lunes, 10 de agosto de 2015

Recordando Disarm

No volver. Huir. Escapar del pesebrismo imperante, el mismo pesebrismo de barbecho que premia el amiguismo y el principio de Peter, el mismo que hace siervos con el carnet del partido, el mismo que utiliza la extorsión y el miedo para aumentar la paja del pesebre. En esas estamos, con fuegos controlados en mitad del partido, con barones que no quieren perder poder aunque pierdan el puesto y la alcaldía y la concejalía. Pero los constructores vuelven a afilar los colmillos, que vuelve la "recuperación". Nuestro año y vez de la crisis, para los buenos empresarios de camisa cara e hiperplanchada supone día y vez, mordida y %, jodiendas con vistas a la nueva urbanización proyectada. La tomadura de cuernos institucionalizada. La fotito para el domingo, que el personal mira el periódico en el bar y hay que hacer tratamiento de choque. Terapia política para adormilar al personal (que no a la gente). Y todo lo demás.

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