lunes, 1 de julio de 2013

El ángel que trae chocolate

Escribía en Máscaras venecianas el gran Bioy Casares que la insensibilidad es una virtud que te permite opinar con absoluta franqueza. Lo de anoche no sé si fue un ejercicio de futilidad, pero ese kuertenizado equipo brasileño tuvo mucho culo. Quizás demasiado. Las conclusiones, después del verano. Que corra la brisa. En esa misma obra, el mismo autor argentino, concluía: Muchos opinan que la inteligencia es un estorbo para la felicidad. El verdadero estorbo es la imaginación. Pues eso.

2 comentarios:

jm dijo...

La imaginación también te mete en líos!!

supersalvajuan dijo...

También, don Jesús, también.