de la felicidad a la tortura; momentos en los que los hijos necesitan la muerte de los padres y los subalternos niegan la muerte de sus amos, de sus jefes, de sus señores; momentos en los que todo es mentira.

domingo, 16 de septiembre de 2018

España 2018

Estoy imaginando una Sevilla sin paro. Ni más ni menos. ¿Doctor? ¿El doctor era otro? España 2018.

sábado, 15 de septiembre de 2018

Robando el coche

¿Tristeza larga? ¿De tanto venir andando? No entiendo nada.

¿Cuántos años?

Contra Catalunya

Habrá que leerlo.

jueves, 13 de septiembre de 2018

martes, 11 de septiembre de 2018

Hace 9 Romerías

¿9 Romerías solo? Parece ayer. Estaban allí trajinando con el cadáver del hombre de la camisa verde. 9 Romerías. Ni más ni más ni menos. Le he dado muchas vueltas a la última conversación que tuve con él, la última película que me dejó, los cedés que nunca me devolvió. Todo eso da igual. Curioso, que no casual, que las casualidad no existen. Y de golpe y porrazo me acuerdo de estas cosas y de estas mierdas y de estas jodiendas con vistas a la bahía. No. No hablaba con él de Homero ni de AP-R. No. Hablábamos del Tarantino gamberro, del Oliver Stone descarado y no vendido a la progresía, del Robert Rodríguez con ganas de juerga, de videoclips y de música de los 60's y los 70's. Putas 9 Romerías. Casi nada.

lunes, 10 de septiembre de 2018

¿Blanco Satán?

El calendario

Los chicos de Rubiales, como antes los de Villar, siguen haciendo unos calendarios para los equipos de 2ªB que juegan copa desde primera ronda que da miedo. Ayer, en el caso del UCAM, que venía de jugar el miércoles ante el Ceuta y esperando al mismo día de esta nueva semana al Racing de Santander, le saltaron las alarmas del cansancio. Con una última media hora de estado físico de decir basta, se hizo lo que se pudo. Pero en fin. Los que mandan son los mismos. Y todo lo demás, también. Coda: Y no. En el descanso no oímos el Heroes de DB.

domingo, 9 de septiembre de 2018

La casa de papel. Primera temporada.

En esas que estaba yo terminando con los estándares de Primero de Bachillerato, que si la crisis de LB, que si rescate bancario en España, que si Portugal, que si Malta, que si Irlanda. Que si, que si, que si. Y me hablan los alumnos de La casa de papel. En esa serie hablan del rescate bancario, profe. Tal que así. Y habrá que verla, dije yo antes de acabar la clase. Los Vegetales ya nos lo cantaban en Atraco a las 3. Y si es al Estado, mejor todavía, que ellos roban todos los días. Siempre tenemos el espíritu de escapar con bolsillos llenos porque los ministros vampiros nos atracan a nosotros y permiten pujoladas varias. Pero aquí siempre miramos para otro lado mientras el personal se suicida por no llegar a fin de mes. LCDP reflexiona sobre lo que cuesta materializar los sueños, sobre el tiempo que pasamos encerrados, sobre lo que hace pensar estar en un hospital, en una cárcel, con los días contados. Puede salir mal, bien, regular o como en la ESO. Coda: Ahora que se cumplen nueve años de la muerte del hombre de la camisa verde, siempre nos quedaremos con la duda del golpe planteado y nunca planeado, de lo que pudo ser y no fue, de si son peores los domingos por la tarde o los lunes por la tarde de la misma estación. Nunca lo sabremos, nunca olvidaremos, nunca escaparemos de pagar impuestos. Y todo lo demás, también.

jueves, 6 de septiembre de 2018

martes, 4 de septiembre de 2018

Vuelta al Saavedra (II)

Vistia express...