sábado, 27 de octubre de 2018

A Very English Scandal. Primera temporada.

De la mueca al sarcasmo pasando por la desesperación y el llanto. Tiene de todo A Very English Scandal. El Infierno es una cosa muy personal. Siempre. Y no sabes las vueltas que da la vida y los pianos que nunca tocarás. Y el señor Grant se ha hecho mayor. Muy mayor. Y lleva la línea del pelo por encima de la oreja derecha. Reflexiona A Very English Scandal sobre el uso de las apariencias y el coste que tienen los deseos. El Partido Liberal. ¿Quién se acuerda del Partido Liberal hablando de la Pérfida Albión? Casi nadie. Apenas sale doña Margarita. Apenas. Apenas una mención a una huelga. Apenas. Pero eso no importa. Importa la historia. La historia de una mentira. El papel de la mentira aumentado por la prensa. Cartas manuscritas en el periódico de la mañana. Conejitos hechos milagros. Policías e invitados, perros muertos e hijos de perra que nunca parecen morir. Amistades traicionadas. Matrimonios falsos. Más mierda, más prensa, más poder hecho añicos por la perversión. Jodiendas con vistas a la bahía. California buscando un muerto que nunca lo conseguirá. Confesiones que solo llevan al dolor. Y todo lo demás, también.

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