domingo, 22 de enero de 2017

¿Podríamos vivir sin morsas?

Adoradores del malditismo, del derrotismo en primera persona del singular, del santiabadismo, de los recordatorios fúnebres de diciembre. No. No podemos vivir sin morsas, sin campos, sin esferas de arbenig. Lo demás, es engañar(te)(nos). Humo barato. Demasiado barato. ¿Y ahora qué? ¿Nos vamos a pique? ¿Qué fue del domingo y el tiempo de verano? ¿Qué fue de los pisos en venta? ¿Qué fue de las banderas de España?