sábado, 25 de abril de 2015

El duendecillo verde (o todavía no entiendo el motivo de que no se digan las cosas como deben)

¿Estado de ánimo? ¿Estado de sitio? ¿Falta de democracia? ¿Sorayismo patético? ¿Rajoyismo demencial? ¿Pedro Sánchez con sus miembros y miembras? ¿Rosa Díez pasando del cero al infinito? Ya no quedan soluciones, ni promesas aunque estemos en periodo preelectoral. No es una novedad de que Los Planetas no dejan indiferentes a nadie. Absolutamente a nadie. Aunque hay más de uno que no quiere entender. O se niega a entender. A los políticos corruptos que llenan Cortes, Ayuntamientos, Diputaciones, Ayuntamientos. A los amigos de los concejales de Urbanismo. A los que llevan años sin pasar por un cajero. A aquellos que no cubren las bajas de profesores hasta la tercera semana pero luego se presentan a presidentes autonómicos. A aquellos que no hacen lo posible para que las listas de espera para operar en la Sanidad pública se rebajen. A aquellos que callan y otorgan. A los Montoros de turno que nos sangran y encima se ríen en nuestras caras. A todos los que ejemplifican el principio de Peter y en cualquier conversación meten la Ley de Godwin. A los que engañan y roban. A los hijos de perra que tienen sueltos perros que atacan a las personas. A los hijos de Satanás que dirigen ayuntamientos y hablan de paternalismo hacia asesinos de profesores. A todos esos caretos manifiestamente prescindibles. A todos esos les dedico hoy, antes de ponerme a corregir exámenes sobre La dictadura de Primo de Rivera (hoy nuestra dictadura deja en bragas las del ínclito jerezano) El duendecillo verde, ese himno que debería ser coreado cuando Griñanes y Ratos, cuales Chacones y Fajardos, entran al juzgado a decir que con ellos no va el asunto. También para los Messi(anicos) futbolistas que no pagan lo que deben en su debido momento, para los que nos señalan desde su poltrona pero no paga su IRPF. Ahora todo es cambiar, ganar, hacer, gobernar. Tenemos una temporada de buenrrollismo. De políticos que se retratan con cualquiera en plena Gran Vía sin preguntar. Y todo lo demás.
  Todas esas amenazas
 tus ridículas palabras 
te las tienes que tragar.
 A mi no me amenaza nadie,
 me cago en tu puta madre,
 a mi me vas a amenazar... 
Digo lo que me da la gana,
 cuando me da la gana,
 y te digo que ya no puedes ser más subnormal. 
El que te arruina la vida,
 el que te roba la salud,
 el asesino en masa pretende dar una lección. 
Si le dices que es un fascista,
 te manda a casa un recaudador de impuestos. 
Digo lo que me da la gana, 
me quedo con tu cara,
 hijo de puta, 
 y ya nos volveremos a encontrar.
 Digo lo que me da la gana, 
cuando me da la gana,
 y tu cara anuncia tu patético final.
Coda: nuestro compañero profesor asesinado lleva varios días muerto. No lo olvidemos. Pensad en el voto del día 24, aquí y en Barcelona, y en el de noviembre. Que no se repitan las muertes inútiles. Que no exista impunidad. Y punto.
Coda: Y es cierto que hay caras que anuncian sus patéticos finales.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Dales caña Super, bueno, a los chavales con sus exámenes no, que bastante confundidos andan los pobres, a esos caciques que tenéis instalados por el Levante.
En mis tiempos o se era auténtico o no se era.


http://www.valenciaplaza.com/ver/154298/desechable-mito-punk-siete-muertos.html

supersalvajuan dijo...

Va a ser muy difícil desbancar al PP del gobierno autonómico y de las principales ciudades. La izquierda esta hiperdividida. Una oportunidad perdida, es cierto
No conocía a los desechables. Procuraré escucharlos entre tareas domésticas y correcciones.
Un saludo, Necro.