jueves, 10 de febrero de 2011

La tragedia de Len Bias


Hace un ratillo me tragué La dragedia de Len Bias, un documental de la ESPN sobre este jugador de baloncesto. Len Bias. En esta tragedia se cuenta los últimos momentos de la vida de esta estrellita que fugazmente duró. Bestia baloncestística de la universidad de Maryland (en alguno de los videos se ve comiéndose en alguna jugada al Jordan de Carolina del Norte), fue elegido como número 2 en el draft de 1986 por los Celtics. Ese año fue la última victoria de los de Boston (aparte de la del 2008 con Garnett, Rondo, Allen y Pierce) que lideraban Bird, McHale, Parish y Johnson. El maestro Red Auerbach se sacó de la chistera a este Bias, que podría servir de renovación generacional de un equipo que, curiosamente, en esa temporada 86/87, se iba a quedar en la final. Hasta ahí, todo perfecto. Pero todo lo perfecto, como casi siempre, se va a la mierda. Como casi siempre.

Pues eso. Elegido número dos, y, juerguecita. Pasa por casa y se va a la universidad con sus compis de equipo (para los seguidores de la ACB decir que Tony Massenburg sale en el documental) y no precisamente para hacer esos mates que hacía de espaldas. Antes había parado a comprar cervezas, firmándole incluso un autógrafo al tipo de la licorería. Y había que celebrarlo. Y salió la cocaína. Pero no una cocaína cualquiera. No. Dosis dura. De la buena. Sin cortar. Pureza del 98%. Ríete tú de los peces de colores. 98%. Tal dosis partió su corazón. El compi de juergas del equipo, un tal Brian Lee Tribble, dice que consumían esporádicamente. La novia, que sólo lo había visto consumir una vez. La familia, dicen que no sabían ni pío. Y entonces, el dramón.

Y, entonces, el dramón. La joven superestrella, víctima de la cocaína que, como el crack, empezaba a llegar a las calles norteamericanas porque no se le temía. La coca se puede controlar y todo lo demás. Otro caso que incidió en las leyes antidrogas que tito Ronald Reagan realizó en 1986 y 1988 para meter población negra en las cárceles. Tal que así. 5 gramos de crack, 5 años de cárcel. Así es el resumen de claro.

Coda: uno de sus hermanos, Jay, moría años después de un disparo en un centro comercial. No se había recuperado emocionalmente. O tal vez. Pues eso, historias de América. Con o sin equis. Y todo lo demás.

2 comentarios:

Natalia Pastor dijo...

Muy bueno el documental.
También me gustó mucho "Guru of go" sobre el célebre entrenador Paul Westhead y donde se narar la trágica muerte en la pista por un paro cardiaco de Hank Gathers.

supersalvajuan dijo...

El de Westhead lo tengo pendiente, ese tipo de ataques hiperrápidos. Habrá que verlo.